Los odio con toda mi alma
Los odio. Los odio. Los odio. Los odio. Los odio. Los odio. Los odio. Los odio. Los odio. Los odio.
No puedo con ellos. De verdad. Me hacen la vida imposible. Voy a acabar con visitas diarias al psicólogo.
Al que se atreva a decirme que vivir en la plaza del pueblo mola mazo porque es muy céntrico y tal y tal, Pascual, creo que le tiro al degüello. Lo llevo fatal.
Me acaban de dar un susto de muerte, y eso que debería de estar acostumbrada, pero aún con todo, son imprevisibles. Hoy es fiesta en Valencia capital: San Vicent Ferrer -al menos eso creo, y si no es ése, el otro, San Vicente Mártir-. El resto de las poblaciones que están alrededor de la capi no han tenido esa suerte -ésta en la que vivo, por ejemplo-. Pero... pero... pero... como siguen habiendo idiotas que se acuerdan de la Iglesia sólo en los días así, pues ná... que a las siete de la tarde esta calle parecía un hervidero: ¡hala, tooooos a pasarse revista mutuamente bajo el beneplácito del cura párroco! ¡engaaaaaaaaaaa, que luego la Puri os dirá que por qué no fuiestéis a festejar al Santo más valenciano del mundo mundial!
Como colofón a toda fiesta que se precie en estas p**** tierras, si no se tira traca, es como si no hubiese pasado nada. Y claro, han salido todos de misa y ¡hala! tira de traca para que los vecinos tengan constancia de que son todos muy cumplidores y han ido a mostrar sus dentaduras "Profidén" en el escaparate parroquial. ¿Quién ha pegado un salto por el que casi se va de bruces al suelo? ¿Ellos? Noooooooooooooooooo, ¡qué va! Ellos estaban en el jolgorio festivalero pro-Rita Barberá Forever -o sease, tan hortero como la de la Copa de América con olor a paella europea-. ¿Alguién más cercano a la celebración de tan magnífico e importante evento? Sí. Todos los vecinos. ¿Y quién hay entre todos los vecinos que está planteándose el poner trampas caza-zorros en los bajos de los bancos de la Iglesia? YO. YO. Y Yo.
Traca para las bodas, cuando llegan y cuando se van. Traca para los bautizos, cuando llegan y cuando se van. Traca para las celebraciones religiosas, cuando se van. ¿Quién da más? Faltan los entierros. Y además, las jodidas campanas que a las nueve de la mañana, sea sábado, domingo o lunes, están dando por saco al personal. Y luego a las diez. Que digo yo que cuanta gente en este pueblo va a misa... que no es normal, que este cura debería preocuparse por la salud mental de sus vecinos más próximos y concentrar los servicios eclesiásticos en uno por la mañana y otro por la tarde, digo yo...
Esta tarde, cuando he llegado del trabajo, justo he aparcado en la plazoleta donde está la iglesia. Eran las cuatro de la tarde. Una mujer se me ha acercado, cuando ya estaba camino de mi casa, y me ha preguntado si yo sabía si hoy, a las 4.30, había un entierro. Le he tenido que mirar con una cara cuando le he dicho que no tenía ni idea, que la mujer me ha respondido, de manera airada, diciéndome "oye, oye, perdona ¡eh!". ¡Joder! Encima gacetillera local, leñe. Es lo último. Entiendo que la mujer tuviese dudas y que ella no tenía la culpa de que yo esté hasta el pirri de estos beatos... pero digo yo que lo último que me faltaba era ponerme en la higuera que hay frente a la puerta de la iglesia en plan "Informadora eclesiástica".
No puedo con ellos. De verdad. Me hacen la vida imposible. Voy a acabar con visitas diarias al psicólogo.
Al que se atreva a decirme que vivir en la plaza del pueblo mola mazo porque es muy céntrico y tal y tal, Pascual, creo que le tiro al degüello. Lo llevo fatal.
Me acaban de dar un susto de muerte, y eso que debería de estar acostumbrada, pero aún con todo, son imprevisibles. Hoy es fiesta en Valencia capital: San Vicent Ferrer -al menos eso creo, y si no es ése, el otro, San Vicente Mártir-. El resto de las poblaciones que están alrededor de la capi no han tenido esa suerte -ésta en la que vivo, por ejemplo-. Pero... pero... pero... como siguen habiendo idiotas que se acuerdan de la Iglesia sólo en los días así, pues ná... que a las siete de la tarde esta calle parecía un hervidero: ¡hala, tooooos a pasarse revista mutuamente bajo el beneplácito del cura párroco! ¡engaaaaaaaaaaa, que luego la Puri os dirá que por qué no fuiestéis a festejar al Santo más valenciano del mundo mundial!
Como colofón a toda fiesta que se precie en estas p**** tierras, si no se tira traca, es como si no hubiese pasado nada. Y claro, han salido todos de misa y ¡hala! tira de traca para que los vecinos tengan constancia de que son todos muy cumplidores y han ido a mostrar sus dentaduras "Profidén" en el escaparate parroquial. ¿Quién ha pegado un salto por el que casi se va de bruces al suelo? ¿Ellos? Noooooooooooooooooo, ¡qué va! Ellos estaban en el jolgorio festivalero pro-Rita Barberá Forever -o sease, tan hortero como la de la Copa de América con olor a paella europea-. ¿Alguién más cercano a la celebración de tan magnífico e importante evento? Sí. Todos los vecinos. ¿Y quién hay entre todos los vecinos que está planteándose el poner trampas caza-zorros en los bajos de los bancos de la Iglesia? YO. YO. Y Yo.
