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De espaldas

A días

La historia del agua embotellada

Sábado, 26 de marzo de 2011, 11:28 h.

Hace tiempo vi un Documentos TV un reportaje en el que se evidenciaba que el negocio del agua embotellada era muy rentable para las empresas y una tomadura de pelo para los consumidores.

Si a alguién le apetece verlo, lo he encontrado en Megavideo. Dura casi una hora, por lo que si queréis convenceros de cómo se están riendo en nuestras caras con una desfachatez vergonzante y no disponéis de tanto tiempo, en este otro vídeo -bastante más breve- se explica lo mismo pero de una forma menos impactante:

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El hombre que plantaba árboles

Viernes, 25 de marzo de 2011, 14:20 h.

Prestadle toda la atención que podáis, es hermoso, muy hermoso. Y sobre todo, esperanzador.

 


www.Tu.tv

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La iglesia me persigue

Domingo, 20 de marzo de 2011, 10:55 h.

Sí, sí y otra vez sí. En mi casa la tengo casi pared con pared. Me despiertan sus toques a misa a primera hora de la mañana, los de difuntos, que avanzan que esa misma mañana o como mucho, a la tarde, habrá un entierro. No puedo aparcar en mi calle cuando hay algún acto religioso, que son multitud: comuniones, bautizos, ofrendas, procesiones, fallas, San Vicent Ferrer, las fiestas patronales, Semana Santa... Me obligan a escuchar misa cuando hay mucha gente dentro y Don Fernando, el cura, decide poner los altavoces en la calle... y ahora, en casa de mis padres, la vecina del piso de arriba, que está muy sorda, entretiene mi mañana dominguera con la misa televisada... A poco que me descuide y casi sin darme cuenta, acabo metida a monja...

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Downton Abbey

Viernes, 18 marzo de 2011, 02:16 h.

Esta noche he visto los dos primeros capítulos de Downton Abbey. Como no he conseguido ninguno más doblado al español, he ido a la caza de los restantes, en versión original subtitulados. Ha caido el tercero. Esta noche mi ordenador no va a descansar: ya que pago por la banda ancha y esa velocidad de descarga tan mega-chachi-guay que anuncian en la tele, ya es hora de que le saque pleno rendimiento.

Con esta serie me ha pasado como con Mad Men, que desde la primera escena me cautivó. Es ácida, mordaz y tiene la mezcla justa de frivolidad y dramatismo tan propia de los ingleses. La puesta en escena está tan cuidada que el resultado del producto está más cerca de una película de larga duración que de una serie de televisión. Salvando la distancias en cuanto a la producción, que era mucho más modesta, podría considerarse digna heredera de Arriba y abajo.

Por cierto, ya sé que es lo siguiente que voy a descargar... -upsss, que eso no se puede decir... pirata, si es que soy una pirata...-.

Pdta. Y tengo de fondo una verbena fallera que me está tocando las narices...

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Otra oposición

Acabo de enterarme de que el próximo 10 de abril tengo el primer examen de una de las oposiciones que más me interesaban desde que volví a ponerme delante de los libros para conseguir un puesto de trabajo. Desde el 27 de abril de 2010 que publicaron la lista definitiva de admitidos y excluidos, publican la fecha del examen casi un año más tarde y con tan solo un mes entre la publicidad y la celebración del primer ejercicio. A eso le llamo yo barrer para los de casa sin que, técnicamente, por cuestiones legales, les puedan colorear la cara. En fin... no sé de qué me sorprendo, la verdad.

Toca ponerse las pilas, :-)

Hablar

Todos hemos aprendido a hablar. Afirmación incuestionable... salvo para aquellos que, por impedimentos físicos o mentales, no lo han conseguido. Hasta ahí, de acuerdo -yo, conmigo, mismamente me respondo... mi parte izquierda debatiendo con la derecha o viceversa-. A lo que no hemos aprendido y tampoco nos han enseñado es a callar: con lo necesario que es mantener la boca cerrada en determinadas circunstancias y siempre se fastidia el asunto cuando la lengua, sin previo aviso, se marca unos cuantos bailes fonéticos y se queda tan ancha...

