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De espaldas

Malos tiempos para la lírica



Bueno, en realidad, no son malos tiempos para la lírica. Más bien son malos tiempos para la prensa del corazón que tiende al amarillismo más recalcitrante. ¿Por qué? Pues porque el Tribunal de Estrabusgo dio la razón, el pasado mes de junio, a Carolina de Mónaco, en su lucha por conseguir algo de privacidad en su vida de diario, pese a ser un personaje público. Según esta sentencia, Alemania no adoptó las medidas legales pertinentes para conseguir que ciertas fotografías, tomadas cuando la princesa no estaba ejerciendo como tal -o sea, no acudía ni presidía ni nada parecido ningún acto público-, no fueran publicadas en la prensa del corazón. ¿Y qué consecuencias puede tener algo así? Intuyo que las de que muchos de los famosos que hoy en día tienen miedo de echar una cana al aire por si son pillados in fraganti, por poner un ejemplo, se relajen al tomar consciencia de que para que los saquen en la prensa, a partir de ahora -es un decir, porque es la primera sentencia emitida en este sentido, con lo que lo de la jurisprudencia todavía no es demasiado consistente; al menos, eso creo, claro- habrán de solicitar su expresa autorización, o sea, que para que se publiquen imágenes suyas será necesario que hayan dado, con anterioridad, su consentimiento.

Anoche, en Crónicas marcianas -sí, veo "ése" tipo de programas ¿qué pasa? :-P - valoraron hasta qué punto eso iba a afectar a los muchos programas de televisión que hoy en día viven de robados y persecuciones a famosillos de tres al cuarto -y no tan tres al cuarto-. Conclusión: está por ver, entre otras muchas cosas, porque son pocos los famosos que eligen la vía de la protección de sus derechos, sobre todo, si tenemos en cuenta que muchos de ellos -no todos, pero bueno...- viven de vender su vida en fascículos.

Elvira Lindo habla hoy en Periodista Digital -no sabía yo que esta mujer publicaba ahora en este medio... sé que no se ha de juzgar al escritor por la facción política del canal informativo elegido para expresarse, pero estos del PD son de un tendencioso que asusta, vamos, que de independientes tienen poquito, :-/ - sobre el fenómeno de la telebasura, arremetiendo contra ella. Tiene razón en casi todo, pero empieza mal: títula a su columna "Cotilleo", cuando realmente, lo que se está viendo en la televisión privada actualmente, no es eso, sino algo mucho más burdo y elemental: un contínuo tablón de anuncios, en el que se cuelgan todas las bajezas e instintos más primarios del ser humano. Nada edificante ni trascendental, estamos de acuerdo. Pero sí una reflejo de lo que es nuestra sociedad. Creo que eso tiene poco o nada que ver con el cotilleo, que no dejaría de ser un mal menor, o un pecado venial, de esos leves e irrelevantes, y mucho o todo que ver con el morbo que provoca el contemplar la desgracia ajena o los cuentos de hadas -que para eso ya se necesita pegarse un chute de masoquismo en estado puro-. De todas formas, a mí estos programas me hacen reir mucho. Pero que mucho, mucho, mucho. Será que soy una mala persona, :-)

Pdta. Dejo el enlace a un artículo de opinión en el que hablan de este asunto. Eso sí, son mucho más mordaces que yo, :-)

8 comentarios

Bambolia -

Sí que es chocante, sí. Porque por una parte ejercen de padres -y de ahí que los contrarios critiquen el afán paternalista del gobierno- y por la otra, tratan de tontos a los que, supuestamente, son como ellos. Y lo mejor es que a nadie le gusta, pero va y resulta que los índices de audiencia dicen lo contrario. Al paso que va la burra, será más apropiado reconocer que se ve una película porno de cuando en cuando a afirmar que una ve un ratito de Crónicas Marcianas por la noche, antes de irse a dormir -y que conste que no me parece mal lo de las pelis porno, pero habitualmente no es algo que se comente en la hora del café-.

Gru -

No he leído el artículo de la Lindo así que no puedo opinar sobre él, pero sí es cierto eso que dices sobre la diferenciación que quieren hacer con respecto a la masa muchos intelectuales de izquierda. Es paradójico.

