Oledoras
Esta tarde, a la espera de que me atendiesen en una pastelería próxima a casa, dos mujeres conversaban mientras tomaban café, sentadas a una mesa situada al lado de donde yo estaba -es un local que antes fue sólo panadería y que una vez traspasado el negocio a unos nuevos dueños, éstos remodelaron el lugar para dar un servicio más amplio a sus clientes: desayunos, pastelería y café-. Dos niños revoloteaban alrededor de ellas. En un momento dado, el más mayor le ha pedido a la que, deduzco, sería su madre, que lo acompañase al parque para jugar con sus amigos. La chica, con unas maneras no demasiado ortodoxas -mala gana, gesto asqueado, tono cortante, casi grosero-, le ha respondido a su hijo que "ni de coña, tío; no te creas tú que me voy a ir a sentar a un banco de esos, como todas esas oledoras que se creen como la Ana Rosa Quintana".
"Oledoras"... Al principio, me ha costado entender a qué se refería. En cuestión de segundos, y sabiendo de que parque hablaba, la hora que era -cinco y pico de la tarde- y lo cercano que está el lugar a uno de los colegios públicos de este pueblo, he comprendido que estaba haciendo alusión al divertimento nacional por excelencia: el cotilleo. "Oledoras"... me gusta. Es gráfico. Lo pronuncias y se te viene a la mente una nariz olfateando el aire, a ver si es capaz de encontrar algo de carroña para alimentarse.
15 comentarios
Bambo -
¡Qué caló te ha quedau ese reló, Jesús! jajaja... Para no romper el encanto de lo tradicional -que no todo lo antiguo es carca o retrógrado- , mejor un reló analógico, que le pega más a la oledora profesional de toda la vida, ;-P
Ana, es que te fuiste muy lejos a hacer de correcaminos, :))
Cerca del trabajo hay una tienda muy \"natural\", en la que hay una sección dedicada al té: me gusta entrar de cuando en cuando y curiosear los nombres y las procedencias. Es como si tocases trocitos del mundo sin moverte de casa.
Ana* -
A mí lo de las oledoras me gusta sólo en este plan :)
jesús -
reló
al revés.
¡análogico!
( y digital..)
Delfín -
Bambo -
En la obra de teatro \"La casa de Bernarda Alba\", de García Lorca, también se emplea el vocablo como sinónimo de cotilla:
\"Adela: ¡Calla!
La Poncia: ¡No callo!
Adela: Métete en tus cosas, ¡oledora! ¡pérfida! \"
En mi alias, el enlace. Faltaría saber si está así en el original... me refiero a que puede ser una modificación de una edición...
Bambo -
He estado indagando un poco y puede que no ande desencaminada -y tomadlo con muchísimos alfileres, por favor; que todo son suposiciones-:
He encontrado un vocabulario de un pueblo de Ciudad Real, llamado Arroba de los Montes -menudo nombre más cibernético-, en el que aparece la palabra \"oledora\" como sinónimo de \"galifata\" -en mi apodo dejo el enlace a la caché de Google; la página en versión actual da error-:
\"GALIFATA: cotilla, habladora y oledora.\"
Delfín -
Fili -
Bambo -
La situación era la típica de \"cómete lo que te dé la gana pero déjame en paz\": la criatura se estaba comiendo un enorme donuts bañado con una crema especial junto con el hijo de la otra chica. Menos mal que en esa pastelería lo hacen todo ellos -porque ya sabemos lo que pasa con la bollería industrial-...
De todas formas, yo también pensé en lo que tú dices pero lo de las \"oledoras\" me hizo preguntarme qué santas narices habría hecho yo: no soporto a esas mujeres que ha retratado tan bien Lía. Me pueden. Muchas de ellas fueron compañeras mías de colegio y cuando paso por ese parque lo hago de correprisa porque sé que si alguna me pilla va a intentar actualizar mi ficha policial...
