Esperando
A que llegue el lunes. A que, una vez más, huela la enfermedad a cada paso que dé. Soy cobarde. No me reconozco. O sí, vete tú a saber.
Mi jefe está desaparecido en combate. Mientras, hago tiempo. El desorden de mi vida se traslada hasta aquí. Hay muchas cosas que no sé cómo modificar en esta bitácora. Impaciente, como siempre.
Addenda (13:35): sigo esperando a mi jefe. Hace un rato que se pasó por aquí, me dio una lección práctica de manejo de interfaces, me saturó con una infinidad de datos de contabilidad y me abandonó por el Oficial Mayor, que tenía serios problemas en la configuración de su usuario. Sus lecciones magistrales sin venir a cuento me descolocan. Tengo la impresión de que lo hace para que tenga claro quién es el que decide y el que sabe. Cómo si yo tuviese alguna duda al respecto. No sé cómo lo hace, pero ingiere información como si fuese un jugador de estos que compiten en concursos estúpidos, tipo "cómase tres docenas de huevos duros en cinco minutos". Es casi milagroso que le dé tiempo para estar al día en todo. O puede que no esté al día en todo, pero a mí me da esa impresión. Tal vez -sigo con la especulación- se trate todo del refrán "en el reino de los ciegos, el tuerto es el Rey".
Cuando lo he visto esta mañana, a primera hora, le he preguntado qué significaba lo de "css". Ha comenzado a hablar y gracias a que ha sonado el teléfono, porque me he arrepentido a los cinco minutos. Me he trasladado, de repente, a aquel famoso día en el que me explicó lo de las autopistas de la información, los correos electrónicos, los servidores, los paquetes que separaban la información, cómo viajaban éstos a través de distintos canales... uffff, de susto. Memorable. Aquello sí que fue un ejercicio de supervivencia.
Mi jefe está desaparecido en combate. Mientras, hago tiempo. El desorden de mi vida se traslada hasta aquí. Hay muchas cosas que no sé cómo modificar en esta bitácora. Impaciente, como siempre.
Addenda (13:35): sigo esperando a mi jefe. Hace un rato que se pasó por aquí, me dio una lección práctica de manejo de interfaces, me saturó con una infinidad de datos de contabilidad y me abandonó por el Oficial Mayor, que tenía serios problemas en la configuración de su usuario. Sus lecciones magistrales sin venir a cuento me descolocan. Tengo la impresión de que lo hace para que tenga claro quién es el que decide y el que sabe. Cómo si yo tuviese alguna duda al respecto. No sé cómo lo hace, pero ingiere información como si fuese un jugador de estos que compiten en concursos estúpidos, tipo "cómase tres docenas de huevos duros en cinco minutos". Es casi milagroso que le dé tiempo para estar al día en todo. O puede que no esté al día en todo, pero a mí me da esa impresión. Tal vez -sigo con la especulación- se trate todo del refrán "en el reino de los ciegos, el tuerto es el Rey".
Cuando lo he visto esta mañana, a primera hora, le he preguntado qué significaba lo de "css". Ha comenzado a hablar y gracias a que ha sonado el teléfono, porque me he arrepentido a los cinco minutos. Me he trasladado, de repente, a aquel famoso día en el que me explicó lo de las autopistas de la información, los correos electrónicos, los servidores, los paquetes que separaban la información, cómo viajaban éstos a través de distintos canales... uffff, de susto. Memorable. Aquello sí que fue un ejercicio de supervivencia.
2 comentarios
Bambolia -
Me ha sorprendido ver tu comentario, porque no le he dicho a nadie que había creado esta bitácora y sólo la he puesto, como referencia, en una página web. Gracias por inaugurar mi no-diario.
bokuden -