Hablar, de por sí, es asumir un riesgo: manifestar una opinión puede llegar a ser un peligro. Porque no siempre los que te escuchan caminan por senderos similares a los propios, no. Con la confrontación de distintas ideas, acaban surgiendo otras que nos sirven para ampliar horizontes. Y eso es lo deseable, siempre. Pero cuando desde una parte se utilizan las falacias lógicas, el reduccionismo visceral y la demagogia disfrazada de libertad de expresión como argumentos, es imposible que la balanza llegue a sentir algún tipo de movimiento hacia una u otra parte.

Callar es primordial. Cada vez lo tengo más claro. Aunque ahora no lo esté haciendo, :-)

'Estupidiología'

En La Contra, del periódico La Vanguardia, publicaron una entrevista a Paz Torrabadella, una psicóloga que ha escrito un libro titulado "Estupidez emocional". Un buen amigo me recomendó su lectura y bien que hizo, la verdad. Conocedor de lo mal que estoy llevando la muerte de Zas, pensó que quizás el colocarme delante de un escrito en el que se destaca lo muy estúpidos que podemos llegar a ser a veces, me iba a ayudar a darme cuenta de que siempre existen motivos para sentirse angustiados si insistimos en instalarnos en lo mal que funciona el mundo y en cuán grande es la desgracia que nos rodea.

De toda la entrevista me quedo con un par de afirmaciones realizadas por Paz Torrabadella: la primera, con la entradilla con la que se resume el contenido de la conversación, "Coleccionamos excusas para sentirnos infelices" y la segunda, "Debería existir la asignatura de estupidología, porque dedicamos muy poca energía a un fenómeno que condiciona nuestras vidas y sociedades."

Nos hace tanta falta desdramatizar y relativizar... me hace tanta falta desdramatizar y relativizar... tanta falta...

De todas formas, como las generalizaciones me abruman y algunos libros de divulgación, aun persiguiendo lo contrario, la particularidad, acaban navegando por un océano cuando comenzaron haciéndolo por un pequeño lago, me niego a aceptar que el dolor, la angustia y el malestar de un ser humano sean siempre fruto de su estupidez, de su falta de capacidad para gestionar sus emociones y de sus ganas de ser víctima y, de esta manera, ser compadecido por el resto. Pasar por encima de algunas cosas o ladearlas es una solución a corto plazo que, sí, evita sufrimientos, pero que a la larga, acaba desnaturalizándonos.

Me voy a llorar un rato...

Lunes, 14 de marzo de 2011, 14:16

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Addenda, 14 de marzo de 2011, 14:41

Siempre existe una opinión contraria, siempre, :-)

En La Contra de hoy la entrevista es a Eva Illouz, filósofa. Pone a caer de un burro a todos aquellos que persiguen la autorrealización... Me quedo con su "Llorar, que era lo más natural del mundo, hoy es un trauma que debe tratarse a pastillazos."

Ahora tengo un dilema: ¿cuál de las dos es la estúpida, la que reconoce que vivimos en un mundo repleto de estupideces o la que aboga porque cada cual se mire el ombligo cuando le plazca y se deje de monsergas positivistas?

Ufffff, qué difícil...

Nuestros orígenes

"Cuando no aceptamos la realidad de lo que nos ha tocado, en cierto modo también nos negamos a nosotros mismos. Quien niega sus orígenes desdibuja su identidad. Quien amputa una parte de su trayectoria se encuentra enternamente en fuga, intranquilo.

Sartre decía: ’No importa tanto lo que me han hecho, sino lo que yo hago con lo que me han hecho’."

Extraído del libro "¿Dónde están las monedas?" de Joan Garriga.

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Es cierto, muy cierto. Tan cierto como que en el proceso que establecemos para digerir todo aquello que nos ha hecho infelices, siempre pretendemos que lo que nos ha herido se quede lejos, muy lejos de nuestras vidas. Y de esta manera, perdemos la facultad del reconocimiento, del saber cómo, cuándo y dónde una situación, una palabra, una ausencia, un gesto, pueden dejar de ser hermosos para convertirse en una flecha directa a nuestro corazón. Los olvidos conscientes acaban pasando factura.Y caemos, de nuevo, en buscar el orígen de la angustia en el comportamiento de los que nos rodean, sin percatarnos de que, muy posiblemente, el dolor posee dos cabezas pensantes: la de quién lo padece y la de quién lo pone en acción. El creer que no merecemos ese padecimiento no ayuda a sanar la herida. La vida no es justa, ES, simplemente, sin más.Y mientras no tengamos claro que nuestra dicha no radica en la causa-efecto que se busca con la compensación, difícilmente alcanzaremos un punto, más o menos estable, de tranquilidad emocional.

