Blogia
De espaldas

La estancia


Hubiese preferido enmudecer.

Porque siempre callo mejor que hablo.

Y, sin embargo,

te regalé una docena de palabras

y dos silencios para que pudieses entenderme.


Las manzanas todavía están verdes.

Aunque el tiempo diga que murieron anteayer.

¿No sabes que mi reloj sólo marca las horas

cuando la campana de la iglesia

llama a los fieles a rezar?


El cajón de la cómoda

nunca se cerrará como Dios manda.

Está vacío.

Probé a plegar los espacios,

como se hace con los manteles de hilo.

Líneas perfectas

con olor a membrillo.

No hay más huecos

que llenar.

Tu espalda

permanecerá de espaldas

a la estancia.


Hubiese preferido caminar.

Porque siempre ando mejor que sueño.

Y, sin embargo,

me imaginé calzada con los zapatos de Dorothy

y di por hecho que el rojo era el color perfecto.


Dos mentiras llevo en mis bolsillos:

una, la que construimos juntos

creyéndonos maestros carpinteros.

La otra, la que tejí cada madrugada

pensando que el camino de baldosas amarillas

te traería hasta mí.


Creí que algún día aprendería a contar.

Hoy sé que restar es mucho más fácil que sumar.



La imagen que ilustra la entrada es un cuadro de Martiniano Scieppaquercia y se titula "Sobre el mueble".

.
.

11 comentarios

Bambo -

Elena, de eso se trata: de no idealizar tanto, que aunque de cuando en cuando es bonito acordarse de \"El mago de Oz\" y de los zapatos rojos de Judy Gardland -por poner un ejemplo de mundo ficticio, de ensoñación-, hacerlo de manera habitual es pernicioso -por cierto, una curiosidad medio fuera de lugar, pero bueno: en el cuento original de \"El mago de Oz\", los zapatos de Dorothy no eran rojos, sino plateados, pero como no resaltaban demasiado cuando comenzaron a filmar, los cambiaron a rojos-.

Cuando estaba escribiendo el poema -o lo que quiera que sea- me vino a la cabeza la película de Wody Allen \"La rosa púrpura de El Cairo\": un ama de casa, trabajadora fuera de casa, que se metía en un cine local para olvidar sus penas -su marido era una de ellas, y la vida oscura tipo novela dickensiana, otra-. Los personajes de la película que está viendo acaban invandiendo su vida y la historia es una mezcla de realidad y ficción... Huir de la realidad recreando fantasías es una forma de subsistir, está claro. Pero también es una forma de no afrontar los problemas. Y de eso, hoy en día, hay mucho.

Elisa, algún día seguro que sumar será mucho menos complicado que restar. Pero se necesita tanta constancia... :-(

Sponge, por eso entrecomillé lo de la supuesta imperfección. Me da en la nariz que la cuestión se confunde: no se trata de ser o no ser perfecto, que sinceramente, eso no creo que lo sea nadie, porque vaya tela lo insoportable que sería, sino de formas de vida, de visiones del mundo, de costumbres, de detalles, de tonos de voz, de silencios, de conversaciones... en definitiva, de lo que nos hace distintos a cada uno. Nos cuesta aceptar lo que no nos resulta familiar, por eso lo tildamos de \"imperfección\"...

De todas maneras, si hablamos de convivir, sí que es necesario acoplarse, ceder y equilibrar ciertas situaciones. Y eso no sería pulir imperfecciones, ni pretender cambiar al otro para que se parezca más a nosotros.

Me viene a la cabeza la idea con la que, al menos a las mujeres de mi generación, nos educaron con respecto a los hombre: mujer redentora que es capaz de modificar hábitos \"indeseables\" para llevarse a su terreno al macho-man y tenerlo atado y bien atado... No sé si me explico. En fin, que de veinte versos o poco más, se pueden rascar muchas cosas.

Lía, es cierto que no los conocíamos. Es más, no los llegaremos a conocer nunca. Los duelos son necesarios. Lo jodido del asunto es dejar de lado a una persona que ha formado parte de tu vida durante un período y no volver a saber de ella en años, o quizás ya, de por vida. A mí eso sí que me afecta. No lo termino de entender. Quizás sea que la otra persona necesita bloquear esa parte de su vida para seguir adelante o sencillamente, que no le da la importancia que tú hayas podido darle. En menor manera, es como cuando conoces a un tipo una noche, vuelves a coincidir con él esa misma semana en varias ocasiones y parece que ha surgido algo. Su insistencia hace que tú bajes las barreras y después, si te he visto, no me acuerdo. No tan así, pero paicido. Hacerse fuerte ante ese tipo de desencantos es jodido. Sobre todo, porque no sé porque santas narices ciertos hombres -por no decir la mayoría- se piensan que una es una histérica desesperada en busca de pareja-marido futuro padre de sus hijos.

Dices bien con lo de no valorarlo como una traición: no lo es, pero el primer impulso, el primer golpetazo, se siente como una bofetada basada en la mentira. Y eso, hace bastante pupa.

Y añado: todo esto es ficción, :-D

Lía -

Lo que está claro es, como decía Gala, que \"El amor es eterno...mientras dura\".

Pasado el tiempo creo que nadie era tan maravilloso como pensábamos al principio, ni tan horrible como nos pareció al final.
Sencillamente eran \"ellos o ellas\", ni mejor ni peor, solo que no los conocíamos bien.

