Besad y seréis besados
Este es el pino de "Los Collados". Dicen que cuando un árbol tiene nombre propio puede ser considerado "árbol singular" -que no monumental, que sería algo más específico-. No sé si será cierto, pero seguramente sí. Porque cuando una parte minúscula de la naturaleza sirve como punto de referencia, durante años e incluso siglos, a los habitantes de una comarca en su ir y venir por los caminos olvidados de la mano de Dios, ese "faro rural" ha de ser, cuando menos, especial, muy especial.
Le hice la foto este otoño pasado. Intenté mostrar toda su grandeza y de la única forma que supe hacerlo fue metiéndome debajo de su copa para recoger sus potentes ramas, sus cálidos abrazos, uno tras otro, extendidos a lo ancho, para acoger más y mejor.
En la parte central izquierda hay unas ramillas de muérdago. El pino está medio asaltado por esta planta semiparásita. Todos sabemos que estos días en los que los cristianos celebran el nacimiento de Jesús son una mezcla de costumbres atávicas, muchas de ellas paganas, revueltas con tradiciones religiosas que con el paso de los años han perdido casi todo su significado espiritual y adobadas con ritos, más o menos cercanos en el tiempo, de otras culturas. El beso bajo el muérdago es uno de ellos.
Como imagino que muchos no tendremos una ramita de muérdago colgada en casa -yo, por ejemplo- utilicemos la que habita en este hermoso pino como excusa para besarnos unos a otros, que no se diga que no sabemos mantener las buenas costumbres, :-))
Besad y seréis besados, hermanos. O, besemos y besemos, que mañana moriremos.
Os dejo, como acompañamiento, un corte radiofónico del último programa de "A vivir que son dos días" dirigido por Àngels Barceló. Escuchad los primeros minutos: es un villancico interpretado por el coro de la Unión de Actores en el que recogen algunos de los anuncios navideños que ya forman parte de la memoria colectiva. Sed pacientes, vale la pena -a mí se me saltaron las lágrimas... qué le vamos a hacer, me puse blandita, :-)) -
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Si a alguien le apetece ver lo grande que es este pino, en la fotografía Masía Los Collados VIII está marcado con una nota.
2 comentarios
Bambo -
Hace unos días lo hablaba con mi hermana: en casa ya hace muchos años que la Navidad dejó de ser lo que era. A mí, salvo momentos puntuales, no es algo que me disguste, porque lo cierto es que tanta felicidad forzada acaba empalagando, pero... la alegría de cuando éramos niñas, colocando el belén, las bolas de cristal -entoces sí que eran de cristal-, el espumillón...
Hemos crecido con esos anuncios, :-))
Sponge -
Espero que a todos os haga sentir lo mismo.