La puerta
Miro a través de la puerta entreabierta.
Y me sorprendo. No podría ser de otra manera.
La niña que olvidé duerme sobre un sarmiento. Roca.
Que no me diga tu voz que no hay remedio.
Ese canto se quedará mudo para romper la angustia de Teseo.
Una vez probé a perderme por un bosque ciego. Inútil.
Los pinos daban sombra a mi sombra. Muerta ya.
¿Qué puedo reclamar? Sed de malicia. Perversión.
Haberes tengo en el bolsillo de mi babero escolar.
Azul desvaído. No existe otro color para seis años tristes.
Aquí ya no ha sorpresas. La puerta es ahora cerrojo enmohecido.
Lanzo el boomerang y todo sigue en su sitio.
9 comentarios
Mistress_blue -
Bambo -
Bambo -
Las visiones distintas suelen ser las más certeras. Lo de "te imaginas que hubiera pasado sí..." porque, en muchas ocasiones, fue eso lo que pasó.
Jesús -
y sobre todo eso de la perversión.
hay historias en nuestra vida que merecen eso: una versión distinta.
el recuerdo, a veces, nos dá esa miél.
un voto...
Odalys -
Bambo -
Kris, efectiviwonder, nos pasamos, no media vida, sino toda la vida lanzando el boomerang... cada vez estoy más convencida.
La de las haches creo que la publiqué en maru, si mal no recuerdo. Bué, da igual. Mi intención, cuando comencé esta bitácora, era la de recopilar todo lo que tengo escrito y traerlo hasta aquí... y el caso es que no lo he hecho porque me da pelín de vergüenza... sobre todo, cuando leo lo escrito hace años. ¡Ayssss! el día que aprenda a aceptar que el ridículo siempre es relativo, me daré de besos hasta cansarme.
Sponge -
kris -
Gracias, Bambolia (kris a la espera del de las haches :))
Bambolia -
El poema no es como para tirar cohetes, pero contra gustos, colores.
A ver si me da tiempo y cuelgo el de las haches, que es mucho más antiguo -casi ni me reconozco en él, en la forma de escribir, me refiero-.