Lo que no me gustó de la situación fue cómo le hablaba a su hijo, con ese tono pasota, de estar vuelta de todo, de \"¿tú te crees que a mí me vas a vacilar?\". Me desagradó mucho y ahí sí que pensé en dónde estaba el cariño de madre...
Vaya, Lía, más coincidencias, jajajaja. Gracias, guapa.
Stephan, tu comentario de ayer merece un recordatorio virtual: por primera vez en la historia de esta bitácora y desde que participas en ella, estás de acuerdo con alguno de los que por aquí estamos, :-D
Ea, que sí, que es que la moza tié toda la razón del mundo.
Sponge -
Stephan -
lía -
Existen en todos los sitios, no necesariamente en sitios pequeños. Dejan a sus hijos en el cole y se van en grupo a tomar el café matinal, la misma operación se repite por la tarde, y cuando finalmente los recogen a las 5, se van todas juntas al parque...claro, tanta convivencia da para mucho.
Pero son tremendamente peligrosas. Acaban solucionando la vida de los demás y viendo problemas donde no los hay. Según número y capacidad de liderar pueden incluso marcar las pautas de un curso. Los niños (sus retoños) acaban siendo también un clan.
Yo también las huyo...y mucho. Pero jamás de los jamases he dejado de llevar a mis hijos ni al parque ni a ningún sitio porque me intimiden ni sus miradas y sus comentarios.
Procuro desplegar (dentro de lo posible)ciertos encantos diplomáticos que me permitan \"ser sin estar\" incluída en ningún bando...porque su poder de captación es tremendo. Eso sí, una vez que entras, cual secta, lo de salir es muy peliagudo y difícil. Sueltan todas sus bilis sobre tí (alguna pobre ya ha salido peor que ma parada).
A veces sirve, a veces no, de momento me respetan (es que encima son de lo más susceptibles)...En cualquier caso, es lo máximo que han conseguido de mí...olerme, pero con la distancia que yo marco.
Feliz finde Bambo, y que celebres tu cumple con bejamines XXL y tartas recién hechas (los postres y demás...como quieras ;-)).
Besos,
Lía
PD. Por cierto, que te contesté en la celebración, y las hadas cibernéticas no han querido publicarme (¿me olvidaría de los de lo de los dedos de la mano????).
Bueno, solo te contaba que yo también nací un día 4 de un mil novencientos sesenta y tantos... :).
Sponge -
Bambo -
No suelo tomarlo, pero me gusta toda la parafernalia que se monta alrededor de su preparación y posterior \"degustación\" -qué fisnasss-. Ahora que recuerdo, todavía tengo una bolsita de un té que me trajo una amiga en su último viaje a Marruecos. Ése sí que me gustó: no era tan fuerte como los orientales, que algunos son un mazazo en pleno paladar -o donde quiera que estén las papilas gustativas... por ahí, vamos-.
Lo gracioso del asunto es que la chica que renegaba de las oledoras estaba rajando sobre otra de lo lindo, :-D Pero claro, no es lo mismo hacerlo en petit comité en plan confesiones íntimas -no tanto, porque tanto la dependienta como la mujer a la que estaba atendiendo y yo misma, nos hemos enterado de todo- que rodeada de una docena de madres que te miran de arriba a abajo para ver si la camiseta te marca los michelines o has saludado de manera no demasiado ortodoxa a ese antiguo novio con el que reñiste por una tontería y del que todo el mundo sabe que anduviste colgada mucho tiempo...
sinfo -
Iba a decir que pasa mucho en los pueblos pequeños, pero la verdad es que en lo tocante a los olimientos los barrios y las comunidades de vecinos son exactamente igual.
Un coñazo, de verdad. Sobre todo porque mucha gente cuando no tiene carnaza la inventa y les importa un bledo calumniar y causar perjuicios. En fin...
El título de post me ha recordado que hace unos días Ana* y yo hicimos funciones de oledoras, pero muy diferentes, porque estuvimos oliendo tés en una tienda muy molona.
Bueno, ésta fue una actividad olfativa muy agradable que nada tiene que ver con la de las señoras de los bancos esos.
Un off topic y eso.
:-)