Las alas de la vida
Días de limpieza. Compras para la casa, bricolaje y radio; mucha radio. Me gusta escuchar cómo otros hablan para contarme cosas mientras, por ejemplo, pinto de blanco las baldas de granito de la alacena de la cocina. Hace un rato, en la emisión local para Valencia de la Cadena Ser -no recuerdo cómo se llama el programa- han entrevistado al director de un documental que actualmente se está proyectando en unos cines de la ciudad -películas en VO y casi siempre, fuera del circuito comercial al uso-. No le estaba prestando demasiada atención, la verdad. Sobre todo, porque el saber qué se contaba en la película, me ha producido cierto rechazo. Ha sido una de las respuestas de Toni Canet -el director- la que ha hecho que dejará las copas que llevaba en la mano y me sentara al lado de la radio a escuchar con atención.
El documental recoge trozos de la vida de un médico que sabe que padece una enfermedad degenerativa mortal. La idea de grabar su forma de afrontar este muro insalvable salió de él, Carlos Cristos. En principio, el rodaje iba llegar hasta el final, pero, tras dos o tres recaídas de las que se pensaba que el enfermo no iba a salir, el documental ha visto la luz sin esperar a esa muerte anunciada.
La respuesta que ha llamado mi atención estaba relacionada con ese final inconcluso. Le han preguntado al director si tenía la intención de grabar la muerte del enfermo, cuando ésta llegase, o si pensaba que era mejor dejarlo todo tal cual estaba. Ha dicho que iba a intentarlo, sobre todo, por estar al lado de Carlos Cristos en sus últimos momentos, por acompañarlo en el tránsito entre la vida y la muerte, pero ha reconocido que no sabía si iba a ser capaz... Esa aceptación, esa duda sobre su futuro comportamiento con respecto a algo que ya se sabe... Humano, sin más. La fuerza y la entereza salen, casi siempre, cuando menos lo esperas; en los momentos más difíciles, cuando la debilidad te ronda y el miedo a lo desconocido te abruma, pero ser consciente de que puede que esto no sea así, creo que es la única forma de no cargar con culpabilidades posteriores, completamente estúpidas e innecesarias.
El documental se titula Las alas de la vida
Me cuesta entender que una persona tenga el arrojo suficiente como para dejar que otros entren en su vida con una cámara, a sabiendas de que la situación que se está viviendo es la más dificíl de toda su existencia...
6 comentarios
ignatiusmismo -
Bambo -
"si es posible, con una sonrisa". ¿Y el miedo, donde se queda?
Gracias, ignatius, por contar lo que viste y sentiste. A mí se me hubiera hecho sumamente difícil aguantar la proyección.
Un saludo
ignatiusmismo -
Se trata de un retrato personal lleno de mensajes, principalmente por parte de Carlos Cristos, el protagonista, quien nos enseña que es posible encarar la muerte mirándola a los ojos, e incluso dialogar con ella, venciendo aquellos miedos que han dominado nuestra vida.
Carlos inunda el metraje de pensamientos lúcidos, tan llanamente expuestos como ilustradas sus consideraciones.
Al poco de arrancar la película el doctor Cristos se nos mete en el bolsillo, y lo hace gracias a su saber estar, a su entereza, a su brillante y contagioso sentido del humor.
La dirección de Antoni P. Canet es muy certera: despojándose de cualquier virtuosismo, sitúa la cámara austeramente para reflejar con sencillez la últimas etapas del viaje de un ser humano al que se le escapa la vida sin remedio.
Y más allá del viaje de Carlos Cristos, asistimos a un conjunto de reflexiones, serenas pero contundentes, sobre el valor de la vida y el tránsito hacia la muerte, y como dice el propio Carlos, "si es posible, con una sonrisa". Es gracias a ello que, desde la soledad compartida de la sala de cine, uno tiene la impresión de asistir a la proyección de un pequeño gran documento filmado.
Jesús -
Sin embargo esta ultima solo se hace sugestiva a través del pensamiento mágico o religioso.
La muerte, tan misteriosa como la vida, tiene difícil pedagogía.A mí me gustaría estar en una sociedad mas solidaria con el dolor y con la muerte, sin tener que acudir a componendas que nos alejen de la humana realidad.
Quizá tengamos que reclamar el camino que han comenzado otros: testamento vital, eutanasia,drogas paliativas...
Estos magos definitivamente no nos enseñaron a vivir ni tan siquiera en los finales instantes.
Dicho esto, un beso alado para los que me lean, que todavía no la hemos parmado...
Bambo -
Se puede pensar que quien desea contar algo así, de primera mano, busca ayudar a otros que estén en su misma situación, pero no sé yo si a mí se me ocurriría ver un documental de este tipo si estuviese en una situación similar.
¿Dignificar la muerte? ¿O quizás el proceso hasta llegar a ella? ¿Es necesario dotar a un proceso tan absolutamente personal de una cualidad que para cada uno significa una cosa?
Imagino que rodar cómo se muere una persona ha de ser duro, muy duro; primero, por el dolor propio y segundo por el pudor...
No sé yo, de verdad...
Bielka -
Y humano el realizador, sí, es verdad. Debe ser durísimo filmar a un moribundo, al menos para una persona más o menos normal.