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De espaldas

Calcetines hiper-mega monísimos



Ayer tuve clase de yoga. Y desde que asisto he observado algo curioso –o quizás no lo es tanto-: todas –somos mayoría mujeres; de veinticinco, creo que cuatro son hombres- llevamos los pies “decorados”. El blanco insípido del calcetín de deporte con el que hasta hace tres o cuatro años estábamos acostumbrados a vestir el final de nuestras extremidades inferiores ha pasado a mejor vida. Ahora se llevan los calcetines a rayas, los dibujitos, los lunares, los estampados más rocambolescos. Casi todo sirve. Algo que antaño era sinónimo de horterada, resulta que en estos momentos es la monería de turno.

Y lo cierto es que son simpatiquísimos, para qué negar lo evidente...



Ya me lo había hecho notar mi hermana, que desde hace ya tres años, va a la caza del calcetín “estiloso”: trabaja de enfermera en la flota de un hospital –va al departamento que, por urgencia, necesita de más personal en una circunstancia determinada, con lo que se mueve constantemente por todo el centro- y parece ser que, desde hace ya tiempo, se ha establecido una especie de concurso oficioso entre las compañeras, para ver quién de todas lleva el calcetín más original. Ahí es nada, J

Pero no deja de hacerme gracia el que la estética varíe tanto: en los ochenta se llevaba el calcetín blanco de deporte con zapato de tacón –sí, sí, aunque parezca mentira- y lo mismo se estilaba para el hombre –sin tacón, claro-. Ahora vemos a alguien así y nos pegamos un susto de muerte. Hasta en Holanda, el Ministerio de Finanzas ha prohibido su uso por considerarlo antiestético.

De todas formas, como todo, esto de los calcetines a colorines será una moda pasajera, pero mientras tanto, se consideran un elemento indispensable para que una fiesta de pijamas entre adolescentes sea existosa. Puro marketing, claro, :-/

8 comentarios

juanma -

Se me fué la olla con el pantaloncito de pinza, jejeje.
Los calcetines aún los llevamos tipo medias hasta las ingles casi, no vea como estiran los condenados. Zapatos negro luto y brillantisimos.

juanma -

jajajaj, me hace gracia los comentarios sobre la moda. Os dire algo, soy guitarrista y la moda de ir enchaquetado de los ochenta era para mi un autentico suplicio. Ya nos permitimos el lujo de ir con un jersey de manga corta(en verano claro) y un pantaloncito de pinza.
Acepto consejos, gracias

Bambo -

Pos ya les vale... que eso de llevar sandalias con calcetines blancos es de un cantarín...

Gru -

Lo de los calcetines blancos holandeses es por un motivo diferente al de la moda en sí. Allí hay mucha gente que, en puestos en los que se considera importante dar cierta imagen, se visten como auténticos pordioseros por el hecho de no gastarse un duro en ropa. Pueden ir perfectamente con sandalias y calcetines blancos (ya que amarillean) raídos o un tanto cochinos. Llegan a los extremos y es por eso que se ha tomado esta medida.

Bambolia -

Anda, yo también ando con moños por casa, jajaja, :-)

A mí ha venido a entrarme la fiebre juvenil a los casi cuarenta, que ya me vale... Pero son muy pocas las veces en las que me atrevo a ponerme algo que sea llamativo o muy cantarín. Y en la mayoría de las ocasiones, como soy tan cabezota con la manía de ir conjuntadísima de la muerte -sobre todo, bolso y zapatos-, no consigo romper la imagen de clasicona... ayer, después de escribir esta entrada, casi me dio un pasmo: bajé a la sexta planta a por un café de la máquina y me encontré con una compañera, que estaba hablando con su marido -aquí hay al menos siete parejas-. Iba vestida igual que yo: pantalón negro y camiseta de lycra roja. De hecho, él estuvo bromeando con ponernos el emblema del a. en el pecho, como si fuésemos azafatas de congresos. ¿Y a santo de qué me dio el bajón? Pues porque nunca me ha gustado su forma de vestir: me recuerda siempre a los anuncios de avance de temporada de El Corte Inglés... Eso me pasa por prejuzgar y por alimentarme con eso de "es que yo tengo más clase", :-(

Odalys -

Qué bueno Bambolia que te sientes un poco mejor.
En Cuba no pasa inadvertido ni un palo de escoba, así que con la timidez la pasaba fatal y mi mamá siempre peleando "que no te jorobes tanto", "que alargues esa falda", "vendrás a enseñar cuando los pellejos te cuelguen"... ella siempre ha sido muy gráfica :)
Y por lo mismo, aunque me gustaba como vestían mis amigas, siempre terminaba con ropas que "disimularan" y cuando venía a ponerme algo ya estaba pasado en dos vueltas. Así un día fui con una amiga a que me ayudara a ser "juvenil" y salimos frustradas pues terminé con otro vestidito negro. Qué manía!
Ahora me visto como tenga ganas y sobre todo en el invierno, no sé por qué me anima a usar cosas raras (dentro de casa, que de revolucionaria no tengo un pelo), sobre todo moños y calcetines de colores vivos :))

Bambo -

Tomo nota de la recomendación del libro, Luis. A mí me fascina el mundo de la moda, sobre todo, porque soy bastante clasicona vistiendo y muy "reprimida": miro muchísimo que las cosas peguen mucho cante o que me marquen demasiado. Soy incapaz de mezclar ciertas cosas y por eso me sorprendo tanto -me da envidia sana- cuando veo que la gente se atreve con combinaciones impensables para mí. Tengo días en los que veo, por ejemplo, a una mujer con unos quilos de más, con unas mallas de estas que se llevan tanto ahora, con dos o tres rayas en las costuras laterales, y pienso: "¿pero se habrá dado cuenta de la pinta que se gasta?". Ese día ando con la vena reprimida. Otras veces, veo un caso similar y me digo: "¡olé con sus ovarios por pasar absolutamente de las opiniones ajenas!". Ese día tengo la vena estética más tolerante o acomodaticia. Y luego tengo días, como ayer, en los que por primera vez me atreví a salir a la calle con una de esas mallas... aguanté sólo media hora... ¡putos prejuicios estéticos!

No te puedo imaginar con unos calcetines a colorines, quillo, qué quieres que te diga, :-)

Te podrías llamar "desestructurador de modas" ¿a que mola el palabro? jajaja. O sea, que tú de metrosexual, ná de ná...

Luis Muiño -

Si tienes un rato, échale un vistazo a "Oveja mansa", de Connie Willis: habla del fenómeno de las modas...y es un libro estupendo para echar unas risas. A mí me gusta todo lo que escribe esta mujer (es C-F, que es lo que yo más leo, y además es muy estimulante...). Si lo pillas, ya me cuentas.

Porque el tema es curioso. Yo visto fatal, y creo que sé el secreto: cuando yo me pongo algo chuli y completamente "in", se convierte en soso y completamente "out". Soy un experto en hacer pasar de moda ropa: en cuanto me la pongo yo, todo el mundo cree que está anticuada. Voy a ver si me contrata alguna marca para ponerme ropa de la competencia...
Todo esto es para decirte que tiemblen tus compañer@as de yoga: he decidido salir a comprarme unos calcetines con mucho diseño. En unos meses estarán pasados de moda ;-)