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De espaldas

El puente de San Luis Rey



¿Me gustó? No sé. Extraño, porque o es que sí o es que no. Pero... es que no lo sé. El puente de San Luis Rey es un peliculón de época cuidado hasta en el más mínimo detalle. Pero no sé si es que la pretensión de la directora es la de mostrar la vida de los cinco protagonistas, como si de una historia coral se tratase, en la que se van enlazando las circunstancias de cada uno de ellos de una manera casi aleatoria, sin una continuidad evidente, o es que en verdad ocurre así, tal como se narra, en la novela en la que está basada la cinta. La cuestión es que se quedan algunos flecos sin explicación aparente, situaciones que, a priori, no se terminan de entender -por no decir que ni tan siquiera se comienzan a entender-. Existe un nexo común, sí, pero éste acaba teniendo tantos extremos que el unirlos para volver a hacer una sola cuerda es harto complicado.

Lo que es impactante es la ambientación y el vestuario -sobre todo y por encima de todo, el de Kathy Bates: es tan absolutamente recargado que el mirarla provoca una especie de compasión, de piedad ante tanto exceso desmedido de una persona que lo único que pretende en su vida es ser querida-, los tonos en el colorido del decorado y ese dorado tan característico del siglo XVIII.

En cuanto a las actuaciones estelares, poco que decir, salvo que Robert de Niro -el arzobispo de Lima- está más contenido que de costumbre y Pilar López de Ayala -la Perichole- no me convenció: creo que su papel tenía muchos más matices de los que ella muestra en una interpretación ambivalente, en la que no arriesga. El resto, desde el Virrey -F.Murray Abraham- hasta el Tío Pío -Harvey Keitel-, pasando por la Abadesa -Geraldine Chaplin- y Pepita -Adriana Dominguez-, hacen un digno trabajo, en el que sobresale Kathy Bates -o será que a mí me tocó la fibra sensible-.

En el artículo de El Mundo que he enlazado se dice que "El relato se sitúa en el Perú colonial de 1740 y narra el proceso inquisitorial que se sigue por la muerte de cinco personas en el derrumbe de un puente.", y esto no es del todo cierto, o no es exactamente cierto: la película cuenta el proceso inquisitorial seguido contra un fraile franciscano, Fray Junipero, que años después de haber caido el puente de San Luis Rey -en concreto, siete u ocho años más tarde- y sintiéndose un poco parte de la desgracia porque él fue testigo de ella, recoge en un libro la vida de los cinco fallecidos en este accidente, en un intento de medir/cuantificar en qué grado la maldad o bondad humana merecen castigo o perdón divino, es decir, pretende establecer si las muertes devienen porque los desaparecidos se lo habían ganado a pulso. Y el hecho juzgado es si el libro en cuestión es herético o no -nada que ver con las causas del accidente en sí-, si las premisas y conclusiones planteadas en él por el fraile están dictadas por el Maligno o por contra, son una mera manifestación cristiana. ¿Hace falta añadir qué le ocurre al monje y a todos los ejemplares de su libro?

Quizás es que yo esperaba demasiado... aún con todo, no es una película que deje indiferente y, sin duda, es para verla en pantalla grande. Por supuesto, mucho mejor que todos esos subproductos navideños llenos de buenos sentimientos y bondades infinitas.

La página oficial de la película.

5 comentarios

Maria Salut -

Sí, quisiera saber si el hecho de este puente que se cae,fué un hecho real o no. Tambien si el Fray Júnipero que muestra la película fué Fray Júnipero Serra
porque no he encontrado por el momento que muriera de esta forma.
O todo es solo una novela.
A mí tambien me ha gustado, pero me han quedado muchas dudas.
Gracias.

Bambolia -

En mi apodo está el enlace al artículo que ha publicado el periódico Levante sobre esta película: pormenoriza en los detalles, sobre todo, en lo que, una vez reflexionas sobre la historia que se cuenta, es lo más importante... que la religión no admite casuística alguna y que los métodos científicos están reñidos con las creencias no racionalistas.

Gru, ya te llegará, seguro, :-)

Odalys, no tengo ni idea de qué película hablas -me refiero a la de Oceans-. A ver si tengo un ratillo y busco sobre ella.

Luis, a mí Vidas Cruzadas no me gustó, pero por ejemplo, Magnolia es una de mis preferidas -hasta tengo la banda sonora... ese "Save me" de Aimé Man es impagable-, y "Cosas que diría con solo mirarla" me impactó... En esta bitácora escribí sobre esta última:

http://blogia.com/bambolia/index.php?idarticulo=200401031

Por cierto, completamente identificada con las preferencias "no grupales"... será que nunca he sabido desenvolverme bien ante mucha gente o que me siento como una especie de patito feo, con poco o nada que decir o dar a conocer al resto...

Luis -

A mí me pasa con todas las pelis corales (desde "Vidas cruzadas" hasta "La colmena"): me pueden gustar, pero me dejan frío.
A veces pienso que tiene que ver con algo que me pasa en la vida real: me gustan las personas de una en una. De hecho, en las fiestas acabo por hablar con mucha gente...pero de una en una. Más que fiestas, yo acabo haciendo muchas reuniones individuales seguidas.
Si en vez de películas corales hicieran muchos cortos individuales, creo que me gustaría más...

Odalys -

Gracias, la buscaré; con esos actores no podía ser menos que una buena película.
Aunque confieso que últimamente he metido la pata. Les recomiendo encarecidamente NO VER la segunda parte de Ocean's 11; es decir, Ocean's 12 y si lo hacen, por favor, a ver quién me explica; me resultó aburrida, lenta, puaj! y eso que tenía "buenos" actores.
Desde que conocí el trabajo de Kathy Bates, la busco; ella como Robert DeNiro y Harvey Keitel se desdoblan en personajes diferentes y fascinantes y más que corporal, su actuación gestual lo dice todo.

Gru -

Hace siglos que no voy al cine. Me pierdo un montíon de cosas buenas, sí. En fin, que me das envidia. ;-)