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De espaldas

Hablar es peligroso

Para que luego digan que las palabras no son importantes, que lo que se dice o cómo se dice no tiene trascendencia... Y ya no sólo las palabras sino cualquier forma de expresión que sea capaz de transmitir un mensaje de forma universal. Como, por ejemplo, las imágenes.

Desconozco cuántos serán los pensadores, filósofos, escritores, dramaturgos, periodistas, escultores o directores de cine -por nombrar unos cuantos- que, en la actualidad, viven bajo el yugo de la intolerancia, en forma de amenazas a su persona y su entorno -por supuesto, sería imprescindible tener en cuenta a los represaliados por ETA-. Me viene a la cabeza el caso de Salman Rusdhie, quizás uno de los más conocidos por cómo se trató la noticia desde los medios informativos.

¿Y a santo de qué vienen los dos párrafos anteriores? Pues a que acabo de leer en la prensa que ayer asesinaron al director de cineTheo Van Gogh, en lo que parece ser un ajuste de cuentas por haberse atrevido a cuestionar, en un documental, el papel que se le otorga a la mujer en el mundo musulmán.

Será un caso aislado, seguramente. Estoy por decir que no ya seguramente, sino con certeza. O es que, quizás, es lo que quiero pensar: que el integrismo es una mera anécdota dentro de una multitud de sociedades bienpensantes. Eso sí, una anédcota demasiado macabra.

Me releo y lo único que me viene a la cabeza es que soy una ilusa de tomo y lomo...

6 comentarios

Bambolia -

El viernes por la noche comencé a ver la peli "Smoking room" -en mi apodo está el enlace- pero no la acabé porque me moría de sueño. En una de las escenas, dos de los protagonistas hablan de que ellos no son racistas pero que sí que creen en "la diferencia", que no es otra cosa que decir que no es lo mismo un chino que un negro que un thailandés -manda narices...-. La conversación surge porque comentan que el jefe supremo de la multinacional es un negro, o sea, que tienen un jefe de color y si eso les importa o no... era flipante escucharlos, de verdad, porque la argumentación que daban es la misma que se suelen ofrecer los que dicen que no son racistas pero que por favor, gitanos en sus barrios, no.

La diversidad, como bien dices, Odalys, es lo que prima y primará dentro de unos años, y que las sociedades que reciben a los emigrantes han de ser flexibles para aceptar los distintos matices culturales que éstos pueden aportar, pero con un límite: siempre que estas incorporaciones no supongan retrocesos en la lucha por la igualdad de los derechos sociales... si en Europa se camina, día a día, hacia una igualdad hombre-mujer y por extensión se erradican ciertos comportamientos claramente machistas, no es de recibo que luego vengan los musulmanes más extremistas e insistan en que "sus" mujeres vistan con el velo hasta los pies -no me acuerdo ahora de cómo se llama-. Eso me parece incongruente y no me sirve el que me digan que es una cuestión cultural que es necesario respetar.

Odalys -

Me parece justo. No hay que luchar contra la diversidad porque es indetenible que cada vez se borren más las fronteras físicas. Los que llegan deben acoplarse con respeto a las costumbres y los que ya están, ser flexibles para aceptar la diferencia. A veces la violencia viene del rechazo.
En esto de etnias=terrorismo hay detrás muchos que se aprovechan y lo manipulan a su antojo.
En Canadá hace casi dos años mataron a un señor judío y la comunidad se indignó por lo que consideraron un ataque a esta religión, aún cuando se probara que el asesino estaba por matar al primero que se le cruzara en el camino pues había salido de una cafetería después de provocar a otros. Pero como los judíos tienen poder querían virar la torta en su favor, aún cuando el hecho haya sido grave.
Después de Sept.11 trabajé con indúes y sentí miedo porque la gente los miraba con recelo y temí, en más de una ocasión, que nos agredieran por confundirlos con terroristas. Es que el miedo impulsa a hacer cosas increíbles, absurdas y temibles.

Gru -

Lo de sociedad supercívica y tolerante es una pose muy peligrosa además de falsa. Hay cosas que no se pueden tolerar, aunque no quede bien el decirlo, claro.

La ultraderecha ha sido una respuesta a la radicalización de la tolerancia hasta unos extremos en los que ciertos nativos holandeses se sentían invadidos y amenazados. Cuando hay gente que se siente invadida y no tiene muchas luces su reacción será la extrema y la violenta, por eso hay que tener cuidado con el caldo de cultivo de la ultraderecha, que es la paranoia. Y para eso no hay que permitir que otras situaciones se salgan de madre. Muy complejo todo esto, sobre todo porque cuando dices que los inmigrantes también deben cuidar ciertos comportamientos (no sólo los nativos, que también) te tachan de racista.

La inmigración, necesaria para unos y otros, debe ser tratada con sumo cuidado para no crear la impresión de invasión. Y para eso deben hacer un esfuerzo ambas partes, tanto los inmigrantes como los nativos del país de acogida. Si no se produce este equilibrio las cosas naufragan.

Lo del 11-M ha perjudicado mucho a tantos y tantos musulmanes moderados que viven y trabajan con normalidad. No sé quién puede decir que los atentados son a favor de sus hermanos musulmanes porque a muchos de ellos les han jodido la vida.

Bambolia -

Las apariencias engañan, Gru. Eso es lo que yo creo. De todas formas, en estas sociedades de aspecto tan avanzado, tan cívicas, tan tolerantes, ¿no es dónde de donde se están alimentando los nuevos movimientos nacionalsocialistas? ¿Quizás es la radicalización de la que hablas?

Si no recuerdo mal, Pin Fortuyn era de la ultraderecha... y acabó muerto. Pero Theo Van Gogh no tiene mucha pinta de serlo, con lo que no han atacado a sus oponentes...

A mí estas cosas me dan mucho miedo. Hace un momento hablaba con un compañero sobre el posible brote de xenofobia, aquí en España, si a medida que van investigando sobre los atentados que estaban previstos, se involucra todavía más al fundamentalismo islámico. Esta mañana leía en la prensa que querían atentar contra el campo de fútbol del Real Madrid, contra la Audiencia -lo primero que se supo-, contra las torres Picasso, contra la estación de Atocha y no sé qué más... y la prensa no está ayudando en nada a desligar la idea de musulmán=terrotista...

Gru -

Y no sigo porque diría cosas poco correctas desde el punto de vista buen rollito, pero hablo a menudo del problema holandés porque tengo familia allí y ... En fin.

Sólo decir que la radicalización de una postura suele llevar a la radicalización de la postura contraria con lo que el enfrentamiento se hace más fuerte.

Gru -

Los problemas que hay en la sociedad holandesa son más graves de lo que normalmente se dice, lo que ocurre es que a los holandeses les encanta ponerse como ejemplo a seguir y nosotros nos lo creemos. A raíz, además, del asesinato de Pin Fortuyn, las cosas han empeorado mucho y se ha creado un clima de crispación social en el que cada vez se radicalizan más ciertas posturas. Es muy complejo todo esto.