Pdta. Y es ahora cuando me toca releer lo escrito, una y otra vez, para ver si soy capaz de trasladarlo desde el campo del raciocinio al otro que se riega con la savia del corazón.

Sábado, 12 de marzo de 2011

La aceptación

"Pensé, por último, que de todas las nostalgias que acosan al corazón humano la principal, para mí, es el perpetuo anhelo de reconciliar aquello que hay de más joven con aquello que hay de más viejo en cada uno de nosotros"

Laurens Van Der Post

Con esta cita comienza un libro que he comprado esta tarde: "Recuperar el niño interior" -J.Bradshaw y otros-. No sé muy bien si lo conseguiré alguna vez... me refiero a lo que expresa el título. Ni tan siquiera sé si existe una niña llamada Salomé escondida en algún rincón de mi esqueleto. Quizás esté agazapada en la parte interna de mis rodillas, o en la pequeña hendidura de mi nuca... Lo voy a intentar, sí. Porque quiero reconciliarme con todo aquello que consentí sin entenderlo. No más juicios de valor, no más vigas en mis propios ojos, no más moralina de barra de bar... Aceptación, algo vital para vivir sin amargura.

Los días son largos, hay que aprender a disfrutar de ellos. Es mentira lo de que no tenemos tiempo. Todos poseemos el mismo. Lo que ocurre es que no sabemos manejarlo. Es nuestro, utilicémoslo sin reparar en lo que ha de llegar. Porque a poco que nos descuidemos, las agujas del reloj se pararán. Para todos. Sin excepción.

Viernes, 11 de marzo de 2011

A vueltas con los pasos perdidos

Después de muchos meses -no quiero contar el tiempo en años- se me han despertado las ganas de contar; contar cosas, sin más. Cosas que carecen de importancia, que no cambiarán el mundo, que no lo harán mejor, pero que, al menos, no lo dañarán más de lo que ya está. Con eso me contento.

Abro de nuevo las puertas de esta casa, de "De espaldas", con la intención de vivir dejando tras de mí, sin perderlo de vista -forma parte de quien soy- todo aquello que me hizo daño y mantener en mi mochila los recuerdos de los momentos felices.

La reapertura conllevará cambios... o no, ya veré -he de actualizar enlaces que ya no sirven y arreglar algunos artículos que no muestran las imágenes que inserté para ilustrarlos-. De momento, sólo he hecho uno: la fotografía que encabeza la bitácora. La hice el verano pasado, en julio de 2010, en Almagro. Cuando la publiqué en Flickr la titulé "Enredado en tu espalda llevas mi corazón". Hoy quiero modificar un poco su contenido: "Enredados a mi espalda están tu corazón y el mío". Por siempre.

Nos leemos -gracias a todos por permanecer-.

Costumbres y tradiciones populares

¿Hace falta añadir algo más después de ver la viñeta de hoy de El Roto?

Creo que no... en todo caso, una pequeña reflexión: no sé lo que les ocurrirá al resto, pero sí que sé que a mí me da miedo observar cómo se radicaliza la derecha y cómo esta campaña electoral está encaminada a remover los instintos primarios de de los posibles votantes. Ayer escuché en la radio un anuncio publicitario creado por el que hoy es asesor de la campaña electoral de Rajoy, Antonio Solá, y parecía que el fin del mundo estaba cerca, muy cerca... ¡Qué peligro tienen los que dedican su vida a manipular a la gente de manera consciente!

Todo es empezar

Todo es empezar

No sé la de veces que habré oido esa expresión en mi vida, pero seguro que son muchas, muchísimas. Sobre todo, si se tiene en cuenta que soy la reina de la vaguería y que todo lo voy posponiendo -qué mal suena lo de "procastinación"- para otro momento y éste no llega nunca. Bueno, sí que llega. Pero yo no salgo a la puerta a recibirlo y, claro, el pobre se va por donde vino, con la cabeza gacha y el ánimo abatido. El caso es que, hasta cierto punto, no hacer lo que no te gusta tiene su razón de ser. Pero no hacer lo que sabes que te va a beneficiar, es del género tonto. Y en esas estaba yo. Entontándome a medida que pasaban los días: el 16 de diciembre fue la última vez que salí a andar. Desde entonces hasta ahora, unos días por cansancio, otros por frío y otros por pura pereza, me he limitado a caminar lo justo y necesario para que Zas no se me tirase al cuello en plan "qué mala dueña eres...".

