Una casa a cuestas (II)
El Norte
me queda lejos.
Lo perdí
junto con el pálpito
que me adelantaba
tu sonrisa.
El Sur
se quebró anteayer.
Con música de fondo
y una oscura letanía
acomodada en mis entrañas.
[Tintinea la voz rota.
El ladrón de palabras
se llevó mis crucigramas.]
El Este
amanece nublado
y el Oeste se despide
dejándome en este basurero
que ya me es cotidiano.
[Era gris y paseaba.
Una sombra sobre dos pasos.]
Sigo siendo la niña
que nunca tocó el lomo de un caballo.
.
2 comentarios
Adso de Melk -
Un saludo
Invisible -