Blogia
De espaldas

Explicaciones absurdas y coletillas sin atar

Un cajón lleno.

Blancas, marrones, verdes, rojas, amarillas... Explicaciones para todos y para todo. En cualquier momento. Duerme la negación para que la aceptación me coja de la mano. Eso, conmigo. Con los demás... El absurdo siempre debería estar ahí. Acompañándonos, cobijándonos, haciendo que nuestra vida fuese algo más inesperado y menos previsible. Me gustaría inventar el despropósito del absurdo, que tiene que ser algo así como la repera.

Y es que no se puede pedir peras al olmo. Ya lo decía mi abuela. A propósito de peras y de olmos...El miércoles por la noche, en un paseo por la gran oferta televisiva de este país -ja, ja y ja- vi, por casualidad, en la emisora que hace la vez de La 2, pero en la Comunidad valenciana, o sea, Punt Dos, en su magnífico programa Medi Ambient un reportaje sobre la desaparición de los olmos en España por culpa de la grafiosis. Muy interesante y, por otra parte, bastante triste. Entrevistaron a tres especialistas en botánica -desconozco el nombre exacto de la profesión/carrera universitaria- que trabajan para la Diputación de Valencia, en un programa de recuperación de árboles monumentales y que han recogido en un libro -sino recuerdo mal a estas alturas ya está presentado, porque creo que era a finales de semana en el Jardín Botánico de Valencia- los cerca de 300 ejemplares que así -monumentales- están considerados en España.
Y hablando de Punt Dos, casi increíble la proeza del programa Fahrenheit -del que no he encontrado ninguna referencia; ahora que seguramente es que no he sabido filtrar bien la búsqueda-, los viernes por la noche: hablar de literatura de manera original, divertida y atrayente es hoy -si tomamos como referencia el soporífero programa de Sánchez Dragó- casi un milagro. Lástima que esté grabado en valenciano. .. Creo que si estuviera en castellano o existiese una versión en ese idioma, tendría una muy aceptable acogida en otras televisiones.

4 comentarios

Bambolia -

Y como muestra del absurdo más absoluto, estamos siendo testigos de uno gordísimo... Creo que no es necesario que dé más detalles... Debería ir a un psiquiatra, porque vamos... De esos absurdos, cuantos menos, mejor. Pero de los realmente esperpénticos, de esos en los que te cuesta indentificar dónde está el norte..., de esos quiero unos cuantos, para estar entretenida. La vida no sería la misma si yo no perdiese mi tiempo en hacer pesquisas sobre mí misma.

seamos cínicas -

Sí, Bambi. Hay cosas para las que no hay respuesta. O quizás si la haya, pero nosotros no podemos acceder a ella. Y machacarse la cabeza buscándola no lleva a nada. Yo también prefiero, a veces, el esperpento del absurdo.

Bambolia -

A base de tropezones, acabas acostumbrándote y aceptando que ciertos acontecimientos que, por algo en particular, han marcado tu vida, no tienen explicación, y si la tienen, ya no es el momento de saberla, porque no sirve de nada. Por lo que es mejor el absurdo, el absurdo más absoluto. La lógica acaba haciendo pupa. Quizás por eso llamé a esta bitácora "De espaldas", porque pretendo que el pasado no vuelva ni tan siquiera en forma de explicación "consecuente". ¿Qué necesidad tengo, ahora, de saber por qué hace, diez, quince años, alguien me dijo o hizo algo que me molestó, que me tambaleó? No, prefiero cien veces el absurdo, el esperpento.

seamos cínicas -

El absurdo... Yo ya no quiero ni saber. Ni explicaciones ni nada. He llegado a un momento en el que me da igual encontrar o no explicación a ciertas cosas que me preocupaban. Posiblemente no la haya.

El absurdo está ahí y habrá que disfrutarlo, me imagino. O por lo menos, ésa es mi intención.