Todo es empezar
No sé la de veces que habré oido esa expresión en mi vida, pero seguro que son muchas, muchísimas. Sobre todo, si se tiene en cuenta que soy la reina de la vaguería y que todo lo voy posponiendo -qué mal suena lo de "procastinación"- para otro momento y éste no llega nunca. Bueno, sí que llega. Pero yo no salgo a la puerta a recibirlo y, claro, el pobre se va por donde vino, con la cabeza gacha y el ánimo abatido. El caso es que, hasta cierto punto, no hacer lo que no te gusta tiene su razón de ser. Pero no hacer lo que sabes que te va a beneficiar, es del género tonto. Y en esas estaba yo. Entontándome a medida que pasaban los días: el 16 de diciembre fue la última vez que salí a andar. Desde entonces hasta ahora, unos días por cansancio, otros por frío y otros por pura pereza, me he limitado a caminar lo justo y necesario para que Zas no se me tirase al cuello en plan "qué mala dueña eres...".
Y como también es cierta la frase de "menos preocuparse y más ocuparse", hoy he decidido ponerla en práctica y antes de que me entrase el arrepentimiento, me he calzado las zapatillas y le he puesto a Zas su correa. He andado un poco más de seis kilómetros en una hora y veinte minutos. No está mal. Mañana comenzaré a anotarlo: parece una tontería, pero el hecho de verlo en la puerta de la nevera es motivo suficiente para subirme la moral. A principios de diciembre, cada vez que pasaba por la cocina me detenía a releer mi pequeño logro del mes anterior: ciento cincuenta y cinco kilómetros en veintiún días. Ahí es nada...
Salir, salir y salir. Es tan necesario... :-))
3 comentarios
Bambo -
Eso mismo que tú dices: los pequeños logros son las que acaban haciéndote sentir la reina del Mambo, :))
El de la foto es uno de mis podómetros. Tengo otro igual, pero está medio averidado porque se le ha roto la pestañita de sujeción. La semana que viene tenía pensado acercarme al centro comercial que tengo más próximo a casa y allí hay un Coronel Tapioca. Miraré a ver si quedan, porque en Decatlhon están a 12 eurillos -y de paso, asumiré el riesgo de meterme casi tres horas en un cine y ver "El amor en los tiempos del cólera"... miedo me da, la verdad-. ¿Diez mil pasos? ufff, en algún lugar leí que eran, mínimo, ocho mil y que por encima de diez mil y si se hacia todos los días, se consideraba un muy buen ejercicio -sobrepasar los 14.000 era la repera... vamos, de ponerte las pilas casi inmediatamente... pero a ver quién es la guapa, que 14.000 son más de diez kilómetros al día-.
Besotes, muchos, :-))
Me alegra verte.
Ana -
¿Por qué no habré utilizado el botoncito de previsualización, como hacen las personas normales? :D
Ana -
Yo te entiendo cuando dices que te sube la moral esos logros. Las pequeñas batallas por ser un poco mejor cada día, ¿verdad?
Un beso grande.