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De espaldas

Machuca



La vi ayer por la tarde. La proyectaron, en preestreno, en el Club Diario Levante a finales de mayo pasado -sino recuerdo mal-, pero aquella noche me venía fatal y la dejé pasar. Este fin de semana estaba programada dentro de las actividades culturales previstas para el mes de octubre, en la Casa de la Cultura, de la que ya hablé en otra anotación reciente.

Muy poca gente en la sala, creo que alrededor de una veintena de personas. Pensé que historias así, en las que se habla de algo doloroso, de cuestiones políticas, aunque sea de refilón, no gustan. Y es cierto, yo soy la primera que huyo de las películas que sé que me van a hacer pupa... Si bien, en muchas ocasiones, depende de cómo se cuenten las cosas o de lo que una llegue a implicarse en lo que las imágenes le hacen sentir -todavía recuerdo cómo "vi" Domingo sangriento (Bloody Sunday): tapándome la cara con la chaqueta durante casi toda la proyección- .

La película está dirigida por Andrés Wood. Para mí sorpresa, acabo de enterarme, al entrar en su página, de que La fiebre del loco, también es suya, con lo que lo he visto en persona -a Andrés Wood-, ya que cuando la preestreanron en el Club, acudieron él y una de las actrices principales -magnífica historia de perdedores, que te deja la sensación de "sitio maldito", de "ésa es la tierra de los olvidados"...- para su presentación.

Se desarrolla en Santiago de Chile, durante los días previos al golpe militar contra Salvador Allende, en 1973. Es la historia de dos casi-adolescentes, que por su estatus social, no estaban destinados a encontrarse, y que por las tendencias integradoras del director de un colegio religioso, acaban conociéndose y compartiendo experiencias. El asombro de ambos ante el mundo en el que cada uno de ellos se desenvuelve es patente -inevitable por otra parte- y en lugar de distanciarlos más, esas diferencias acaban convirtiéndolos en inseparables: es lo que tiene la novedad y el descubrimiento de otras existencias, de otras miradas, de otras realidades.

Si la historia finalizase con la muestra de cómo estos dos -a mitad de la película ya son tres jóvenes- casi adolescentes van afrontado los diversos avatares que la vida les ofrece, no dejaría de ser una mera constatación de un avance, de algo que se sabe de antemano, de una evidencia, no más. Lo cierto es que ver cómo reaccionan ante el primer beso o cómo hacen sus primeras pellas es interesante de por sí, pero la narración va mucho más allá: el fatídico día del golpe de Estado llega y con él, la afirmación de que existen diferencias insalvables, de que, el mero hecho de calzar unas zapatillas marca Adidas, va a señalar la pauta de quiénes son los buenos y quiénes son los malos -la concepción de buenos y malos desde el punto de vista de los contrarios a Salvador Allende-.

Para acabar, sólo dos apuntes en forma de impresiones: el primero, que el final me llegó de sopetón, como si hubiese estado paseando, a ratos, en un hermoso jardín de flores, y al salir de éste, sus guardianes, me hubiesen despedido con una sonora bofetada. Recordé, casi de forma inmediata, que esa sensación fue la misma que me provocaron las últimas escenas de La lengua de las mariposas, muy cercana al desasosiego, al dolor que no sabes en qué parte de tu cuerpo colocar. El segundo apunte: la frase que pronunció uno de mis amigos cuando ya estábamos en la calle. Dijo "y mientras tanto, nosotros éramos felices en la escuela"-los tres teníamos siete años cuando el golpe militar de Pinochet, más o menos la edad, tirando a la baja, de los protagonistas-.

Otra crítica.

10 comentarios

lola -

Odalys,
"Lápices" no es como llamaban a los adolescentes. El nombre de lo que sucedió esa noche se lo pusieron años después, porque los chicos secuestrados (y torturados y asesinados) eran estudiantes involucrados, entre otras acciones de militancia, en la lucha por el boleto estudiantil.
Por otra parte, se están realizando bastantes películas sobre la dictadura militar argentina. "Kamchatka" es una para ver, dirigida por el mismo director de "Tango Feroz" (Marcelo Piñeyro).

Odalys -

muy cómica yo, quería empezar diciendo "Bambolia:" y lo he puesto como mi nombre, decididamente necesito almorzar. :))

Bambolia -

Nunca es tarde, ya verás que te gusta "Corazón", es conmovedor y no pasa de moda.

"La vida es bella" es de las películas que HAY que ver, más allá de lo que tiene de triste es un canto a la vida, al amor que nos gustaría recibir y dar.

Me pasa parecido con los valientes, no les creo si no sienten miedo; pero de verdad, nunca nuestra propia fuerza se mide en frío, así podemos abrir la boca y decir "yo echaría a correr" o "delataría" o ... pero sólo cuando nos toca, realmente conocemos a ese que tenemos dentro.

Por la misma razón no he visto "La pasión de Cristo" pero espero verla, me gusta contrastar lo que siento, de lo contrario se me queda colgado, como una deuda.

