Discusiones bizantinas
No miento, de verdad. No puedo hacerlo porque ahora mismo tendría que estar con los dedos cruzados a mi espalda -si fuese el caso y quisiese conseguir el perdón celestial- y dándole a las teclas, es imposible hacer las dos cosas a la vez: llevo toda la mañana con un ruido de fondo algo molesto.
Me explico: la fotocopista y el ordenanza están discutiendo, sin llegar a los gritos, pero cada vez más acalorados, sobre la importancia de que un nombre lleve el "San" o el "Santo" delante, a la hora de considerar qué santificación es más relevante...
Álex no ceja en su empeño: "mi santo es San Alejandro Magno, y lo hicieron santo, sí, pero el santo -refiriéndose al nombre eclesiástico, supongo- es San Alejandro Magno".
Amparito persiste en que santo y san son la misma cosa. Y cada vez que se lo dice, Álex se repliega, y agarrándose a la carpeta en la que lleva los documentos que está encargado de repartir, insiste: "mi santo es San Alejandro Magno".
Se supone que la fotocopista debería de tener la capacidad suficiente para darse cuenta de que el otro no razona con la misma celeridad o que incluso no es capaz de ver el matiz que diferencia san de santo, ya que Álex tiene el síndrome de Down, pero tengo la impresión de que esta mujer no da para más.
Lo curioso -tampoco es que sea muy curioso, pero bueno...- del asunto es que Alejandro Magnono está santificado, claro. Me sorprende que Amparito sea capaz de estar toda la mañana insistiendo en la diferencia entre el adjetivo y su apócope, y no haya caido en la cuenta de que este señor vivió en el siglo IV antes de Cristo... ¡qué cosas!
Me explico: la fotocopista y el ordenanza están discutiendo, sin llegar a los gritos, pero cada vez más acalorados, sobre la importancia de que un nombre lleve el "San" o el "Santo" delante, a la hora de considerar qué santificación es más relevante...
Álex no ceja en su empeño: "mi santo es San Alejandro Magno, y lo hicieron santo, sí, pero el santo -refiriéndose al nombre eclesiástico, supongo- es San Alejandro Magno".
Amparito persiste en que santo y san son la misma cosa. Y cada vez que se lo dice, Álex se repliega, y agarrándose a la carpeta en la que lleva los documentos que está encargado de repartir, insiste: "mi santo es San Alejandro Magno".
Se supone que la fotocopista debería de tener la capacidad suficiente para darse cuenta de que el otro no razona con la misma celeridad o que incluso no es capaz de ver el matiz que diferencia san de santo, ya que Álex tiene el síndrome de Down, pero tengo la impresión de que esta mujer no da para más.
Lo curioso -tampoco es que sea muy curioso, pero bueno...- del asunto es que Alejandro Magnono está santificado, claro. Me sorprende que Amparito sea capaz de estar toda la mañana insistiendo en la diferencia entre el adjetivo y su apócope, y no haya caido en la cuenta de que este señor vivió en el siglo IV antes de Cristo... ¡qué cosas!
7 comentarios
Kiri -
Bambolia -
Se me pasó antes, Kiri: ¿a santo de qué la princesa visigoda se recluyó? ¿acaso es que vio a su novio...? ufff, es que mi abuela decía que lo mejor para desenamorarse, de golpe, era ver a tu novio cagando y con el moco colgando... Sé que es un poco escatológico, pero puede que la princesa visigoda, lo viese en faenas de evacuación en pleno campo florido... digo yo, es un decir, oiga... :-P
Yo también tengo santo, que conste; aunque mucha gente se extraña, por eso de ser tan mala y tal y pascual, jaja.
Fri -
Sí que tiene tela y la historia del robo de la prensa también.
Lo de esa página es demencial, en efecto.
Bambolia -
Anquilosados, lo que se dice anquilosados no están, pero rebuscados son un rato, :-(
Aber, me gusta ese santo, jajaja.
Kiri, ya, lo San Alberto Magno he estado a punto de decírselo yo, pero no he querido abrir la boca por si acababa pagando los platos rotos.
Lo que me ha dejado fuera de juego es que Amparito no se diese cuenta de que Álex no es capaz de distinguir ciertas sutilezas -y si lo es, al menos, en este caso estaba sumamente obcecado-. Faena, lo que se dice faena, sí que tienen, pero la hacen muy aprisa para luego tener tiempo de discutir: es algo fuera de lo común... la colega cierra la puerta cuando se va a almorzar porque dice que la gente entra a "robarle" los diarios gratuitos -ojo, que tiene tela el asunto; la prensa la fotocopia ella para repartir las noticias en las que se habla del mcpio entre los técnicos-.
Kiri -
Aprovecho para decir que Santa Amelia era un princesa visigoda y tal. Se iba a casar con un príncipe y se metió a santa en una cueva o algo así.
Poca faena tienen esos de la discusión, Bambi, je.
Aber -
Fri -
Para discusiones bizantinas esta página:
http://www.semosfabulosas.blogspot.com