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De espaldas

Ahora

mano


Se ha roto la desidia. De poquito a poco.

El mar está en el horizonte. Seco.

Ataste una cuerda a mi cuello

esperando a que gritase por la falta de aire.

Pero lloré, solamente.

Igual que se respira a cada momento.

Sin ganas.



Puede alzarse la ola sin la fuerza del viento. Perdida.

Puede quebrarse mi espalda. Entre algodones.

Puede morir la muerte. Como siempre.

Puede naufragar la rabia. Ahora mismo.



Robaré una voz.

Para ahorcarme con razones.

Un suicidio nunca está bien visto.


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