Inacabadas
Esta mañana, mientras estaba esperando que el semáforo se pusiese verde para los vehículos, una adolescente pasó por delante de mí, llevando bajo el brazo un par de carpetas y una novela. Extrañamente, me dio tiempo a leer el título -iba a media carrerilla-: "Rojo y negro" de Sthendal.
No tengo ni idea de si era o es una lectura elegida libremente o por contra, obligada por los planes escolares. Creo recordar que cuando yo la leí no fue por imposición. Y digo la leí y lo digo mal: no la terminé de leer. Fui incapaz. Cuando estaba llegando al final, la maldad de Sorel me superó y no quisé saber más de la novela. No me ha pasado con demasiados libros. Intuyo que eso ocurre sólo cuando una se mete tanto en la historia que acaba por formar parte de ella.
Recuerdo que me ocurrió casi lo mismo con "Mientras la ciudad duerme", de Frank Yerbi. En esta ocasión, el desenlace se preveía tan trágico que, después de estar robándole horas de sueño a mis noches, la dejé inacabada, a falta de diez páginas.
Hay más... iré haciendo memoria.
17 comentarios
Bambo -
Lo de Kafka quizás sea falta de concentración, no lo sé. Tienes mucha razón, Gru, cuando dices que hay autores que exijen mucha desconexión del resto del mundo para poder imbuirse, cuando se les lee, en el suyo particular.
Lo que sí que se me hace cuesta arriba es lo de los ensayos... ahí sí que ya me quedo en el llano y no soy capaz de subir ni tan siquiera una pendiente de un 2% de desnivel... me ha de interesar muchísimo el tema del que se trate y ha de estar contado con mucha soltura, para que sea capaz de terminar alguno de este tipo.
Gru -
Bambolia -
Jesús -
Bambolia -
Con algunos autores sí que llego a la conclusión que tú has expuesto, Sponge, pero con otros... Por ejemplo, me entra un no sé qué cuando, en una conversación, la mayor parte de los contertulios dan por sentado que estás cansada de leer a, pongamos por caso, Kafka -no recuerdo quién lo menciona aquí- y resulta que tú no has podido ni comerte la puntita del bocata relleno con una de sus obras... Pero bueno, a medida que pasa el tiempo, intento acomodarme a esa diferencia sustancial entre lo que los especialistas consideran y lo que yo alcanzo a entender. También es cierto que calidad y gusto no van unidos de la mano, y eso se ha de tener en cuenta a la hora de valorar ciertas lecturas.
Sponge -
Pa qué más salero que el que tú tienes. Mete un dedito en la sopa (que no queme) y ya está.
Bambo -
¿Alguna vez no os ha generado cierta impotencia o sensación de ser pelín burrillos -y permitidme la expresión- el hecho de no "digerir" la literatura más reconocida por los especialistas?
A mí sí, y con más frecuencia de la que debería. Intuyo que tendrá que ver con algún complejo de inferioridad o falta de valoración de mi propio criterio...
aysss, que me voy a comprar un salero, que se me ha roto el que tenía... ¡seré simple, jajaja!
Sponge -
Me sumo a la lista de "Por el camino de Swan," eso de leer cincuenta veces el mismo trozo me supera.
Para los seguidores de Tolkien "El Silmarilión" famoso es durillo de pelar. Yo ya voy por mi cuarto intento, y todavía no he conseguido pasar de la página 90.
Pero lo más ilegible que he leído yo (porque me lo he leído) es el "Tractat del lobo estepario," que aparece dentro de "El lobo estepario" de Hesse.
"Rojo y negro" no lo he leído, ya veré si un día me animo.
woodysobird -
Bambo -
Recuerdo que con "El amor en los tiempos del cólera" me pasó lo contrario: me costó dios y ayuda comenzarlo; lo dejé de lado varias veces. Pero una vez me dejé llevar por la imaginación de GM, no supe desprenderme de él hasta que lo acabé.
¡Ah! Bioy Casares es otro de mis ilegibles. Y siendo completamente sincera, se necesitan muchas dosis de vértigo literario para emprenderla con Borges...
El caso de "Rojo y negro" es distinto, porque ése no lo finalicé porque no quería saber cuán hijo de puta podía llegar a ser Jules Sorel.
Ciri -
Ciri -
Leí "Platero y yo" en mejores condiciones, así que pudo gustarme más que a ti, Bambi, a pesar de lo empalagoso. Quizás hubieras preferido tener a Platero cerca, si era tan suave y como de algodón, por lo del calorcillo del animal y eso.
Bambo -
"La metamorfosis" es otro de mis "malditos".
Si a eso le añado, por ejemplo, "El siglo de las luces", de Alejo Carpentier, y "Cien años de soledad" de García Márquez, creo que habré dejado al descubierto, más si cabe, mi poco rigor literario, jajaja
"Crimen y castigo" es mucha tela, la verdad. Ahora que para tela, tela, tela... "Por el camino de Swan", de Marcel Proust, que con ése creo que llevo cuatro intentos.
A medias, por previsibles o tópicos: "Nosotras, que no somos como las demás", de Lucía Extebarría y el segundo que cayó en mis manos de Cristhian Jacques... no soporto a los autores de best-sellers que escriben bodríos.
Gru, "leí" uno con el que creo que batí todos los recórds en eso de saltarse párrafos: "Plenilunio", de A.Muñoz Molina... madre del amor hermoso!!! ni un sólo punto en toda una página... subordinada tras subordinada... uffff!!! y la historia es buena, pero es tan absolutamente redicho...
Ana*, estoy contigo con lo de las épocas y los momentos: todavía recuerdo el día que me hicieron leer por primera vez "Platero y yo" en las monjas, en segundo curso. Me dolía la cabeza, estaba nublado y hacía un frío de muerte -entonces no existían las estufas en las aulas, te tenías que quedar con la trenka puesta y arreglau-. Odié esa aparente dulzura y floritura... argggggg!!!
Ana* -
Y también "Rojo y negro" (¿tendré algún problema con las conjunciones?)
Y, hace menos de un mes, "La montaña del alma".
Yo creo que los libros y las personas tienen sus momentos y sus épocas, y lo fabuloso es abrir el libro adecuado en el momento oportuno.
Gru -
Anónimo -
María B. -
Es tortura psicológica. No tiene parangón.