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De espaldas

Los canónigos, madre

Los canónigos, madre,
no tienen hijos;
que los que hay en su casa
son sobrinitos.

Ay, madre mía,
un canónigo quiero
para ser tía.

Seguidilla bolera, de Fernando Sor (1778-1829)

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¿Alguién puso en duda alguna vez que los curas no pudieran tener "sobrinos"?

6 comentarios

Bambo -

Más de lo que puedas imaginarte, J.A., bastante más, :-D

Dicen que septiembre es un mes en el que aumentan los divorcios debido a las desavenencias que surgen en las parejas por el largo periodo de convivencia en las vacaciones. No me extraña, de verdad. Y no me sirve eso de que si se quieren de verdad y bla bla bla pueden estar juntos sin problemas...

El cambio de estar o ver a una persona durante dos o tres horas al día -sin contar la noche- a pasar las 24 horas del día juntos, es brutal; máxime, si las vacaciones no se han concebido en plan turista, de visitar muchas cosas: si vas a un lugar en el que no conoces a mucha gente y con las actividades limitadas, el desacuerdo puede acabar fastidiando el descanso. Y si no hay desacuerdo porque una parte transige porque se acopla más facilmente, a la larga acaba acumulando cierto resquemor, que sale a la vista cuando menos lo esperas.

No deja de sorprenderme el argumento de "los polos opuestos se atraen"... Si no existen puntos de afinidad, es bastante complicado llevarse bien.

¿Me estaré convirtiendo en una vieja reguñona? Arggggg

J.A. -

¡Asocial, que eres una asocial!

Bambo -

Gracias, Ana, :-D

Yo no sabía quién era. La música no es lo mío, y si ya hablamos de algo que suene a clásico, apaga y vámonos...

Dentro de la programación "no teatral" -por llamarla de alguna forma- del Festival, hay un ciclo de música titulado "Siglos de Oro" -en mi apodo, el enlace-. De las dos actuaciones que nos pillaron allí, una el domingo 9 y la otra el 16, a la única que fuimos fue a la última, porque la primera, se nos pasó por alto -y por bajo, ja-. De hecho, yo me estuve todo el día encerrada en la habitación del hostal con la "pata" apoyada en un cojín, leyendo. Inciso: si alguno de los lectores de esta bitácora ha sido tan valiente de acabarse "El grito de la lechuza" de Patricia Highsmith, que me explique dónde reside la oportunidad de un final que, de tan abierto, tal pareciera que la autora ha reinventado el campo... cuando lo acabé, pasé varias veces las páginas por si acaso no fuera que me faltase algún capítulo....

Retomo: la letra la he extraido del libreto que repartían con toda la información sobre el ciclo. A ver si luego tengo un ratillo y copio algo sobre el tal Fernando Sor.

De los planes metafóricos, Ana, haberlos, haylos, ;-P

Lo que tengo muy, pero que muy claro, para próximos viajes en los que el motivo principal sea ver teatro clásico es que los haré sola, y no me refeiro a luego poder coincidir con más gente en el lugar, sino al hecho de ir a mi bola, sin agobios de "ahora toca arreglarse", "ahora toca deambular de garito en garito para alternar", "ahora toca..." lo que sea... De verdad, asumiendo el riesgo de ser desconsiderada y pecar de egoísta, misántropa y no sé cuantas cosas más: me he sentido como si estuviera casada -mal casada, se entiende-... no se puede generar tanta dependencia con respecto a ciertos asuntos. Máxime, cuando te das cuenta de que tus gustos y apetencias , en general, no tienen nada que ver con el de las personas con las que vas. A veces, el no tener una misma visión de la vida dicen que ayuda a enriquecerse, ya que te obliga a transigir y ceder... Yo digo que son más las veces que acaba generando tensiones estúpidas e incluso grandes dosis de mala leche. Y asumo la parte que me toca de cobardía, por no abrir la boca para decir "no más, por favor".

Al año que viene, sola. Que no me va a dar un jamacuco existencial si no salgo a tomarme una cerveza por la noche... de eso una no se muere.

Ana* -

Andá, pues a Fernando Sor lo tengo yo como colega mío de toda la vida. Verás, es que a mi madre le dio por hacerme estudiar guitarra (y luego ya seguí yo solo), y anda que no me ha tocado (nunca mejor dicho) interpretar partituras de este señor. El caso es que nunca supe quien fue, ni que hiciera letrillas tan graciosas. Porque graciosilla es, ¿no?

Bienvenida, Bambo. Por aquí nos asamos de calor. Ya nos cotillearás algo de lo tuyo por tierras manchegas, ¿no?, aunque sea en plan metafórico y eso. No te preocupes, aquí las cazamos al vuelo ;-)

Bambo -

¿Aspasienka? jajajaja, anda... que necesito un croquis, :-D

¿Transmutación? ¿Hermanamiento cibernético? ¿Lesbianismo sinfónico? ¿Lesbianismo a secas, sin preliminares?

¿Picarona yo? Quiá, quilla, quiá... Más bien el tal Fernado Sor y los aristócratas catalanes del XVIII, que no querían saber nada de la plebe pero para echarse unas risas a cuenta de sus costumbres les traían a colación siempre que podían. Miranda seguro que sabe quién es este gachó y ha de conocer letas de este tipo a patadas. Lo cierto es que es difícil aguantar la carcajada cuando estás escuchando a un señor todo vestido de negro, cantando muy sentidamente una letra de tanta enjundia, jajaja...

aspasienka -

Picarooooona...

:-))))