Y como también es cierta la frase de "menos preocuparse y más ocuparse", hoy he decidido ponerla en práctica y antes de que me entrase el arrepentimiento, me he calzado las zapatillas y le he puesto a Zas su correa. He andado un poco más de seis kilómetros en una hora y veinte minutos. No está mal. Mañana comenzaré a anotarlo: parece una tontería, pero el hecho de verlo en la puerta de la nevera es motivo suficiente para subirme la moral. A principios de diciembre, cada vez que pasaba por la cocina me detenía a releer mi pequeño logro del mes anterior: ciento cincuenta y cinco kilómetros en veintiún días. Ahí es nada...

Salir, salir y salir. Es tan necesario... :-))

Il celo in una stanza

No sé si conocéis la canción titulada "Il celo in una stanza". Es una de mis preferidas. Desconozco quién fue su autor, porque existen muchas versiones. De todas las que he escuchado, la que más me gusta es la de Mina. Sobre todo, porque la voz de esta mujer era y es especial.

Es un canto al amor. Es un decir "te quiero" sin necesidad de esas dos palabras. Y es, a mi entender, la descripción de un lugar idílico, de algo deseable, de algo a perseguir:

"Quando sei qui con me
questa stanza non ha più pareti
ma alberi,
alberi infiniti
quando tu sei qui vicino a me
questo soffitto viola
no, non esiste più.
Io vedo il cielo sopra noi
che restiamo qui
abbandonati
come se non ci fosse più
niente, più niente al mondo.
Suona un’armonica
mi sembra un organo
che vibra per te e per me
su nell’immensità del cielo.
Per te, per me:
nel cielo. "

No soy romántica, al menos, no demasiado -a veces me gustaría dejar a un lado tanta razón y tanto pragmatismo... es muy aburrido vivir y pensar con los pies agarrados firmemente al suelo-, pero cuando Mina dice lo de "suona un’armonica" me da la sensación de que la puerta del cielo se está abriendo para mí, :-))

Sólo quiero desearos a todos los que habéis llegado hasta aquí de una u otra forma, que podáis tener, alguna vez en la vida, el cielo dentro de una habitación, y si es en muchas, muchísimas ocasiones, tanto mejor, y a ser posible, si comenzáis a sentir algo así con el nuevo año, la vida sería casi perfecta, :-))

Trescientos sesenta y cinco cielos, uno por cada día del 2008, para cada uno de vosotros; un cielo hermoso y particular, para vivirlo, disfrutarlo y compartirlo. Yo voy a mudarme para, al menos, intentarlo: de hecho, a partir de mañana, me encontraréis en la tercera nube de la fila inferior, empezando por la izquierda, :-)

Cuando el hambre aprieta...

... da igual que haya caido una nevada de impresión. ¿Que las chuletas se han de asar en en patio de una casa, sin más protección que una uralita que cubre la zona del fuego? Pues se asan, oiga usté, ¡faltaría más!.

Mi escapada a Linares para pasar la Semana Santa ha sido de todo menos aburrida: he andado bastante, he dormido también bastante y he comido tres días en plan campestre -bueno, uno en el bar, que hacía mucho frío para estar en la calle-. Me ha faltado salir por la noche, pero tampoco lo he echado de menos: es lo que tiene el cansancio, que no te deja hacer demasiadas cosas, :-)) Pero todo se andará.

El sábado cayó una nevada de las que hacen época. Así de mono quedó mi coche:

Como buena incauta que soy, lo aparqué en la puerta de la iglesia, con lo que si tras la nevada hubiese helado, todavía estaría allí estacionado.

El río bajaba, una hora más tarde de que dejase de nevar, hasta los topes -aviso: la calidad del vídeo es pésima, pero es el ruido del agua lo que hay que escuchar, :-D -:

¡Ah! el río hay que intuirlo: el cauce está marcado por la hilera de árboles que se ve al fondo del pequeño valle.

Si a alguien le apetece ver el resto de las fotos sobre la nevada las iré subiendo poco a poco a Flickr y en la cuenta que tengo en Youtube hay más secuencias de la nevada.

