Decálogo del "NO VOLVER A"
.- No volver a decir jamás que no suelo perder los papeles.
.- No volver a creerme poseida por el espíritu de Sara Baras.
.- No volver a decir "vale, la última... si total, de aquí a casa son cinco minutos".
.- No volver a pensar que las correve-y-dile de profesión han desaparecido de la faz del planeta.
.- No volver a olvidarme de reponer en el botiquín las existencias de paracetamol.
.- No volver a organizar una excursión para "el día siguiente de".
.- No volver a decir que en Teruel, en junio, no hace calor.
.- No volver a olvidarme de que tengo más de veinte gorras y sombreros varios.
.- No volver a pensar que cuantos más seamos, mejor.
.- No volver a subir de paquete en un quad, a no ser que sea uno como el de la foto.
.- No volver a descender una montaña a las tres de la tarde.
.- No volver a ascender una ladera en busca de un camino perdido a las tres y media de la tarde.
.- No volver a arrastrarme por el suelo pensando que mis músculos son de goma.
.- No volver a dudar de que las piedras mojadas resbalan.
.- No volver a llevarme un bocata de jamón con tomate para comer sin haber tomado la precaución de llenar la cantimplora.
.- No volver a decir que el agua del río no se puede beber.
.- No volver a fanfarronear pensando que una vez subida una cuesta, ya las has subido todas.
.- No volver a dudar de que los golpes de calor existen y te dan de pleno en la cara cuando menos te lo esperas.
.- No volver a decir que lo mejor del mundo es encontrar lugares dejados de la mano de Dios.
.- No volver a asegurar que el cuerpo lo que necesita es marcha, mucha marcha.
.- No volver a comprometerme en preparar una cena para tropecientos mil cuando existen tres restaurantes de puta madre.
.- No volver a olvidarme de la máxima del casi cuarentón: se sale una noche, pero dos seguidas, imposeibol.
.- No volver a dudar de que lo que ahora siento es algo que se conoce como ensalada de agujetas aderezada con gotitas de resaca verbenera.
11 comentarios
Anónimo -
Bambolia -
Tiene que ser muy difícil meterse en un papel para interpretarlo durante dos horas y luego desvestirse y retomar lo que uno es... si existe algo de ti en ese personaje ¿cómo cortar, cómo poner los límites?
Aber -
Aber -
Como tú dices, esa vivencia del teatro es muy parecida a la que refiere Eliot respecto a la poesía, puesto que para él, leer un poema supone algo parecido a escuchar una conversación ajena a escondidas.
Bambolia -
El teatro te hace vivir otro tipo de sensanciones, Aber... Quizás, para mí, tiene tanto encanto porque va unido a relax total, a desconexión, a perder los vínculos, a sentirse cómoda en un lugar ajeno...
Las heridas van mejor. Las agujetas siguen, las muy cabritas, :-(
Aber -
Con el deseo de que se restañen pronto las heridas, recibe un abrazo de tu affaire internetero.
Bambolia -
A ver si a la tarde me da tiempo y subo las fotografías de lo que vimos el sábado. No han salido bien porque tenía el sol de frente y la nube de gotas de agua no me dejaba ver con claridad, pero bueno... algo es algo.
Con lo de cantar lo de "Tropecé de nuevo...", ayssss!!! que me quedan cuatro días para mi primera tanda de vacaciones. Casi no me lo puedo creer, el sábado a estas horas estaré en Almagro esperando a que llegue la noche para iniciar mi chute de teatro clásico anual, :-)))) Emocioná como una cría, de verdad de la buena.
Anaijim -
Y que te quiten lo bailao.
Verás lo pronto que estás cantando eso de "Tropecé de nuevo..." etc, etc.
Bambolia -
Ant, lo sé, lo sé... pero es que, como dicen por allá arriba, en los Terueles "no tengo el cuerpo p'a jotas", o sea, que quizás mañana hasta me resulte gracioso recordar cómo fui resbalándome por un lodazal... aysss, es que me duele tó, :-(
Ant -
Oz aconseja -
Y por si acaso te invade de nuevo el espíritu de Sara Baras, al menos ponte pololos, hija mía.