Blogia
De espaldas

La clausura



Se me cayó un fonema.

Hace media hora que lo busco.

¡Ilusa!

Creí que lo hallaría agazapado

entre las rendijas de la persiana.



Viene el aire a dar las buenas noches.

Se va la certeza de que los días no mueren.



Descubro en el escritorio

una voz que no conozco.

Me recuerda que no es decente

defender a un perdedor.



Callada y callada y callada.

Sin molestar, por si acaso.

Colgado el cartel de "silencio, por favor".



Perdí la oportunidad de apoyarme

en un recodo de mi nuca.

Sólo queda dormir en el jergón.



Mis labios enmudeciron hace ya una semana.

Por méritos propios.


4 comentarios

Bambo -

Gracias, Kiri.

Yo dejo caer tantas cosas que no sólo son fonemas...

Kiri -

Nunca se me ha caído un fonema, que yo recuerde, pero, si se me cayera también creería encontrarlo en las rendijas de la persiana.
Precioso, precioso y precioso.
:-)

Bambolia -

Sí, Ana, es mío.

De ayer a hoy he hecho algunas modificaciones. Anoche estaba algo "ofuscada" y no reparé en algunas cacofonías.

Anaijim -

Casi da corte decir algo... ¿es tuyo? Es muy sugerente. Pero mejor voy a seguir leyéndolo en silencio...