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De espaldas

La tierra de las naranjas



Eso dicen, al menos.

Dicen que Valencia es la tierra de las naranjas. Y quien dice Valencia, también dice Castellón y Alicante -no sea que alguien se me enfade-. Bueno, en resumidas cuentas, que en realidad estoy hablando de la Comunidad Valenciana.

Y digo yo que si una vive en un lugar en el que un producto agrícola destaca, por encima de cualquier otro, en el número de toneladas de producción porque es el cultivo mayoritario en la zona, lo lógico, cuando se va a comprar naranjas para zumo a la frutería, es encontrarlo a un precio asequible, porque no existen problemas de abastecimiento ni de transportes ni de otras cosas que pudieran encarecerlo. Pos como que no... pos como que ayer por la tarde flipé a colorines cuando vi el precio de venta al público marcado en el cartelito de turno: 1,45 € el kilo. Ahí es nada... O sea, 241 pesetas, para entendernos. Casi me atraganto. Si cuatro naranjas, más o menos, ya pesan un kilo y con dos se hace un zumo, el tomar vitamina C te sale a 120 pesetas por vaso. ¡Cómo mola la gramola!

Y luego, una lee por ahí cosas como éstas:

"Normalmente para obtener los zumos de naranja industriales o naturales se pretende aprovechar naranjas que bien por su tamaño o por pequeños defectos exteriores se entiende que es naranja de estrío, con poco valor comercial como naranja de mesa.
Nosotros hemos diseñado nuestras máquinas en base a que el calibre de esta naranja es inferior al que habitualmente se comercializa. Esta naranja se puede conseguir a unos precios muy bajos (30-45 pts./kilo).
Como obtenemos 2 zumos por kilo de naranja, el zumo tendrá un costo entre 15 y 22,5 pts."


Claro, ya sé que no es lo mismo vender a un mayorista que venderle al cliente final, pero ¡leñe!, que luego vas a una cafetería, pides un zumo de naranja y tienen la osadía de cobrarte 2,50 € por la consumición. El que quiera hacer números que los haga, pero el porcentaje en la ganancia es elevadísimo.

Añado: compré las encarecidísimas naranjas para hacerme zumos con sabor a números rojos... Y luego la Generalitat Valenciana se dedica a hacer campañas publicitarias para fomentar el consumo de este cítrico en los hogares y para que los negocios de restauración ofrezcan el zumo natural, y no envasado, como pasaba en muchos lugares hasta hace poco... ¡manda narices!

¿qué no me iré esta tarde a la huerta, que está a escasos diez minutos de casa, y con eso de pasear a Zas, me meto disimuladamente por los campos de naranjas y con una bolsica colgada del brazo voy recogiendo las que hay caidas en el suelo? Cachis en la mar...

6 comentarios

Bambolia -

No quepo en sí de gozo, Ana*, de verdad. Da un gustazo... sobre todo si establezco comparaciones como la del zumo de naranja de la cafetería... Un día de estos voy a a hacer una anotación del tipo: con un euro con diez que te cobran por el café con leche, puedes comprar cuatro manojos de acelgas y con ellas, puedes tener para dos comidas... cosillas de éstas que a mí me sirven para frenarme cuando me atacan las fiebres consumistas...

Ana* -

Arf, arf, 4 kilos por 2 euros. Arf, arf.

Bambolia -

Pos sí, buenas estaban.

Acabo de venir de comprárselas a un llauro y ahora sí que tengo claro que, a pesar de todos los impuestos que en un comercio se tengan que pagar y sueldos y demás, hay cosas que no tienen ni pies ni cabeza: en una de las plantas bajas me pedían el kilo a ochenta céntimos de euro. Como iba con Zas he decidido dejarlo para más tarde. A la vuelta a casa he visto otra abierta y he preguntado: cincuenta céntimos el kilo... evidentemente, a la hora estaba allí para comprar cuatro kilos. Por dos euros -menos de lo que te cobran por un zumo en una cafetería- me he llegado a casa con naranjas para ocho zumos... ufff, y se supone que el llauro algún beneficio ha de sacarle, aunque sea muy bajo...

Ana* -

Al menos a ti te habrán salido buenas, porque yo esta mañana he exprimido tres y no me ha dado más que para medio vaso.

Snif.

Bambolia -

Sip, eso es lo que he pensado... Me he acordado de que los sábados, de camino al mercado, hay algunas casas -de las pocas que quedan- antiguas que abren los portones y colocan a la vista lo que han recogido los días pasados de sus huertas. A los llauradors -labradores- que tienen campos en propiedad pero que sólo les da para su consumo y un poco más, el ayuntamiento les permite vender lo que sobra sin tener licencia de actividad -en el municipio en el que trabajo también está permitido-.

Lo que ocurre es que quedan poquísimos y sólo tienen la puerta abierta dos o tres horas por la mañana, por lo que o compro en sábado o me va a tocar aguantarme con lo del desfalco naranjil, :-/



De las de mesa, no lo sé, Gru. No suelo comerlas, me da pereza pelarlas, prefiero las mandarinas.



Lo de pillar la bolsa y escaparme a la huerta es demasiado sospechoso... porque se ve a la legua... pero... ¿y si me llevo la mochila? entonces no se verá nada de nada, jajaja

Gru -

Jajajajaja

En fin. Es que en parte depende del precio fijado por el mercado. A ver si las puedes comprar directamente al productor, ya que estás ahí. Por cierto, me han dicho que hasta el 20N, más o menos, no serán buenas. (Y no tiene nada que ver con la fecha, que conste :-P)