Potomanía
Llegó el calor. Y con el calor, las recomendaciones, por parte de los organismos y autoridades competentes, relativas a qué hacer para afrontar los sinsabores que las altas temperaturas pueden llegar a causarnos: beber líquidos en abundancia -si es posible, mejor agua que refrescos-; evitar las salidas en las horas fuertes de calor y no exponerse al sol sin protección; no hacer esfuerzos innecesarios; vestir con ropa amplia y de colores claros, etc. Más o menos, lo que ya todos sabemos de haberlo escuchado o leido en veranos anteriores.
Lo que ha sido nuevo para mí, o al menos, si antes lo había oido no le había prestado la más mínima atención, ha sido la insistencia de los especialistas -médicos y psicólogos, creo recordar... lo vi en un par de informativos televisivos- en que, si bien es bueno hidratarse bebiendo agua en abundancia, sobrepasar el límite de consumo diario recomendado, esto es, entre litro y medio y dos litros, a la larga puede ser extremadamente peligroso, ya que se corre el riesgo de padecer una hiponatremia*.
Lo más relevante de esta advertencia sobre el consumo excesivo de líquidos, a mi modo de ver, ha sido el descubrimiento de una nueva enfermedad -y digo nueva porque hasta ahora no se habían dado demasiados casos-: la potomanía. Significa obsesión por beber. En casi la totalidad de las páginas que he visitado refieren que hay personas que beben entre cinco o seis litros diarios.
Me cuesta entenderlo: está claro que hay que verlo desde la perspectiva de la persona enferma, que ha convertido un hábito saludable en algo perjudicial para su salud; pero aún así, lo pienso y lo primero que me viene a la cabeza -y no es una pregunta jocosa- es averiguar cómo se las apañan los potomaniacos para orinar... Es que eliminar seis litros de agua ha de ser harto complicado. Y lo que más incomprensible me resulta es que gran parte de las personas que acaban padeciendo esta obsesión lo hacen por cuestiones estéticas, esto es, por estar delgadas. De todas formas, y como pasa otras muchas veces, me da la impresión de que esta insistencia informativa tiene bastante de tremendista... pero claro, quizás pienso así porque a mí me cuesta horrores beberme dos litros de agua al día...
11 comentarios
kar -
maria -
maria -
Sponge -
Y es que la leche fresquita es tan buena...
Bambo -
Lo del cristal no es en oposición al vidrio: es en oposición al agua embotellada en plástico o como quiera que se llame lo de ahora.
He buscado en la wikipedia y lo correcto es "vídrio". En mi apodo, el enlace.
Sponge, compartimos una afición más -aparte de, entre otras, las novelas de J. Austen y Wilkie Collins, jejeje-: me encanta la leche. La tomo semi, porque la desnatada no me sabe a nada. He de controlarme bastante, pero por lo del colesterol. Ando siempre en la frontera de lo aconsejable: unas veces me paso por poquito, otras no llego, pero también por poquito, y como me han dicho que puede ser por algo familiar, hereditario -mi padre- y no por los malos hábitos, procuro no añadir más leña al fuego, por decirlo de alguna forma. Y la leche entera tiene bastante grasa, :-/
En cuanto a lo del maratón, me sigue sorpendiendo igual: me refiero a que sean capaces de beber, aunque sea un rato antes, tanto líquido... y me sorprende más todavía que esos cuerpos tan poco voluminosos sean capaces de resistir tanto esfuerzo. Para que luego le den el Príncipe de Asturias a Fernando Alonso... -sí, ya sé que tú no estás de acuerdo conmigo en esto, jejeje; pero niña, es que viendo esos esfuerzos, creo uqe no hay color en la comparación...-
Sponge -
Yo, por el contrario, soy de las de Bambi, de las que no beben ni a tiros, y más de una vez me he preguntado también por qué no tengo sed habitualmente, si tan necesaria es el agua. Aunque soy bastante aficionada a beber leche. Sí, ya sé que engorda, pero me encanta (la entera o semi, la desnatada me da asco). Y claro, luego pasa lo que pasa, que tengo cristales de oxalato cálcico en los riñones (es decir, lo que después se convierte en piedras en el riñón).
Lo de los maratones es porque en uno de ellos los corredores pueden llegar a perder hasta 3 ó 4 litros de agua, depende de las condiciones climáticas, la alimentación, etc. y con esos dos litros de agua evitan una posible deshidratación. Hay que tener en cuenta que un maratoniano no va muy sobrado de peso, y en esto va incluida la cantidad de agua corporal. Además, no beben los dos litros de golpe, sino en un periodo de tiempo moderado antes de la carrera. Les resultaría imposible echar a correr inmediatamente después de haber ingerido dos litros de agua de una sentada.
