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De espaldas

Al lado de la ventana


La muñeca está dormida.

La luz me mira. Y tú no hablas.

El rosario se ha quedado sin cuentas.



Ayer fue viernes.

Hoy es viernes.

Mañana será viernes.




Las hojas se enamoraron.

Hace ya siete horas y veinte minutos.

Contemplan la tierra. Ausentes.




Este año

no tengo calendario.


10 comentarios

Bambolia -

¿Cómo explicar un poema, Demasié?

Podría ser eso, que no tengo prisa. Por otra parte, no tengo el porqué ser yo. Puedo estar hablando de otra persona y de su percepción del mundo. Puede ser también una forma de retratar la monotonía en la que vive mucha gente, sobre todo la gente mayor...

dEMASIE -

q connotaciones tiene?no le encuentro el significado, solo que no tienes prisa,no?

Bambi -

Gracias, Pyracantha.

Me ganas, Isabel. Yo llevo un año y siete meses sin reloj... Una de ls cosas que más me gusta de cuando ando por Teruel es que allí no tengo noción de la hora, me guío por el sol. Es un placer no someterse a la tiranía de una hora de sesenta minutos...

Isabel -

Yo no tengo reloj desde hace dos años, para contar el tiempo me fijo en la cara de la gente, si arruga la nariz, si le pesan las ojeras o sonríe como un puente necesario. Creo que estamos declárandole la guerra a los convencionalismos. Nunca me gustó sentirme ubicada a mediados de febrero así que lo mejor es inventarse una puerta de emergencia que nos acerque a otra forma de contar y que nos cuenten el tiempo que ha pasado.

pyracantha -

"Es eso, el tiempo detenido hasta el infinito"

el tiempo devenido en infinito.
Son tus palabras o mis ojos, o los del tiempo pero llegas, tocas, raspas, besas.

Bambolia -

Es eso, el tiempo detenido hasta el infinito. Cuando la escribía llevaba en la cabeza la típica imagen de la mesa camilla y la luz de la tarde entrando por una ventana. Hace relativamente poco tiempo tuve una especie de "fogonozo" temporal: al entrar en la salita de casa de mis padres, por la tarde -hay un ventanal enorme que da a una plaza ajardinada- vi a mi madre sentada en una de las dos mecedoras. Por un momento, tuve la impresión de que era mi abuela -su madre- y no ella la que estaba allí sentada. El mismo sitio, la misma luz, los mismos muebles, casi la misma cara, casi las mismas frustraciones, casi la misma rabia... El reloj se detuvo por unas décimas de segundo, sí.

Kiribati -

Para mí,esta es la mejor que te he leído, Bambi.
Es tan sencilla, tan directa, pero con tantas connotaciones...
Me gusta mucho.
Produce la sensación de tiempo detenido, como una foto.
Preciosa.

seamos cínicas -

Es una poesía desoladora, es cierto, pero al mismo tiempo hermosísisima. Me impresiona esa síntesis rítmica... No sé como decirlo. No sé cómo expresar lo que me ocurre. El caso es que eres de las pocas personas a las que leo poesía, de las pocas que me llegan.

Bambolia -

A mí, a veces, también. Cuando vuelvo a leer lo escrito, tengo la sensación de tener puñales en las manos. Demasiada desolación...

seamos cinicas -

Siempre, siempre me ha impresionado tu poesía.