No me lo puedo "de" creer
¿Alguién en este país todavía no sabe que Rocío Jurado ya está de vuelta en España y permanece ingresada en el hospital Montepríncipe?
No pretendo hacer bromas con algo tan serio como es la enfermedad de una persona, máxime tratándose de un cáncer de páncreas -el que quiera saber más sobre este padecimiento, ya sabe... San Google-. Pero no puedo evitar el preguntarme si es que los periodistas "serios", esos que nos dan las noticias a las tres de la tarde y luego alrededor de las nueve de la noche, se han vuelto locos. También puede ser que yo no sepa calibrar la importancia real de una información de este tipo... De piedra; así me he quedado cuando he visto cómo Pedro Piqueras, en los informativos de Telecinco, tras contarnos que Rocio Jurado había vuelto de Houston esta mañana, en un vuelo privado, daba paso a una conexión en directo en la que una periodista, situada a la puerta del hospital Montepríncipe, nos contaba los pormenores de la llegada de la cantante y cuál era su estado de salud, según el último parte médico.
¿No resulta desmedido? ¿De verdad es una noticia tan importante como para que salga del ámbito de la prensa del colorín y se le dé cobertura en un noticiario generalista? Puedo entender -tampoco demasiado, que conste- el afán desmesurado de los programas televisivos que viven del cotilleo chafarderil, que por el hecho de robarse la audiencia unos a otros, hayan destinado a la ciudad estadounidense a enviados especiales para cubrir la noticia -no recuerdo dónde lo dijeron, pero me suena que eran díez reporteros de distintos medios españoles-. Pero de ahí a ver a Pedro Piqueras hablando sobre el asunto... Me ha faltado cambiar a la Cuatro. Casi mejor no haberlo hecho. Porque si me llego a encontrar a Iñaki Gabilondo hablando del vuelo en un avión privado de la folklórica, se me habrían roto los esquemas. Ver para "de" creer...
11 comentarios
Sponge -
elisa de cremona -
Me imagino ya a su pueblo (chipiona, no?) renombrado en LA JURADO...
Bielka -
Es una exageración lo que está pasando. Tampoco yo entiendo como entra al trapo la prensa no rosa. Quizás es que ya, con tanto gilipolleo político, no se distingue de lo banal de lo político y lo banal de lo folclórico.
Bambo -
Mercè, ya no sólo es cosa de Pedro Piqueras: en Antena 3 también están dando la noticia con conexiones en directo a la puerta de la clínica... En el colmo del despropósito, y rizando el rizo, en los informativos de hoy en Telecinco han sacado a la gente de Chipiona -el pueblo natal de la cantante- rezando por ella en la ermita de la Virgen de Regla, de la que la folclórica es ferviente seguidora -o la Virgen la sigue a ella, a saber-. El colmo de los colmos... hasta ahora. Ya veremos de qué son capaces. ¿Tan pocas cosas hay que contar un domingo que es necesario llenar los huecos inventándose noticias? Porque que me digan a mí si es importante que sus paisanos están rezando por ella en su pueblo... l
mercè -
Lía -
Lamento por lo que han atravesado estas dos mujeres y sus familias, pero está claro y queda demostrado, es que quien quiere ser anónimo en tan difíciles circunstancias, lo hace y se le respeta (qué menos...).
Y respecto a lo de la medalla que le han otorgado, ya sabéis lo que se dice...cuando te llegan los galardones y el reconocimiento por algo, es porque te quedan dos telediarios (en este caso, nunca mejor dicho...).
Un saludo.
Bambo -
J.A., lo escuché anoche. Me refiero a lo de la medallita de marras. Mira, en esta historia tengo sentimientos encontrados: por una parte, me repatea, porque no me gusta nada todo lo que esta señora representa en el mundo artístico, y por otra, si bien lo miras, lo que es voz y saber estar en un escenario, tiene para darle un repaso a todos los triunfitos de ediciones pasadas y futuras. No sé, si se la han dado a Lina Morgan -si no me confundo-, esto tampoco está de más. ¿O será que me estoy dejando influenciar por tanto Tomate que veo a la hora de comer -como a las cuatro de la tarde, más o menos-?
J.A. -
Te recuerdo que cuando a Di Stéfano le dió el infarto salió en todos los informativos de televisión y en todos había periodistas en la entrada del hospital, contando lo último sobre su estado de salud.
Bambo -
Estuve viendo un cuarto de horas de \"¿Dónde estás, corazón?\" y de verdadd de la buena, está claro que yo no le doy la importancia que tiene a esta señora tan \"Como una ola\". En el colmo del despropósito, una batería de periodistas entrevistando al periodista que había estado desplazado en Houston para seguir la noticia de la enfermedad de la cantante. Desde cómo se turnaban los familiares para atenderla hasta lo mucho que lloró el personal de la séptima planta cuando Rocío salió de la habitación andando por sus propios medios...
Haciendo mucho esfuerzo neuronal puedo comprender el desvarío del director o directora de ese programa: como no hay más noticia que la que hay, esto es, un viaje; una enferma que por lo que tiene, el asunto pinta mal; una llegada al aeropuerto; una salida de éste; una llegada al hospital y por último, un parte médico ¿qué hacer para llenar un programa que dura casi cinco horas? Entrevistamos a los entrevistadores. Contamos hasta de qué colores eran lso camisones que ha usado durante su estancia en Houston. Y por desconado, si hemos podido averiguar quién es el amigo mejicano que les ha dejado el apartamento en la ciudada para que pudiesen hacer vida, tanto mejor. Han averiguado hasta los bienes que ha tenido que vender Ortega Cano para disponer de liquidez... hacer frente a algo así, claro está, cuesta una pasta que no se tiene en el banco de hoy para mañana... vamos, que ya saben hasta quién le ha comprado las tierras... Esperpéntico. Pero no me sorprende. Es más de lo mismo.
Lo alucinante es que de ese ámbito haya saltado al de la prensa seria -no me gusta llamarle así, porque mira que algunos medios tienen bien poco de serios... pero bueno-, porque no veo dónde está la importancia del asunto... ¿Tanto representa esta señora en la vida de los españoles? ¿Tanto? Si hubiera sido su fallecimiento, lo puedo entender. Un breve diciéndolo y a otra cosa, mariposa. Pero contar la llegada, y mandar a un reportero a la puerta del hospital y conectar en directo desde el informativo... ¡anda ya!...
Será que no soporto a las folklóricas, con ese aire de ranciedad que tira para atrás...
Ana* -
Ana* -