Bambolia -

No lo tengo yo tan claro, Odalys... aunque en situaciones extremas, nunca se sabe, la verdad... lo único que sé es que me identifico bastante con los malos de la película, cuando, por ejemplo, leo sobre gente que "ha traicionado" a otra gente, en situaciones en las que les iba la vida o algo muy importante, trascendental. Nunca entenderé el porqué existe una fijación desproporcionada hacia el héroe, el valiente, cuando en la mayoría de los casos, son personas que van en contra del puro instinto de supervivencia.

"La vida es bella" es otra de las muchas películas que no he visto, por aquello de "autoprotegerme". Al igual que tampoco he visto "La lista de Schindler" y otras tantas en las que se habla sobre masacres o tropelías -por ejemplo, "Te doy mis ojos", otra que tengo pendiente-.

Me he de armar de valor cada vez que decido ver una película de este tipo. Me cuesta mucho, después, desvincularme de lo que me han contado.

Me quedo con los dos títulos que citas, Odalys. Y ahora que recuerdo, sabía que lo de "Corazón" me sonaba de algo: está en casa de mis padres, en una caja, guardado junto a un montón más. Ni recuerdo cuándo me lo regalaron... -de niña, mis padres y abuelos siempre nos traían libros para Reyes-. Lo que sí sé es que no lo leí en su momento.

Odalys -

Creo que nunca sabremos de nuestros límites hasta vivirlos en carne propia.
Me impresionaron otras películas como "Tango feroz", "La vida es bella" que dejan el sabor de que se puede romper el miedo aunque nos quede un sentimiento de impotencia y la duda de que podamos vencernos.
"Tango feroz" y "La noche de los lápices", son argentinas y se las recomiendo mucho. Hay otras sobre este tema de las dictaduras, desaparecidos... que desgarran. Bambolia, "lápices" era como llamaban a los chicos (adolescentes).
"Corazón" es un libro obligado, seguro te gustará, igual nunca te preparas para su final.

Bambolia -

Vi "la lengua de las mariposas" en el cine, y ese puñetero reparo mío de llorar en público me hizo aún más difícil de asimilar el doloroso final, amén de que la piedra en la mano del niño es como si se la estuviesen tirando a una, Vero. No recuerdo una película que me haya impresionado tanto como esa, por su desenlace... quizás "Dogville" también, por lo sorpresiva que es, y "Silencio roto" -de la que he hablado más de una vez por acá-, pero esta última fue por lo que supuso estar al lado de los maquis en los que se había basado la historia, y por supuesto, por la narración, porque, generalmente, lo que más llega, lo que más impacta, lo que más se recuerda, no es la violencia explícita, sino esas imágenes en las que sin decir nada claramente, se sobreentiende absolutamente todo. Y en eso, "Silencio roto" es un ejemplo contínuo.

Alguna vez he intentado ponerme en la piel de una persona que haya pasado por una situación similar, Roberto, y me resulta imposible. No soy capaz de vislumbrar qué habría hecho yo en una situación así. Una cosa tengo clara: hubiera sido una cobarde. De eso estoy completamente segura. Arrollada por los acontecimientos...

Roberto -

Yo tenía 16 años para el golpe, estaba en la universidad, estudiaba Licenciatura en Filosofía, -siempre fui precoz- y te digo Bambolia, que el antes y el después, de una u otra manera, nos marcó a todos. Nadie salió ileso. Hasta ahora hay resabios, dolores y situaciones que llegaron para quedarse.
Machuca, el Wood, la historia reciente. Tú allá, yo acá y hablando de esto. Amazing.

Vero -

Uauuu... que identificada me he sentido leyéndote. con la lengua de las mariposas literalmente me senté a llorar a gritos, mientras me apretaba la panza de dolor. Y en cuanto a Machuca, la vi en el cine, en Madrid, antes de que la estrenaran en chile (no deja de ser curioso) y a los 5 minutos estaba hecha una sopa porque las escenas del colegio estaba grabadas en el campus de mi universidad y me invadio la nostalgia. después lloraba cual magdalena en escenas de amor materno, por ejemplo cuando la mamá de matías se mete en su cama, de puro acordarme de mi niño que se me quedó en Chilito... bueno, los llantos del final fueron ya más compartidos con el resto de la sala, producto esperado del descenlace (increíble igual, en mi opinión).
Grandes peliculas ambas...
saludos!

Bambolia -

No. La última que vi argentina, si mal no recuerdo, fue "El abrazo partido" -creo que en el apartado de Opiniones Heterodoxas hablo de ella-. Tomo nota de la que citas, y veré si puedo conseguirla.

En cuanto a "Corazón", tampoco. ¿Recomendable? Ya me dices algo, que siempre prefiero opiniones de gente cercana a las que se encuentran a través de google.

Odalys -

Trataré de verlas, gracias por los enlaces Bambi. Has visto la argentina, "La noche de los lápices"? Películas crudas pero necesarias aunque sea para saber lo que no queremos para nosotros y reflexionar.
Han leido "Corazon" de Edmundo de Amicis?