Lágrima
Hace media hora he estado viendo el álbum de fotos de una compañera de trabajo. Tiene dos hijas, las dos adptadas en Bolivia. Las instantáneas son de cuando estuvo allí para recoger a la segunda, a la más pequeña.
Vivieron durante casi un mes en la misma residencia en la que la niña estaba recogida y convivieron durante ese tiempo con el resto de las menores.
No he podido evitar el nudo en la garganta y el que se me escapase una lágrima: esos ojos, llenos de miedo y esperanza a la vez... una de ellas aparece en la mayoría de las fotografías, cogiéndose del brazo de mi compañera. Me ha contado que le preguntaba todos los días si se la iba a llevar con ella. Tiene que ser jodidamente difícil hacer algo así y luego marcharse, sabiendo que casi todas van a seguir solas durante mucho tiempo.
¿Sensiblería? No lo sé. Quizás, impresión. Mucha.
10 comentarios
Anónimo -
Gracias por contarlo.
Bambolia -
Mau -
Un beso.
Bambolia -
Anaijim -
Bambolia -
A mí lo de la niña que se aferraba a su brazo a cada paso me ha dejado fuera de juego.
Yo creo que no podría soportar una situación así: lo imagino y me siento falta de fuerzas, de entereza, de coraje... no sé, me vienen a la cabeza los niños que, para verano, acuden a algunas poblaciones de L'Horta Sud de Valencia, de los campamentos de refugiados del Sahara y también de los niños enfermos a raíz del accidente de Chernobyl. Tiene que ser muy duro, para las familias que los reciben, el verlos marchar y saber que van hacia lugares en los que se vive mucho peor que aquí. Y esos niños... ufffff quizás es que sea una egoista, o una miedica cobarde, pero creo que nunca sería capaz de hacer algo similiar por el mero hecho de saber cuánto íbamos a padecer después -en ambos sentidos-.
Fri, ése es el problema, el de la manipulación para lograr un fin interesado: esas fotos estaban libres de postureos, de poses para buscar la compasión. En realidad, en casi todas había sonrisas, pero leñe... ¡qué jodido!
Miguelón, creo que tienes razón: o no lo hacemos nunca o tenemos miedo de que nos tachen de bobalicones sentimentaloides.
Sí que es duro, Ana. Mi compañera me ha dicho que preguntó si podía adoptar también a la niña que se había encaprichado de ella, pero le dijeron que no, porque tenía una hermana y aparte, familiares de sus padres biológicos iban a verlas dos veces al año. ¿Chantaje emocional por parte de la niña? Ni lo sé.
¿De dónde se sacan fuerzas para trabjar en un lugar como ese y que no se te rompa el corazón a trozos todos los días?
Anaijim -
No sé qué decir. Qué duro.
demasie -
Fri -
Lo que ocurre es que tantas veces se manipula la sensibilidad con imágenes de niños para lograr un fin interesado, que al final, por no querer ser manipulado, uno teme mostrar un sentimiento que es de lo más natural.
Quiereme -