Traca para las bodas, cuando llegan y cuando se van. Traca para los bautizos, cuando llegan y cuando se van. Traca para las celebraciones religiosas, cuando se van. ¿Quién da más? Faltan los entierros. Y además, las jodidas campanas que a las nueve de la mañana, sea sábado, domingo o lunes, están dando por saco al personal. Y luego a las diez. Que digo yo que cuanta gente en este pueblo va a misa... que no es normal, que este cura debería preocuparse por la salud mental de sus vecinos más próximos y concentrar los servicios eclesiásticos en uno por la mañana y otro por la tarde, digo yo...
Esta tarde, cuando he llegado del trabajo, justo he aparcado en la plazoleta donde está la iglesia. Eran las cuatro de la tarde. Una mujer se me ha acercado, cuando ya estaba camino de mi casa, y me ha preguntado si yo sabía si hoy, a las 4.30, había un entierro. Le he tenido que mirar con una cara cuando le he dicho que no tenía ni idea, que la mujer me ha respondido, de manera airada, diciéndome "oye, oye, perdona ¡eh!". ¡Joder! Encima gacetillera local, leñe. Es lo último. Entiendo que la mujer tuviese dudas y que ella no tenía la culpa de que yo esté hasta el pirri de estos beatos... pero digo yo que lo último que me faltaba era ponerme en la higuera que hay frente a la puerta de la iglesia en plan "Informadora eclesiástica".
24 comentarios
Bambolia -
Kiri, me pongo tapones para dormir, jajaja, al más puro estilo americano. Porque si no tuviese bastante con las campanicas, tengo una tapa de alcantarilla justo debajo de la ventana de la habitación en la que duermo, y vivo en un primero. Como no, y eso imagino que será debido a alguna ley de Murphy, los coches, cuando pasan, no la evitan y siempre, siempre, siempre, circulan por encima. ¿Qué ocurre a las doce de la noche cuando to quisqui está ya durmiendo y no se oye ni un puñetero ruido -campanas incluidas-? Pues que ese clic-cloc te llega al alma. Y ya me he cansado de reclamarle al ayuntamiento, la verdad. Uyssss, me estoy dando cuenta que de pequeña estudié para quejica profesional, :-)
KiribatiK -
Eso de si no te gusta tal, es que no eres un verdadero blabla, me suena a estereotipo, la verdad.
Bambi: la abuela de mi ex-marido vivía junto a la iglesia del pueblo. Le pasó lo mismo que a ti con las campanas,casi toda su vida. Pero...,¡y aquí viene la excelente noticia!, andando el tiempo se quedó sorda de un oído, asi que dormía sobre el oído sano y nada la despertaba.
A lo mejor, cuando pase el tiempo te quedas sorda y duermes bien. Jajjaa.
Ná, son estupideces mías.
Voy a desayunar.
demasie -
Bambolia -
demasie -
Bambolia -
demasie -
demasie -
demasie -
Bambolia -
La traca y la pólvora son manifestaciones culturales contra las que no tengo absolutamente nada. Lo que me molesta es que se emplée de manera incontrolada y a todas horas, por todo motivo. En este rincón del mapa cabemos todos, y por ese mismo motivo, lo normal es que intentemos convivir de la mejor manera posible para no molestar demasiado. Las fallas tienen su lugar y su momento. Creo que no hace falta decir más. Lo mismo pasa con la traca.
El concepto de valencianía del que hablas, a mí, particularmente, no me gusta. Y eso ni quita ni pone. Ni me hace ser más valenciana ni menos.
Lo de la lengua es una cuestión aparte. No he abierto la boca al respecto. Cada cual que hable como le plazca y como sabe. Sin más. Si yo no le entiendo, se lo haré saber.
Demasie, eso que has dicho ¿no huele un poco a centralismo? :-)
demasie -
giu -
Una cosas es ser valenciana de nacimiento y otra cosa serlo de verdad. Creo que de valenbciana tienes poco, lo siento. La comunidad sin la traca, sin la pólvora, sin las fallas, sin la lengua, sin su gente no sería la millor terra del món....
Visca Valencia!
Bambolia -
Lo de la fugoneta lo tendré en cuenta, :-)
demasie -
demasie -
Bambi -
demasie -
Bambolia con sueño -
Claro, siempre puedo irme a vivir a otra casa, pero es que la mía me gusta y el alquiler es asumible para mi bolsillo.
demasie -
Bambolia -
Niña, vas a repetir mil veces "Ay" "Ay" "Ay" "Ay" "Ay" "Ay"
SeaS, que es normal que te rías... hasta me río yo, :-D Es que sino fuese así, me da que sería una amargá, y eso nunca, :-(
Bambi -
Aysss, es que aún conservo cierto purismo restrictivo a la hora de escribir. No pué ser, está claro.
Bambolia -
En cuanto a lo de católica y apostólica, me da que no, jaja. Será el efecto rebote: once años en las monjas -normalitas-, uno en las teresianas -terror psicológico de primera magnitud- y tres en los curas -los únicos medianamente normales-. Con este currículum ¿cómo no voy a odiarlos? :-P
Aubec -
Tu no eres muy catolica y apostólica, no) XD
seamos cínicas -
Lo entiendo. Yo vivía en L. enfrente de la iglesia de Belair, y veía a todos los beatos los domingos y fiestas de guardar. Lo que pasaba es que allí no tenían tracas nio cosas de esas porque todo ruido estaba mal visto. Los perros no ladraban y los niños no lloraban. En fin, que las tracas son insoportables. No me extraña que estés harta de tanta religiosidad de cara a la galería escandalosa.