Pasamos un proceso de duelo a cada desencanto, y en ocasiones llegamos a pensar si realmente vale la pena. Y sí, lo vale.

Nadie es inmensamente feliz toda su vida. Pero cuantos más momentos felices acumulemos, por insignificantes que sean, conseguiremos una existencia más llevadera. No hay que menospreciarlos porque no vengan con garantía de por vida. Solo (y es difícil, sí) hay que aceptar cada paso y su evolución no como una traición, sino como un tramo de compañía.
En definitiva, solos o acompañados, nuestra vida es solo nuestra.

Un beso,

PD. Me encantan estas líneas :):

Hubiese preferido enmudecer.

Porque siempre callo mejor que hablo.

Y, sin embargo,

te regalé una docena de palabras

y dos silencios para que pudieses entenderme.

Sponge -

Me ha hecho gracia lo de la \"supuesta\" imperfección, porque yo siempre digo que es una puñetera mentira lo de que \"nadie es perfecto.\" En mi modesta opinión, es al revés. Todos somos perfectos, y quien nos ve imperfectos es porque no sabe mirarnos. ¿Qué quiere decir eso de que nadie es perfecto? Cada cual es como es, eso no es bueno ni malo, ni perfecto ni imperfecto. Y quien te quiere te tiene que aceptar así, y punto. No hay vuelta de hoja. Tus \"defectos\" son los que te hacen ser tú mismo (también tus \"virtudes,\" está claro, el conjunto de ambas cosas). En \"El indomable Will Hunting,\" el psicólogo-psiquiatra o lo que sea (Robin Williams) le dice a Will (Matt Damon) a propósito de su propia esposa que esos \"defectillos\" eran lo que la hacían perfecta (ella ha muerto). Y es lo que yo opino. Todas esas cosas nos hacen únicos y diferentes de los demás. Por esas cosas se nos odia o se nos ama. Atraemos o repelemos a los otros. Sin ellas perderíamos nuestro matiz humano. Creo yo.

elisa de cremona -

sí, restar es más fácil.. es cierto... qué lástima

Elena -

Es curioso eso de \"idealizar\". Idealizamos, encumbramos, lo ficticio. A mí me gustaría estar en camino de \"idealizar la realidad\", lo que hay, que me parece mucho más práctico.
... O sea, lo que tú has dicho :)

Bambo -

Me alegro, Sponge, es una muy buena noticia, :-D La mejor, sin duda.

No sé por qué existe esa creencia de que el amor ha de ser para toda la vida -bueno, sí que lo sé: era y es una manera torticera de tener amarrada/o al otro para que la una te dé hijos y te los críe y el otro, te \"cuide\" y os alimente-: es una de las grandes mentiras universales, y si acaso no existe registro de mentiras universales, no estaría de más que alguien le dedicase un poco de su tiempo a crearlo. Nos ahorraría a muchos los tropiezos existenciales basados en puntos de partida falaces, inexistentes -y si alguien entiende esto último que he escrito, se lleva una piruleta de fresa de premio-.

Pues eso, que menos idealizar y más dosis de visión terrenal de las cosas, que luego pasa lo que pasa.

En todo caso, tampoco hay que prescindir de la ilusión, de la emoción y todas esas cosas... pero es que de donde no hay, no sé pué sacar, y a veces no sé qué puñeterías nos entran de querer redimir al otro cuando el otro está feliz con su \"supuesta\" imperfección...

Sponge -

Ya sa güelto loco el cacharro. Yo le he dau una vez sólo, he de prometer y prometo.

Sponge -

Yo creo que tenemos la creencia errónea de que las separaciones son malas. Es cierto que el momento en sí en que te das cuenta de que aquello se acabó es sumamente triste. Pero si te das cuenta de que estabas con un/a idiota que ni te apreciaba en lo que valías, pues la cosa cambia. Incluso habría que alegrarse de librarse de él o ella. Y más aún cuando te ponía cuernos, te robaba, o te maltrataba. A una amiga mía su ex-marido le ponía cuernos y le robaba. Le hizo dejar el trabajo para tener un hijo que a ella no le apetecía tener (pero a él sí, claro), y ella descubrió su engaño antes de que el peque tuviese un año. Afortunadamente, se dio cuenta pronto de que su vida era mucho mejor sin él.

El poema es bonito, pero hay algunas partes que no entiendo (ya sabes, la poesía no es lo mío). Curiosamente, pensé que lo había escrito un hombre, hasta que he leído \"calzada.\" No sé por qué.

Los análisis de mi padre dicen que está bien, todo limpio.

Ana* -

Ya, ya. Nos entendemos, nos entendemos :-)

Jugamos en el mismo equipo.

Bambo -

Gracias, Ana.

No sé si realmente es triste: tiene mucho que ver con hacer castillos en el aire... quizás, si nos dedicásemos más a vivir y menos a idealizar, muchas relaciones, incluidas las de una sola noche, no nos dejarían ese sabor amargo de la desilusión.

Es malo planchar: las ideas y los recuerdos recientes se cruzan con muy poca fortuna, :-D

Ana* -

Muy triste y muy hermoso. Ya sabes que yo no sé comentar poesía, pero me ha gustado mucho.