Me cambio de trabajo
Seguro. De ésta, me voy a dedicar a adivinadora-echadora de cartas... Vamos, que no es muy normal, que me tiene algo mosqueada el asuntillo de marras.
Hago croquis rápido: cinco de la tarde, urgencias en un hospital de Valencia para mi madre. Nada problemático, pero su rodilla está dando que hablar más de lo esperado. A las siete ya estábamos de vuelta. La dejo en su casa. Me vengo de camino a la mía. A diez metros de la puerta del portal, un coche aparcado encima de la acera. Decido no bajarme porque justo en este tramo, pasan con una soltura de volante un tanto alarmante. El espacio que queda entre el vehículo y la pared es el suficiente para que pase una persona, pero no mucho más. Es de noche, importantísimo. En ese punto no hay farola cercana. De repente, sin venir a cuento, me veo de bruces en el suelo. No sé el porqué me he caido ni qué ha sido lo que ha provocado el incidente. Dos minutos en el suelo sin que la gente me viese porque era casi imposible. Pasa una amiga, por pura casualidad. Se ha parado porque ha visto un bulto moverse -ja-... Me ayuda a levantarme y nos damos cuenta de que he tropezado con una de esas maderas -sin pintar de amarillo fosfi- que ponen delante de un bajo cuando el propietario pretende meter el coche para aparcarlo dentro. De ahí al centro de salud, y del centro de salud, a las urgencias del hospital -de otro distinto al de la media tarde-. Final de la historia: esguince de tobillo y contusiones varias. ¿Aturdida?. Es que... de verdad, que me dejo el curro y me monto un gabinete de intuiciones a dos mil quinien la hora -bueno, ahora a 15 euros-. Flipante...
De una a dos semanas en reposo con la pata en alto... ¡Manda ******!
Hago croquis rápido: cinco de la tarde, urgencias en un hospital de Valencia para mi madre. Nada problemático, pero su rodilla está dando que hablar más de lo esperado. A las siete ya estábamos de vuelta. La dejo en su casa. Me vengo de camino a la mía. A diez metros de la puerta del portal, un coche aparcado encima de la acera. Decido no bajarme porque justo en este tramo, pasan con una soltura de volante un tanto alarmante. El espacio que queda entre el vehículo y la pared es el suficiente para que pase una persona, pero no mucho más. Es de noche, importantísimo. En ese punto no hay farola cercana. De repente, sin venir a cuento, me veo de bruces en el suelo. No sé el porqué me he caido ni qué ha sido lo que ha provocado el incidente. Dos minutos en el suelo sin que la gente me viese porque era casi imposible. Pasa una amiga, por pura casualidad. Se ha parado porque ha visto un bulto moverse -ja-... Me ayuda a levantarme y nos damos cuenta de que he tropezado con una de esas maderas -sin pintar de amarillo fosfi- que ponen delante de un bajo cuando el propietario pretende meter el coche para aparcarlo dentro. De ahí al centro de salud, y del centro de salud, a las urgencias del hospital -de otro distinto al de la media tarde-. Final de la historia: esguince de tobillo y contusiones varias. ¿Aturdida?. Es que... de verdad, que me dejo el curro y me monto un gabinete de intuiciones a dos mil quinien la hora -bueno, ahora a 15 euros-. Flipante...
De una a dos semanas en reposo con la pata en alto... ¡Manda ******!
8 comentarios
Bambolia -
Web-ona, creo que he sido algo irresponsable: me duele hoy bastante más que el viernes... y creo que es porque me he confiado. Enfinsss, me quedan cinco días hasta el viernes, que es cuando me quitarán el vendaje para verme el tobillo...
La_Web-ona -
Kewpiesa -
Míralo por el lado bueno: chocolate caliente enfrente de la televisión y mucho sofá.
Bambolia -
demasie -
Otra vez aparco mejor, lo siento.
Bambolia -
El coche sí que tenía responsabilidad, y el ayto. también, porque la madera no estaba ni pintada, ni sujeta a la acera, para que no se moviese. Pero como siempre pasa en estos casos... una no cae en esas cosas. Me explico: que deberíamos haber llamado a la policía en ese momento para que hiciese un atestado, porque ahora es mi palabra contra la del dueño del coche y contra el ayto, claro.
Y es que en casa del herrero, cuchillo de palo. Justo detrás de mi puesto en el trabajo, está otro compañero que gestiona todas las reclamaciones patrimoniales que se presentan en el ayto: en cristiano, las caídas por un socavón en la acera, un corte con una papelera mal colocada, un desprendimiento de una farola causando daños en un vehículo... cosas así. Y estoy harta de escucharle repetir todos los pasos a la gente a la hora de reclamar: sin pruebas, no hay tu tía. ¿Y cómo demuestras que te caíste justo en ese agujero, por ejemplo? con testigos, la única forma. Por eso es importante llamar a la policía antes de hacer algo más. Justo ayer por la mañana andaba cabreada porque intentaba terminar un borrador sobre una ordenanza de la ley de protección de datos y el señor que estaba con mi compañero no paraba de repetirle lo de las pruebas: que si cómo quiere que valore una rotura de brazo, que dónde cómo voy a pagar un perito para eso, que está claro... ufff A veces, cuando te sabes algo al dedillo, acabas considerando que es casi anormal que el resto no lo sepa y caes en la crueldad "intelectual"... o el desprecio más o menos escondido en otro tipo de gestos... No me gusto nada cuando me descubro haciendo esas cosas. Pues eso, que antes me burlo del señor, antes hago exactamente lo mismo que él... y es que te caes y no piensas en más. A mí me vino a la cabeza, de golpe, el trastorno que iba a ocasionar a mi familia, estando mi madre como está. No pensé en nada más, la verdad. Pero bueno...
Muchas dosis de buen humor y algo de incomodidad: ahora estoy escribiendo con el pie encima de una banqueta, algo incómoda, pero me está entrando el sol por la ventana y hacía tiempo que no disfrutaba de algo así.
Esstupenda -
Dos minutos interminables en el suelo. Y tu amiga qué buena gente acercarse en la noche a algo que se mueve y que podría ser cualquier peligro.
Besos, y que se mejore el tobillo
seamos cínicas -
Y sí, está claro que lo intuías. Menudo accidente más tonto. Me pregunto si el del coche tiene alguna responsabilidad, porque cualquiera se podía haber caído.