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De espaldas

Crónica de un día de elecciones



¿Por dónde empiezo? Quizás por lo más elemental: explicar qué hacía yo metida en las elecciones sin haber sido designada como miembro de una mesa, en el sorteo que se celebra tres semanas antes.

Tengo la impresión de que mucha gente desconoce la envergadura o magnitud de la maquinaria que se pone en marcha cuando un proceso electoral se avecina -teniendo claro que éste sea previsible; otra historia es cuando las elecciones se realizan anticipadamente-. Tampoco es que sea algo de vital importancia o que uno no pueda vivir sin saberlo, :-) Pero el engranaje para que todo funcione bien ha de ser perfecto -y aún así, siempre existen problemas-. Por decirlo de alguna forma, mi trabajo y el de mis compañeros, viene a ser la última pieza de la cadena.

En todas las elecciones existe una figura -qué técnico resulta- administrativa a la que se le llama representante de la Administración. El personal que realiza este trabajo lo hace de manera voluntaria -no confundir con gratuita-. Su labor consiste en recavar los datos de los números de votantes en determinadas franjas horarias y transmitirlos posteriormente a la Delegación del Gobierno y más tarde al ayuntamiento correspondiente. Acabada la votación, se han de transmitir los resultados, vía telefónica, a los dos organismos anteriores.

(Sigo más tarde, que andamos con estadísticas)

Addenda 16-3-04, 14:45 h.

En realidad, lo que pretende la administración estatal, aparte de tener los datos de votantes para las estadísticas, es que los miembros de las mesas no se sientan demasiado perdidos y vean en la figura del representante alguien a quién poder preguntar dudas o solicitar ayuda.

Cuando se sabe ya quiénes van a ser los presidentes de cada mesa, el ayuntamiento del municipio en cuestión, los convoca para explicarles, en varias reuniones, cómo realizar su trabajo ese día y las responsabilidades que asumen. Salvo para personas que estén vinculadas con el mundo jurídico, para el resto, suele resultar complicado, o cuando menos dificultoso, el verse inmerso en un proceso de este tipo.

El representante de la administración es un enlace entre la mesa y la Delegación del Gobierno correspondiente.

Concreto las funciones: acudir a la sede del colegio electoral designado a las 7,45 de la mañana. A las 8 están citados el resto de los convocados, es decir, los titulares y los suplentes. Lo más importante y en lo que más se insiste siempre es en que la mesa se constituya sin incidencias. Si no ocurre nada anormal, la persona designada como presidente comprobará las acreditaciones/citaciones, y se procederá a constituir la Mesa y a redactar el acta.

Entonces es cuando el RA se pone en contacto por primera vez con la Delegación del Gobierno correspondiente. Con anterioridad, a cada uno de nosotros se nos ha asignado un número de identificación y se nos ha facilitado el teléfono al que hemos de llamar -que no es el mismo para todos, claro-. Como pauta, se fijan las 8:30 como la hora señalada para que la Mesa esté constituida. Posteriormente, se llama al ayuntamiento para que éstos también tengan constancia de que no ha existido problemas.

El RA ha de personarse después en el ayuntamiento y entregar una copia del Acta de Constitución de la Mesa y la administración le traslada los cheques para pagar a los miembros de la mesa: estas elecciones, sino recuerdo mal, se pagaba a razón de 52,50 € por persona. Lógicamente, :-) , luego se han de entregar y acusar recibo.

Me quedo aquí, de momento. No estoy muy inspirada y parece un dietario en lugar de una explicación más o menos amena, :-( A ver si mañana se me aclaran las ideas...

8 comentarios

Bambolia -

Matizo: no se pagaba nada porque se hacía en días laborales, por lo que el coste lo asumían las empresas de las personas nombradas. Lo que sí que se daba eran bocadillos para la comida... Menos da una piedra, :-P

Bambolia -

La verdad: para el curro que se hace, es muy poco dinero, pero claro... se apela a la idea de la colaboración en un proceso electoral, a la participación, al que se ha de hacer entre todos... el civismo y esas cosillas.

Si no me falla la memoria -aunque luego lo preguntaré- al principio, recién estrenada la democracia, no se pagaba absolutamente nada.

Algo se ha avanzado, :-)

eMe -

Oz, creo que tu comentario debió haber terminado en "¿Cincuenta y dos euros? Ah, pues a mí no me llamen, que yo no trabajo."
Hubiera sido más honesto de tu parte y más ajustado a la verdad :D

Bambolia -

Oz, me temo que no te puedes negar, :-)

Me refiero a que si estás en el censo electoral, puedes ser elegido para cualquier votación. Y salvo causas mayores, como hospitalizaciones u accidentes, no puedes decir que no.

No recuerdo muy bien, pero creo que no se trataría de una simple sanción administrativa, vamos... que la cosa va por lo penal, pero ahora luego lo miraré.

Oz despectivo -

¿Cincuenta y dos euros? Ah, pues a mí no me llamen, que yo no trabajo todo un día por esa miseria, vamos, ni una mañana tampoco. Pero qué tacañería.

Bambolia -

Poz sí, Manuela. Seguramente lo pasaron mal, :-)

A ver si sigo dentro de un ratillo...

Manuela -

Pobresillos, allí sentados en esas minúsculas sillas...

eMe -

Sigue, sigue que está interesantísimo.