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De espaldas

Una pobre casa pobre



Cuatro paredes.
Vestidas de azul añil.
Amparándose entre ellas,
como los ancianos que se sujetan del brazo
para dar su paseo vespertino;
repitiendo caminos,
desgastando el aire.



Se sostienen,
piedra sobre piedra:
losa arrancada del valle
que fue mar no hace mucho.


Se mantienen,
enlucidas por el aljez rojo que,
brillante,
deja ver un desnudo indiscreto
cuando su piel va cayendo:
desconchados que son úlceras
por donde supura el ánimo
ya cansado de aguantar.


No se rinden.
Esas cuatro paredes,
que por dentro son más,
muchas más,
casi infinitas.


Dividen vidas y muertes
como en su momento multiplicaron
penas y restaron alegrías.
Cortinajes raidos,
descolgados,
ocultan los lechos
en los que aún descansan los sueños
que nunca fueron despertados.


El candil ya no tiene aceite.
La vela ya no tiene mecha.
La luz es menos luz entre esas cuatro paredes.
El día es menos día sin sombras
que maticen el brillo de las lágrimas.


No hay lámparas,
demasiado lujo para una casa tan pobre.



Para Kiri

4 comentarios

Bambolia -

Ojalá llegase a serlo, ojalá.

Otro muac para ti.

Erizo -

Excelente el poema Bambi!
Y el paisaje, sin palabras.
Lo de q ha vuelto a ser tu casa llega al alma hija.
muak

Bambolia -

Sí, llevamos tiempo, :-) y qué rápido pasa todo...

Es el Mas de los Clerios -de los Clérigos-. Ya te expliqué: medio arrasado por el fuego. La foto está tomada desde la carretera, junto a lo que es el río Valdelinares. Mi familia dice que era un lugar muy hermoso: había una chopera en un lado, y las extensiones de las eras... Me gustaría tanto poder decirle a mi tío que ha vuelto a ser nuestra casa, :-(

Mi primer apodo en intert fue Clerios; mucha gente me confundía con un hombre.

Gracias por tus palabras

Kiri -

Gracias, Bambi. Me siento muy honrada, de veras.
(Aunque no lo sea, jaja). Bueno,esto es un juego de palabras tontín.

Es un lugar alucinante el de la foto, con esa luz dorada que suaviza el paisaje. Esa ladera parece mullida como un edredón. Dan muchas ganas de tumbarse en ella.
Y en el precioso poema detuviste el tiempo con tu mirada, como has hecho en otros.
Me parece admirable esa capacidad de pararte a contemplar, de atreverte a mirar, que tienes. Nos pones a mirar contigo y es fascinante.
Es pura poesía. Y qué bueno, que seas capaz de expresarlo, de sentirlo, de compartirlo.
No sé, creo que algunas personas tenemos una forma de sentir que es nuestra debilidad y nuestra fortaleza a la vez.
Qué bueno, poder leernos.

Un beso.

(Ya llevamos tiempo leyéndonos, ¿eh? ;-)