Me duermo a cachitos
Es difícil, lo sé, pero es lo que me está pasando. Me duermo a cachitos: he comenzado por las piernas y ahora un brazo me está diciendo que pasa olímpicamente de responderme. Mientras, no dejo de bostezar y las ojeras cada vez son más notorias.
En resumen, tengo un aspecto lamentable y mi imagen es patética.
¿Más café? Ni modo, ya llevo tres esta mañana.
Ya no sé que hacer: por la noche me despiertan los calambres en las piernas, a razón de dos o tres veces. Por supuesto, luego voy medio zombi todo el día.
Falta de potasio y de magnesio. Lo sé. Y que se soluciona comiendo plátanos. Lo sé también. Pero algo debo de estar haciendo mal porque a este paso me contratarán para la próxima campaña publicitaria de Plátanos de Canarias y las malditas rampas siguen a su bola, sin respetar mis intentos por paliarlas.
La curiosidad: buscando información sobre los calambres nocturnos he dado con una ¿simpática? -seguro que para quien está al lado de los roncadores, no- noticia en la que se cuenta que en Alemania se ha creado un Museo del arte de Roncar.
7 comentarios
Bambolia -
Sí, Ana, mejor, :-) Sigo teniendo sueño, pero esta vez la culpa es mía: estuve leyendo hasta tarde.
Anaijim -
Harlem -
Bambolia -
¿Posturas que yo sé? Quillo, que no, de verdad, que últimamente estoy en plan "démelo usted todo hecho" jajaja
Ganso, no había caido en eso, quizás el calor me esté dejando p'a l'arrastre, :-(
Pasaré por la herboristería, Fri. Esta mañana estaba pensando en comparlas, pero es que parezco la capsulera mayor del reino...: entre las de caroteno para el sol -algo de urticaria solar-, las de aceite de onagra y la cola de caballo voy aviá. He estado aguantando para ver si con la alimentación lo solucionaba, pero me da a mí que me tocará comprar las pastillitas.
Me estaba acordando de una que me pasó hace muchos, muchos años. Por aquel entonces jugaba a baloncesto -base, con mis 1,60 no podía ser otra cosa- e iba a natación dos veces por semana. Los calambres me llevaban de cabeza y el médico me mandó sobres de magnesio. No tuve la precaución de apuntar el nombre del producto y meses después, me volvió a pasar lo mismo. Me fui a la farmacia y pedí sobres de algo que empezaba por mag... me dieron unos y allá que me fui a mi casa, tan pancha. Me los tomé y al tercer sobre me di cuenta de que aquella cuasi diarrea no era muy normal. Dándole vueltas al asunto no podía entender qué me había sentado mal. No relacioné los sobres con la "ligereza" intestinal. Al cuarto sobre, se me ocurrió leer el prospecto y entonces me di cuenta de que decía que aquello era para problemas de estreñimiento y similares.
En realidad, no me dieron magnesio sino manganeso, y la casualidad recayó en que el producto era hasta del mismo color: blanco.
¡qué cosas, de verdad que es que me pasa cada una...1
Ganso -
Felices sueños. cuacks
mr.BSO -
por cierto
lo de los calambres es por culpa de «esas» posturas que tú sabes...
;-))
Fri -