La mascletà en casa

En el barrio en el que viven mis padres hay una falla que dispara su mascletà -el día 19 de marzo; sólo hay presupuesto para un día y ha de ser el del patrón- justo delante de la plaza a la que da parte de la vivienda, que está en la primera planta. Retiran los vehículos aparcados alrededor, colocan carteles advirtiendo de que la zona es una zona de fuegos y ya está. La seguridad de las viviendas que hay alrededor se ve que no les importa demasiado, para eso están los seguros de daños a terceros que se contratan para estos actos ¿culturales?.

Ayer grabé un vídeo de los últimos 30 segundos de la mascletà. Cuando lo descargué al ordenador la pista de audio se fue de parranda y todavía no ha vuelto, por lo que las imágenes no tienen ni de lejos la misma fuerza -falta justo el final, pero bueno...-. Pero aún así las he publicado porque, al verlas, uno se puede hacer una idea de hasta donde se llega con esta manía tan arraigada en nuestra cultura de que las tradiciones están por encima de todo:

A mí me gusta la pólvora y comprendo hasta qué punto es inseparable de la fiesta fallera. Pero lo que no me gusta es que me tiren los petardos en la puerta de casa, siendo como hay descampados y lugares mucho más apropiados para hacerlo.

Penitencia

Me siento culpable, me siento culpable, me siento culpable, me siento culpable...

Estaba viendo uno de los reportajes de Informe Semanal: el juicio sobre el 11 de marzo de 2004. Cuando han comenzado a sacar imágenes sobre la masacre, he cambiado de cadena.

No lo soporto. Pero de eso ya hablaré otro día... hoy no tengo ganas. Sólo un breve apunte: Pilar Manjón cada vez me da menos pena. Abre la boca y sale una sentencia. La vuelve a abrir, y otra más. Sé que es una forma de defenderse, de parapetarse ante el dolor insufrible. Soy consciente de que casi cualquier cosa es comprensible. Pero que algo sea comprensible no quiere decir que sea razonable. Aunque la razón no cabe cuando parte de tu vida se ha ido por culpa de unos locos fanáticos.

A lo que iba: me he quedado en Telecinco viendo Dolce Vita, el parangón de la crutez televisiva. Y además, he cometido el pecado de comerme un plato de fresas con su consiguiente ración de nata. No contenta con eso, he vuelto a la nevera para terminarme lo que quedaba en la tarrina -de nata-. Mis cartucheras han perdido su nombre: ahora son cartuchones -si existe la palabra, que no lo sé-.

Como no pueda salir pronto de casa me va a dar algo... y poder, puedo. Pero muy poco rato. Y me canso mucho. Menos mal que ya no me queda ninguna "golosina" en la nevera...

Dígame, Padre ¿cuántos Padresnuestros he de rezar para salvar mi alma? Pecado capital... La Gula... Uysssss...

Rocambolesco

Hay cosas en la vida que no tienen explicación. Es más, hay cosas en la vida que sí que tienen explicación; pocas, la verdad. Las más son las que se escapan a cualquier razonamiento. Acabo de leer un reportaje sobre De Juana Chaos en El País.

No sabía que este tipejo fue ertzaina, ni sabía que su padre fue un militar del bando nacional, nacido en Burgos, condecorado tras la guerra civil; ni que su madre, hija de militar, vio la luz en una ciudad tan alejada del País Vasco como es Tetúan. Desconocía que se crió al lado de un cuartel de la Guardia Civil y que sus compañeros de juegos fueron los hijos de los que más tarde él acabó asesinando. ¿Cómo una persona, con una trayectoría en la vida tan "normal" -¿dónde está la normalidad?- puede acabar matando a 25 personas sin que le pese la conciencia?

El autor del artículo deja entrever una hipótesis que, sinceramente, a mí me huele a excusa barata y a intento de restar responsabilidad al único que la tiene, De Juana Chaos: una enigmática mujer llamada Helena fue la que torció el recto camino por el que caminaba el hijo del militar. Él se dejó arrastrar por los efluvios del sentimiento más puro y acabó siendo un muñeco en manos del interés terrorista -esto no lo dice el artículo, lo digo yo-. ¡Qué malas son las mujeres, por Dios!

