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De espaldas

Las cadenitas y la leche en bote

Hasta el mismísimo moño que hoy me gasto estoy de las cadenas o hoax... Y es que cuando ya he conseguido hacerle entender a mis allegados interneteros que han comenzado en este mundillo recientemente que eso de reenviar está muy feo, pero que muy feo, va y resulta que los avisos de que se va a acabar el mundo me llegan nada más y nada menos que vía Oficina de Consumo de mi bendito trabajo. Ahí es nada... vía papel, eso sí. El Jefe la la Unidad de tan bendito lugar se ha molestado en imprimir la gracieta de turno para que los usuarios de esto de las reclamaciones formales que no tengan conexión a internet puedan estar al día.

Es que si no lo veo, no lo creo...

El texto de la tomadura de pelo.

Lo mejor de todo es que el Sr. Jefe de Unidad se autoproclama "conocedor a fondo" de los intrígulis del mundo de la ofimática y afines -entiéndase con afines, la Red y aplicaciones necesarias hoy día para manejarse con soltura en el mundo virtual-.

4 comentarios

Ana* -

A mi una vez me llegó uno en un día en los que me tocaba ser tonta, lo reenvié... y tuve que enviar otro a todo el mundo pidiendo perdón cuando me di cuenta del error. Iba de no se qué bacteria en los tampones, y no sé, que me dio por preocuparme por la salud de todo el mundo antes que por pensar. Pardilla que es una.

Bambolia -

Y a mí, pero es que lo flipante ha sido que me lo haya pasado quien me lo ha pasado... como toda la información sobre la oficina del consumidor la den igual de constatada, apañados van los usuarios, :-(

Aber -

Uffff. Qué pesadez.

Gru -

A mí también me harta el hoax. Yo ni los leo. Los borro de inmediato.