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De espaldas

Palizas a 150 euros

Seguimos con las sentencias. Por desgracia, la verdad. Porque no es muy agradable que una sentencia destaque en la prensa por lo aparentemente injusta que resulta a ojos del que desconoce los vericuetos judiciales pero que tiene dos dedos de frente y un poco de sentido común.

Una vez más, el asunto juzgado ha sido un caso de malos tratos: una mujer apaleada, al menos cuatro veces, por su marido.

Destaco un párrafo de la noticia, que a mí particularmente, me ha dejado perpleja:

El fallo recoge como hechos probados cuatro agresiones a la mujer, que precisó de atención médica, cuando la pareja estaba en proceso de separación. La sentencia señala que "no se trató realmente de una situación permanente de trato violento, sino más bien de un periodo muy concreto para poner fin a su relación, con el consiguiente nerviosismo y crispación que ello suele originar normalmente".


O sea, que ahora resulta que porque uno se pone nervioso y se crispa y no sabe controlarse, las acciones que se deriven de esa crispación serán menos dañinas o más entendibles porque fíjate tú, pobret, es que estaba nervioso y le dio por pegarle unos cuantos palos a la mujer, por aquello de desfogarse y tal....

Y claro, como no ha habido malos tratos continuados -¿a partir de cuantas palizas considerará una jueza que ha habido malos tratos continuados? ¿a partir de diez, de doce, de veinte?- le condenan a 600 euros de multa por una falta de lesiones. Nada, a 150 euros por paliza. Le sale bien al caballero -por decir algo-: cuatro hostias bien dadas marcándole la mano en la cara, dos o tres pataditas en los costados y un puñetazo en la boca, y uno se queda como nuevo. ¡Total, el precio a pagar por tamaño desfoge es peca minuta!

No lo entiendo, de verdad. No lo entiendo.

1 comentario

Ana -

Ayy...Es que estos temas me pueden, lo juro me pueden. Qué puedo decir que no hayas dicho guapa.