Blogia
De espaldas

Las tijeras

Ampliación.

En estos tumultuosos días en los que la censura es uno de los temas de conversación más recurrentes -¿hace falta que recuerde por qué?- no cabe otra que preguntarse cuál es el camino por el que andan las conclusiones extraidas a tanta reflexión argumental: ¿es necesario, para no dejar que el oscurantismo, la intolerancia y la represión, se instalen de nuevo como principios rectores de una nada deseable sociedad, defender a ultranza la libertad de expresión? Sí. Sin más añadidos. Bueno, uno: la prudencia nunca está de más y una retirada a tiempo no es una rendición, sino un gesto claro y evidente de inteligencia. Sobre todo, cuando la beligerancia del sector ciudadano que se siente ofendido, atacado y ultrajado en sus creencias, es tan desmedida y desproporcionada que existen riesgos evidentes para la vida de las personas. No se trata de cobardía, insisto, sino de esperar a mejor ocasión. El encabezonamiento es síntoma de cerrazón mental, de negación firme y taxativa de cualquier salida razonada. Ante un muro de hormigón con forma humana, no cabe otra que darse la vuelta y buscar otro tramo de la muralla que esté construido con material arcilloso y sea susceptible de presentar grietas. No sé si me explico...

No se me olvida hablar de los límites a la hora de diferenciar qué es un ejercicio del derecho a la libertad de expresión o qué es un insulto, una vejación, un ataque o una ridiculización de los sentires más profundos de una persona en particular, incluyendo, por descontado, el tan cacareado ultraje al honor -mira que esto huele a naftalina... tiene unos tintes tan decimonónicos que provoca cierta dentera-: no se me olvida hablar de ellos, sí; pero en eso me quedo. Sinceramente, partiendo de la base de que es cierto eso que dicen de que la libertad de uno termina donde comienza la del vecino -¿por qué no decirlo? frase vacua, desprovista de contenido real... eso sí, recurrir a ella en una conversación de barra de bar es de un socorrido...-, todavía no tengo claro dónde están esos límites de los que hablo. Sobre todo, porque casi todo el mundo los coloca en la vivencia del hecho religioso y a mí eso me parece una soberana majadería, así, con todas las letras: que si las creencias más íntimas, que si la esencia de la vida, que si la existencia de un ser superior... si son tan íntimas, ahí se han de quedar; en la intimidad más absoluta, sin invadir el campo de la sociedad civil, que trabaja para erradicar la ortodoxia y darle cancha a la heterogeneidad social.

¿Qué tiene que ver todo esta parrafada existencialista con la imagen que ilustra la anotación? Todo y nada. Todo, porque el cartel de la compañía de teatro Pot de Plom ha "padecido" el ataque de la tijera política, asida esta vez por la mano de Inmaculada Gil Lázaro, directora general de Teatres de la G.Valenciana. Nada, porque, en realidad, lo que pretendo con esta entrada es demostrar cuánto he avanzado en el intento de ejercer como Opinadora Oficial de la red bitacoril*...

Retomo, que se me van las ínfulas camino de los cerros de Úbeda: en el Teatro Arniches de Alicante se representa este fin de semana la obra L’estrany viatge, dirigida por Ximo Castillo. El cartel anunciador del espectáculo es también de X. Castillo y como se puede ver en la ampliación, el personaje que representa a "El malo" es una caricatura de Eduardo Zaplana, algo que, al parecer, no les ha tenido que hacer demasiada gracia los gestores culturetas de TGV. ¿Solución? Hacer uno nuevo, sin dibujitos ofensivos -ja-, y dar el cambiazo, como el que no quiere la cosa.

En tres ocasiones he visto actuar a Ximo Castillo y he de reconocer que es normal que los políticos populares estén temblando de miedo: es el absurdo hecho persona, y como ciertos personajes de la actualidad política y social son la síntesis perfecta del esperpento de Valle-Inclán, ha tenido, tiene y tendrá material más que suficiente para seguir llenando teatros. Una lástima -para los conservadores, claro- es que los prohombres elegidos por el actor valenciano militen en el Partido Popular o vistan sotana blanca... ya digo, una verdadera lástima.

La noticia completa.

____________________________________________

* Porfaplis, porfaplis, guruses del entramado blogosférico: hacedme un huequito; soy la candidata perfecta, con frases alambicadas que no entiende ni Dios y vocabulario rescatado de las ediciones del DRAE del siglo XIX...

8 comentarios

Bambo -

:-D

Gracias, serás bienvenido.

Saludos

elcaminantesolitario -

me gusto tu expresion, vendre mas seguido a visitarte
saludos

Bambo -

Ya, Juanan, ya, :-P

Cosas que pasan...

¡Bendita ironía!

J.A. -

Permíteme que me salte todo lo de las tijeras y me vaya directamente a tu plegaria. ¿Ya has visto las nuevas incorporaciones en la zona de blogs de periodistadigital?

Si es que no somos nadie, je je je je.

Bambo -

Pues sí, Fili. Es algo parecido... Lo que no sé es cómo se atreven a hacer algo así: ¿acaso no se dan cuenta de que estas cosas, hoy en día, se saben enseguida?

Bambo -

Ximo Castillo es un mal sueño para los peperos... Lo que no sé es cómo lo han contratado en Teatres de la GV. Al menos que yo recuerde, en Valencia, siempre ha actuado fuera de ese circuito -me refiero a locales o teatros vinculados o gestionados por la G.Valenciana-.

Si entras en la web de Pot de Plom, todos los carteles de sus espectáculos son similares.

Cuando lo he leido esta mañana no salía de mi asombro: primero, porque sabía que en alguna ocasión le han puesto impedimientos para actuar y que incluso lo han vetado -de ahí mi extrañeza al saber que iba a representar en el Arniches de Alicante- y segundo, porque me parece escandaloso...

Es cierto que los deja más bajo del nivel de la acera, pero es que no dice ninguna mentira...

Es para exclamar, como su personaje de "Jordiet": "Me cagüen l'hòstia puta" -como suena... que escribirse no se escribe así, "Em cague l'hòstia puta".

Fili -

Ya me imagino la película: Zapatero, Rajoy y Acebes, u sea, el bueno, el feo y el malo. Sólo es una idea. Por cierto, me encanta aquella frase que Clint Eastwood (el bueno) le dice al feo (no sé quién es): "En la vida hay dos tipos de personas, los que cavan y los que disparan, y yo tengo la pistola". Me pregunto si los políticos también piensan en estas frases. Hummm...

Ana* -

Qué bueno, el cartel, está logradísimo. Y qué gracia lo que dice en la noticia que enlazas: "Ahora va a ser que Zaplana es como Mahoma".

Está muy fastidiado lo de la censura, sí. Así, en general (porque fíjate que lo primero que me ha venido a la cabeza mientras te leía no ha sido lo de las viñetas, sino el que en EEUU los medios se estén autocensurando las últimas imágenes de Abu Grahib).
Tiene buena pinta, la obra; el cartel es chulísimo.