Después de saber de su vida -la verdad, era y es algo que me la trae al pairo, hablando mal y pronto... ha sido el titular del texto lo que ha provocado que me parase a leerlo-, no cabe otra que pensar que los que dicen que la gente no cambia, que lo que una persona siempre ha hecho mal seguirá haciéndolo mal y viceversa, están evidentemente equivocados. Y sí, lo del bien y el mal lo digo con muchas reservas. No para este asunto, por supuesto.

Lo que resulta inaudito, asombroso y rocambolesco es que la madre de De Juana Chaos fuese atendida hasta la muerte por una viuda de un militar asesinado por ETA y que la hermana del preso esté casada con el hijo del fallecido. La vida, dicen...

Misión Eurovisión

Soy masoca. Lo reconozco. No lo había visto hasta ahora. Pero es que hoy es sábado. En Telecinco están hablando de la desaparecida hermana de la Princesa de Asturias -cómo impacta saber que ha sido un suicidio-. En La 2, "Rebelde sin causa" -creo-. En el resto, ni idea. Estoy viendo fotos en Flickr y tengo la televisión puesta como ruido de fondo. Un poco triste, la verdad. Pero como no toca otra que la relajación más absoluta, ya llegarán días mejores... -los postoperatorios es lo que tienen, que cuando no es una cosa, es otra y bla, bla, bla... -.

He dejado La Primera. La Horterada Mayor del Reino está retransmitiéndose en estos momentos a través de la televisión pública. Da vergüenza ajena. Mucha. Mucha, mucha, mucha. Creo que mañana no seré capaz de mirar de la misma forma a mi perro: tantos días de reposo me han convertido en una magnífica intérprete del lenguaje canino y sé, a ciencia cierta, que cuando mañana me vuelva a pedir que lo lleve a la próxima convocatoria para la selección de concursantes de OT, no tendré argumentos válidos para negarme. No. Después de oir -que no escuchar- lo de esta noche, creo que mi Zas será uno de los próxios triunfitos.

Tiempo al tiempo.

El lenguaje de los niños

Que me perdonen las madres, los padres, los tíos, las tías, los abuelos, las abuelas, los padrinos, las madrinas... Me supera, me supera y me supera.

Escucho en la Cadena Ser: el público infantil es muy exigente... llegan a convencer a los adultos... hay niños que se sientan en la silla -de la peluquería- y deciden qué corte de pelo quieren...

Más: en el mercado no existía una peluquería específica para niños... es que los niños ven una tijera y les da miedo... y apunto yo: por esa razón hay que hacer un máster al respeto y montar una peluquería específica para ellos... claro. Por eso será. No tiene nada que ver con la pijotería, no. No tiene nada que ver con las contemplaciones estúpidas que acaban atontando y dándoles un poder que realmente no les corresponde... Y si encima colocas, entre razonamiento y razonamiento, palabras clave como "pedagogía", "psicología" y "diálogo", el resultado es algo como lo que sigue:

Fashion Kids, una peluquería específica para niños.

Que no digo que no tengan derecho, que no. Pero que no me lo vendan como una cosa hipermega-chachi-piruli basada en la interpretación del lenguaje de los niños -me puede, me puede, me puede-, porque a fin de cuentas, se trata de mercadotecnia pura y dura: está claro que cuanto más específico sea el servicio que se ofrece, más futuro tiene en el mundo económico.

Ya el nombre de la peluquería es para darles un par de leches virtuales, a ver si los responsables espabilan... "Fashion kids"... ¡no te jode!

Contrapunto navideño

Después de tanto candor candoroso, cándidamente candente, no cabe otra que programar un contrapunto navideño para rebajar los efluvios de bondades superlativas al nivel habitual en las "personas humanas" -que no es cosa mía, que conste; que Benedicto XVI gusta mucho de llenar sus discursos de obviedades y dejarse lo necesario en el cajón de su mesilla de noche-, esto es, a menos cero grados, tirando hacia el infierno, según se baja, tercera esquina, caldero de acero pulido al estilo ’por-favor-mari-como-puedes-decir-que-Busta-no-es-un-primor’-:

Olé por la música, de Ixo Rai, grupo aragonés que se deshizo hace dos o tres años y que hacía música ¿folck?, no. Era y es música pachanguera, irreverente y juerguista, con algunas dosis de mala baba cargadas de razón y con letras que iban desde la reivindicación hasta la denuncia social.

15 de agosto, de Ixo Rai