Des-amantes
No puedo esperarte.
Lo intenté.
La acera se marchó
y me quedé desnuda de caminos.
Vestida con futuros
que no sabían de las agujas locas
de mi reloj nocturno.
Lo intenté.
De veras.
Con las mentiras no juego.
Las adorno
y las cuelgo en el cabezal
de mi cama.
Para que tu ángel
y mi demonio
sean amantes mientras
nosotros
nos convertimos en esquinas
de una ciudad decimonónica.*
*Hay días en los que una agradece los desencuentros. Y otros, como hoy, en los que un encuentro, de sopetón, inesperado, te deja leyendo la pantalla, asombrada y contenta. A fin de cuentas, acabaré creyendo que sí que exite la magia. Aunque venga de la mano de un anatémico internauta.
6 comentarios
Bambo -
La verdad es que estaba curioseando, a través de San Google, para ver si habías publicado algo más, :-D
Beso
marco -
qué maravilla de reencuentros. algún día tendré constancia en los movimientos y quizá tenga más de un hilo conductor. hasta entonces, te reencuentro sonriendo como un lémur.
un besazo.
pd. con tu permiso te linqueo.
marco -
un besazo.
pd. puedo linquearte?
Bambo -
¿La casa se puede tirar por la ventana? Creo que sí. La estoy tirando, a cachitos. O no, la estoy pintando de rojo. A brochazos, :-D
Entre rejas. Dentro de unos días, entre rejas. Consumista... Lo confieso: he caido, he pecado, Padre.
Números rojos... así titulé un poema que escribí a principios del 2001. Y era cierto. Pero ahora no es lo mismo: entonces era infeliz, y ahora soy. Sin más.
Y no preocuparos por entender este galimatías: es casi imposible.
Buenas tardes, hermanas y hermanos. Voy a seguir consumiendo: sé que los bancos me van a adorar durante estos días...
Bielka -
Un beso apresurado
Ana* -
Creer en la magia es un don, desde luego, no apto para todo el mundo. Disfruta del momento ;-)