Bambolia -

no tiene desperdicio. Sobre todo por lo de las personas honradas, que manda narices que sea ella precisamente la que hable de clasificaciones entre buenos y malos. ¿Qué pasa, que por ver a ratos Aquí hay tomate soy una indeseable o una corrompida? Enga ya... y que me lo diga la que ha estado, durante varios veranos, escribiendo la sección de "Tinto de verano" en El País... con la cantidad de estereotipos que emplea y el populismo tan de andar por casa del que hace gala... debería de entender que lo que está ocurriendo no es un fenómeno insólito, como ella dice, sino algo que se ha repetido a lo largo de la historia en muchos espectáculos. Y sino, que se acuerde de los esclavos que morían en las fauces de los leones, allá por el siglo I d.c., en Roma...

Con esto no quiero decir que se hayan de fomentar este tipo de programas, sino más bien, que me asombra que los que se hacen oir lo hagan para rasgarse las vestiduras y no lo hagan para aportar soluciones.

Me repatea enormemente que se menosprecie tanto a la masa, leñe, y más todavía que lo haga la gente que, en apariencia, defiende posturas de izquierdas.

He dicho, :-)

Bambolia -

Lo que sí que me ha dejado un tanto descolocada ha sido la columna de Elvira Lindo, porque no me esperaba de ella una reacción tan "seria" sobre este asunto. El párrafo

"Pero las personas honradas deberían negarse a asumir ciertos lugares comunes que los empresarios y profesionales millonarios de ese boyante negocio han puesto en circulación, como, por ejemplo, que todo el mundo tiene un botón para desconectar."

Bambolia -

Completamente de acuerdo, Gru. Es muy peliagudo, porque lo que está ocurriendo últimamente con la prensa del corazón, sobre todo, con la que se publica los lunes y con la mayoría de los programas televisivos, es que de tanto querer averiguar, se roza el esperpento. Pero no un esperpento simplón, no. Un esperpento elevado al cubo, por decir algo.
Esta semana andan -los de Aquí hay tomate- a vueltas con si Jesulín de Ubrique y su ex-pareja se dieron un piquito en el garaje de una finca... Es increíble, pero cierto... y se va tanto de madre que al periodista que dio la noticia, siempre supuesta -es que al paso que va la burra, se va a poder decir cualquier barbaridad, siempre y cuando se tenga la precaución de emplear el término "supuesto delante-, lo han despedido fulminantemente. Y luego salen hablando por teléfono personas que dicen que es verdad, indignadísimos, porque lo único que ellos pretenden es que no se mienta... y todo va derivando en lo que hasta hace bien poco era conocido como los patios de vecinas -expresión un tanto denigrante, por cierto-. Dimes y diretes por los que se acaba sacando los pies del tiesto.

De todas formas, para mí que esto de la sentencia va a tener poca repercusión en las formas de hacer ese tipo de periodismo, o en poner unos límites, porque da mucho dinero y salvo peticiones expresas de respeto hacia la intimidad, obviarán el pedirlas ellos de motus propio.

Gru -

Sobre la función pública de Carolina... Representar a Mónaco y representar a su marido en las cosas del Gotha. Más que funciones públicas negocios familiares (quiere sacar todo el beneficio posible de la prensa sin ceder un ápice). Por fotos que le saquen montando a caballo no es para ponerse así. Es posible que intente evitar con esto que saquen las contínuas borracheras y peleas de su marido, que no dan la imagen deseada de glamour y saber estar que, en teoría, le corresponde como príncipe.

Gru -

No es un tema fácil, la verdad, aunque parezca muy frívolo. El hecho de que muchos de ellos sean figuras públicas y saquen provecho de ello se debe a su salida en la prensa. Porque por ejemplo, hay personas que ejercen una función pública relevante como (es un ejemplo) el Fiscal General del Estado, y no lo sacan cuando se baña en la playa.

Carolina etc. son el resultado de la campaña de Grace Kelly por convertir Mónaco en un sitio de glamour a donde fueran a veranear y dejarse el dinero aquellos que se quieren arrimar al glam. Posteriormente, la familia siguió con el negocio familiar de jugar con la prensa para lo que le conviene y protestar cuando les sacan los trapos sucios.

Lo cierto es que, esos trapos sucios, que nos reconcilian con la condición humana de las princesas y nos calman, son excesivos, a veces, porque llegan a denigrar a la persona afectada. Y es eso lo que se debe evitar.

Bambolia -

Y cada vez abuso más de entreguionar para matizar sobre ciertas cosas... amén de los puntos suspensivos... tendré que reciclarme, que no está bien esto de redactar al tun-tún, :-(