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De espaldas

La ley del mínimo esfuerzo



Cuando ayer leí en el periódico Levante que en las puertas del campo de fútbol Mestalla se mercadeaba, el viernes pasado por la noche, con las preguntas de varios exámenes para el acceso al grado superior de Formación Profesional, porque éstas se habían filtrado, no me sorprendí demasiado, la verdad.

¿Quién no ha copiado o ha empleado alguna que otra chuleta para salir del paso en un examen que no ha terminado de preparar como tocaba? Aquí serviría lo de "quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra" -aunque soy consciente de que existe gente que nunca ha recurrido a estos subterfugios para pasar una prueba, pero son los menos-.

Cuando estaba estudiando COU, en un par de ocasiones, los que teníamos como optativa la asignatura de griego, llenamos la pizarra de supuestos análisis sintácticos y traducciones que en realidad eran meras transcripciones -empleando el alfabeto griego... pero lo que en realidad se leía eran frases en castellano- de los epígrafes de cada uno de los temas que iban para el examen de Historia Contemporánea, que era la materia que teníamos a continuación. La cosa funcionó a la perfección, porque no eran datos concretos, sino ideas generales, y no fue necesario memorizar tanto. Se estropeó -eso creo- cuando alguno de los compañeros que tenían Historia del Arte como opcional, le fue con el cuento al profesor. En el siguiente examen, entró y borró directamente la pizarra, sin más explicaciones.

Pasados los años, me sonrío recordando los nervios que pasamos durante los minutos previos, cuando no nos poníamos de acuerdo en cómo darle verosimilitud a la chuleta pizarril... quizás soy benevolente si digo que aquello no pasó de ser una chiquillada, porque lo único que hacíamos era dejarnos pistas a la vista por si fallaba la memoria, pero si antes no habías estudiado el temario, las pistas no servían de nada.

Este asunto me parece distinto. Y ya no me provoca tanta gracia. De hecho, hasta lo miro con tristeza. Resulta obvio que algo está fallando cuando se llegan a estos extremos de ponerse en un punto fijo y cobrar por unas preguntas que, supuestamente, nadie que no fuese personal afín a las pruebas selectivas, debería conocer. Ya sé, ya... es algo que siempre se ha hecho -me refiero lo de intentar conseguir las preguntas de un examen y luego comerciar con ellas-, pero que se sepa y que la administración no ponga remedio, es un tanto lamentable.

2 comentarios

Sponge -

Además, de mercadeo de gente a la que ni le va ni le viene. Porque antes también había mercadeo, pero del de "yo te digo lo que nos han puesto en mates, y tú me dices lo que te han puesto en lengua." Ese otro tipo de venta de preguntas es vergonzoso. Y más vergonzoso aún el que se sepa.

Sinfo -

Es verdad que ha habido un cambio y a mí tampoco me gusta nada. Antes, la cosa del chuleteo y eso tenía un matiz de compañerismo, como en la anécdota que has contado, Bambi.
Ahora va de mercadeo, puag.