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De espaldas

La mascletà en casa

En el barrio en el que viven mis padres hay una falla que dispara su mascletà -el día 19 de marzo; sólo hay presupuesto para un día y ha de ser el del patrón- justo delante de la plaza a la que da parte de la vivienda, que está en la primera planta. Retiran los vehículos aparcados alrededor, colocan carteles advirtiendo de que la zona es una zona de fuegos y ya está. La seguridad de las viviendas que hay alrededor se ve que no les importa demasiado, para eso están los seguros de daños a terceros que se contratan para estos actos ¿culturales?.

Ayer grabé un vídeo de los últimos 30 segundos de la mascletà. Cuando lo descargué al ordenador la pista de audio se fue de parranda y todavía no ha vuelto, por lo que las imágenes no tienen ni de lejos la misma fuerza -falta justo el final, pero bueno...-. Pero aún así las he publicado porque, al verlas, uno se puede hacer una idea de hasta donde se llega con esta manía tan arraigada en nuestra cultura de que las tradiciones están por encima de todo:

A mí me gusta la pólvora y comprendo hasta qué punto es inseparable de la fiesta fallera. Pero lo que no me gusta es que me tiren los petardos en la puerta de casa, siendo como hay descampados y lugares mucho más apropiados para hacerlo.

6 comentarios

Bielka -

Mi nenita está hecha un bichejo. Ya te envío una foto.

Un beso

Sponge -

Gracias, guapa. ¿Qué tal tu nenita? Estará ya grandísima y guapísima. Ya me enviarás una fotico y yo te envío una de mis pichus.

Ya os contaré qué tal ha ido la mudanza.

Ana -

Me he acordado estos días de ti cuando hablaban por la tele de las fallas. Pobre Bambo, pensaba, andará aguantando el chaparrón.

Lo del video es de traca, nunca mejor dicho. ¡Pero si parece un atentado!

Muchos besos, aunque vaya despacito lo bueno es que vas p'arriba.

Bielka -

Por cierto, Sponge. Suerte con la mudanza. menudo tajo debes tener.

Un beso

Bielka -

Ahhgggg. Ya me lo puedo imaginar, Bambo. Te acompaño en el sufrimiento. Yo tampoco lo soportaría. Además, siempre me dan miedo los accidentes de este tipo, ya que la pólvora hay que manejarla con precaución y mucha precaución no suelen tener los niñatos que se divierten.

Por cierto, Yeltsin perdió dos dedos de una mano por jugar con petardos cuando era un niño y esos accidentes son más fecuentes de lo que parece, por desgracia.

Sponge -

Yo odio la pólvora. No la soporto. En Villalba tiraban petardos cada dos por tres, también, y a mí me ponían de los nervios. Sobre todo cuando las niñas eran bebés, que las despertaban a todas horas, incluso por la noche.
Esto de las mascletás es una cosa que no he entendido yo nunca. Cómo puede gustarle a la gente quedarse sorda y no poder respirar con la barbaridad de humo que se produce. Y eso que el fuego me encanta. Una buena hoguera siempre es una buena hoguera, pero lo del ruido y el humo es superior a mis fuerzas.

Por cierto, que este finde me cambio a mi nueva casita, y como mi marido ya ha pedido la baja del teléfono y el adsl voy a estar un tiempo sin internet, pero luego volveré a tener. Lo único es que no sé cuándo. Ya te avisaré.

¿Cómo va tu recuperación? Besotes.