Y lo del fútbol, una p...ada que hayan perdido, pero al menos ya han terminado de dar el tostón (qué le vamos a hacer, odio el fútbol).
Alsen -
Oye, una pregunta, ¿qué diferencia hay entre el vidrio y el cristal? ¿Su opacidad?
Es curioso si es así, la verdad.
Y España a casita... (qué asco, de verdad)
Bambo -
Seguro que en el mundo de los gimnasios hay artilugios varios para contener el líquido elemento: rosas, verdes, azules... a juego con las mallas y las zapatillas -si estuviera Bielka, que es la que más frecuenta esos templos del músculo y la salud, podría asesorarnos-.
Lo que sí que sé, por ejemplo, es que te recomiendan que el agua a consumir permanezca en botellas de vidrio y no de cristal. Creo que lo leí en Runners, aunque no me acuerdo muy bien.
Yo uso mucho el botellín que tengo de las salidas al campo: es metálico y conserva mucho mejor la temperatura.
En el trabajo tengo una compañera que un día de éstos se convierte en una potomaniaca: se mueve por el edificio con el botellín en la mano. Se parece a mí, pero en su lugar, yo llevo el inalámbrico en la mano allá donde vaya, :-( ¡qué asquito!
Lo más curioso de todo es que cada dos plantas hay un suministrador de agua... por lo que si tiene sed, con detenerse un momento a beber, arreglado...
El problema se genera cuando descienden los niveles de sales minerales, porque éstas se diluyen más rápidamente al haber un exceso de líquido en el cuerpo.
Un desajuste entre el potasio, magnesio y sodio y la cosa pinta malamente. De ahí que muchos deportistas consuman plátanos antes de ponerse en faena -tienen mucho potasio, al igual que el pistacho-.
Alsen -
Lo que aún no me explico es como no han inventado un tipo de "pitillera" para las botellas porque los logotipos que llevan están tan mal ideados. En forma, colores, letras, de verdad, no sé como a nadie aún le ha dado por inventar una funda molona para las botellas.
Yo sólo bebo agua en casa -lanjarón o sierra de Cazorla- y cuando me tomo un café por ahí. Y en alguna que otra fuente urbana, en las de antes.
La potomanía -hace poco en el País venía un reportaje sobre la misma- es una enfermedad como otra pero no os creáis, con peligro porque no sé por qué mecanismo, supongo que el de la disolución, el potasio desciende a niveles peligrosos y vamos, que dejas hasta casi de pensar. Repercute sobre todo en las neuronas. Una cosa que me sorprendió.
Bambo -
Mi solución -hace ya tiempo- fue la de colocarme una botella de litro y medio encima de la mesa del trabajo, a primera hora de la mañana. Procuro acabarla para cuando me marcho. Y así ya no he de estar pendiente el resto del día, sobre todo, teniendo en cuenta que eso de beber de cara la noche es una putadeison gorda, gorda, gorda... Y si sales a andar con el perro... pues eso, que no tengo ni idea de qué hará toda esa gente que se pasa el día enganchada a la botella para ir al baño: trayectos largos de coche, de autobús, de metro, una sesión de cine -ahí sí que puedes recurrir al baño de las instalaciones, pero bueno...-, la playa... no sé, ha de ser una tortura. Y además, con el añadido de que si eres mujer y te contienes, asumes el riesgo de acabar con una puñetera cistitis...
¿Dos litros de agua de golpe? Joé, ni una esponja... y luego correr con ese peso añadido...
He estado curioseando sobre los que realizan pruebas de resistencia y la verdad es que lo de la hidratación es importantísimo... no sé en qué página decía que por encima de seis horas al máximo esfuerzo, la cosa pintaba francamente mal para el deportista.
Alguna sustancia adictiva o que enganche se ha de liberar en situaciones así para que una persona pueda desarrollar ese esfuerzo por placer y no por necesidad...
Ana* -
A mí en la prueba de esfuerzo que me hice me dijo el médico que bebiera dos litros al día como mínimo. Me pareció un montón (yo antes no bebía nada), pero ahora a base de infusiones (las mezclas que venden ahora me resultan buenísimas) lo llevo mejor y sí que llego a los 2'5-3 litros. Y a base de leer sobre el tema y de probar he descubierto que es suficiente con un vaso cada hora.
He llegado a saber de gente en maratones que se bebe dos litros de agua justo antes de empezar. Y yo me pregunto dos cosas:
a) Cómo es posible que quepan dos litros de agua en algún estómago.
b) Para qué tanto, si a los cinco minutos los tienen que eliminar. (Por no hablar del rato que tienes que pasar hasta que llegas al servicio).
No sé, yo creo que con un poco de cuidado ni te quedas corta ni te pasas.
(¿Se nota que el tema me interesa? :P)