Transmutación
Sí, soy yo. Tal cual. Sin maquillajes, ni tintes para disimular las canas, ni jerseys holgados para esconder los michelines post-veraniegos. Liviana, frágil, casi etérea.
¿Existe alguna forma de mudarme de cuerpo sin que me cueste demasiado esfuerzo? Estoy reventaica: me duelen las manos, los brazos, la espalda, la cabeza -me golpeé con el marco superior de la puerta del comedor, al subirme a la escalera para pintar un trozo de la talla del techo del pasillo...-, y el pelo no, porque ya sería la repera.
No sé para que me meto en estos berenjenales domésticos, :-/
Tendría que hacer como los caracoles, que se llevan la casa a cualquier sitio y no les importa si el lugar es deslucido, poco apropiado o si tiene las paredes verdes o marrones:
El resto de los bichos -es que me ha dado la vena nostálgica de eterna opositora a fotógrafa del National Geographic-, en mi bitacorilla de fotos.
Me voy a darle al paracetamol...
6 comentarios
Ana* -
Tienes mérito, yo ahora me intento escaquear de estas cosas.
Bambo -
Mi problema con estas faenas domésticas es qu tiendo a ser excesivamente optimista y calculo el tiempo fatal. La vez anterior también la pinté yo, pero con mucho más tiempo y sin el perro de por medio, que quieras que no, es un incordio porque mete las narices en todas partes. Al final, acabó en casa de mis padres y yo llevo durmiendo allí desde el sábado, porque lo tuve que dejar todo a medias. Me queda pintar el rodapié, que aunque parezca increíble, cuando le cambiaron el suelo a la casa -allá por los ochenta, por el tipo de diseño de gres, muy usual en esa época- dejaron el rodapié de terrazo negro con betas blancas, y pintaron encima para disimularlo, con color marrón -uno de los que lleva el estampado del gres-. Con lo que de fregar y barrer, la pintura a la larga ha ido desprendiéndose...
Mi casa de Linares la pinté enterita, y eso que lo del techo abovedado es una incomodidad, porque las juntas de las vigas se las traen, :-/
Ana* -
Y no sé si te servirá de consuelo, pero te lo cuento. Hace unos años me dio por ponerme a pintar la casa pensando que como es pequeña iba a acabar en dos patadas. Pues bien, acabé, pero con una cogorza de licor de melocotón (o de manzana, no me acuerdo) porque llegó un momento en que entendí que sobria no podía seguir de lo cansada que estaba, y tampoco podía dejar el trabajo por la mitad. Me recuerdo también sobre una escalera, con una botella en una mano y la brocha en la otra... Eran otros tiempos.
"Malegro" de que ya estés bien.
Bambo -
Bielka, lo de la vitamina C en vena no lo había pensado, :-D Para la cara es buenísima: en concentrado, a gotitas, te deja genial la piel durante una temporadilla. Probaré a restregar mis mejillas pared arriba, pared abajo, a ver si algo se me pega, :-D -burrica que soy-.
Buenos días a to quisqui, y al que no sea quisqui, possss... buenos días también, que hoy estoy más mejor.
Bielka -
Un beso y recupérate bien.
Aspi -