Mi cabeza
"Dinamismo en la cabeza de un hombre" de Umberto Boccioni.
Antes del 28 de enero: casi vacía, sin amueblar demasiado, por aquello de que cuantos más enseres, más difícil se hace limpiar. Y como mi primer apellido es Pereza y el segundo, "Pa mañana"...
Después del 28 de enero: presenta un aspecto deplorable. Hay tantas cosas dentro que no sé por dónde comenzar para organizarlas. Quizás haciendo una lista. A ver qué sale:
.- Acícula
.- Tesela
.- Marcescente
.- Albura
.- Duramen
.- Compartimentación
.- Grafiosis
.- La timidez de los árboles
.- Taninos
.- Nogalina
.- Quejigo
.- Lentisco
.- Agallas -en valenciano gal·las, de ahí que al roble valenciano se le llame "gal·ler"-.
.- Enebro de la miera
.- Trementina
.- Incienso español.
.- Verticilado
.- Coscoja
.- Aladierno
.- Picea
.- Quercus ilex ilex
.- Quercus ilex rotundifolia
.-... Sempervirens
.- Phicea ?
.- Abies pinsapo
.- Procesionaria
.- Dicotiledonea
.- Monocotiledonea
.- Fastigiado
.- Otoño forzado
Hay bastantes más cosas "raras"; de verdad. Pero es que ya no recuerdo ni los nombres... Algunos conceptos sueltos y la sensación de que jamás en la vida llegaré a diferenciar una encina de un quejigo... Bueno, sí; no me voy a fustigar demasiado. Eso sí que lo sé: la encina tiene la hoja perenne y el roble, caduca, pero marcescente -que estando ya seca, se queda sujeta a la rama hasta que crece la yema de la que la sustituirá-. Amén de que el roble posee las típicas agallas: bolas que se forman porque un insecto ha picado en una hoja y el árbol se defiende de este ataque creando una cápsula...
Hace ya bastante tiempo que iba detrás de matricularme en un curso sobre árboles organizado por el Jardín Botánico de Valencia -de ahí que lo tenga en los enlaces: no hay boletín de novedades para suscribirse vía correo electrónico y la única forma de enterarse era ir entrando de cuando en cuando-. Este año lo he conseguido. Somos treinta alumnos: nociones básicas, sin más. Dos clases teóricas y tres salidas prácticas. La primera, hace dos sábados: El barranc dels Horts. Tuvimos la enorme suerte de que nuestra guía fuera la descubridora y conservadora del paraje, Isabel Queralt: un lujo en toda regla. Ayer, a ver bosques de sabinas, entre las comarcas Los Serranos y Alto Turia... bosques de sabinas y cipreses, enebros, abetos y hasta secuoyas... sí, sí. Me queda una más, el sábado que viene: el palmeral de Elche.
Me siento afortunada. A pesar del "desorden mental" en que se ha convertido mi cabeza. Es imposible asimilar tanta información. No he sido la única; ayer, el resto de mis compañeros estaban apabullados -salvo una, creo recordar; pero no cuenta: repite del año pasado-. No sólo por la posibilidad de que un especialista te explique a pie de campo un montón de cosas que no sabías y que te dejan casi, casi, casi, con la boca abierta, sino porque hacía mucho tiempo que no veía a alguien disfrutando plenamente con su trabajo. Puedo pecar de exagerada, pero esta gente -me refiero a los profesores y al director del curso- ama su profesión y transmite su pasión a quienes les escuchan. Además, con el añadido de que no caen en la demagogia facilona del ecologista reciente.
Ayer encontré un artículo en el que hablan de José Plumed, el que nos dio la segunda charla y el que nos explicará los misterios de las palmeras. Se titula El atleta arbóreo. Leedlo, vale la pena. Al final, habla de los otros dos colaboradores del curso: Bernabé y José Moya. El primero, el responsable del curso y director del departamento de Árboles monumentales de la Diputación de Valencia y el segundo, el que ayer nos explicó, entre otras muchas cosas, las diferencias entre un árbol forestal, un árbol agrícola y un árbol ornamental.
Ornamentada tengo yo mi cabeza...
¡Ah! La primera foto que hice a sabiendas de cuál era el nombre científico de la florecita en cuestión. Un avance en toda regla:
Es una Vinca minor.
13 comentarios
Ana* -
Bambo -
Lo que me sorprende de este asunto, -y tal pareciera que acabo de descubrir el mundo, lo sé, pero es así como lo cuento- es lo mucho que desconozco de cómo son las cosas que siempre han estado ahí.
Me da pánico descolgarme de la vida real, del día a día, de la actualidad, de los avances tecnológicos y hago verdaderos esfuerzos para mojar el pan en infinidad de platos -con lo que acabo siendo más o menos como el típico tertuliano de radio local-. He procurado no perder el tren de la Red y aunque sea en uno de cercanías, al menos, ir subida en alguno para no quedarme atrás, anquilosada. Y mientras tanto, he despreciado y despercidado -las dos cosas- lo que tenía al alcance de la mano y que es vital para entenderme y entender a los demás. Puede que suene a sermón dominguero, lo sé. Me arriesgo, :-D
Tanta preocupación porque los demás no puedan percatarse de que eres más o menos como el montón de los montones entre los muchos montones que pueblan el mundo -mi tan cacareada defensa de la mediocridad- y luego resulta que miras a tu alrededor y has estado ignorando a la mayor parte de los seres vivos que pueblan este planeta, en un patente y visible ejercicio de soberbia, de superioridad, de gallardía mal entendida.
¿Cómo luego no vamos a ningunear a los que siendo como nosotros, no están como nosotros? Enga ya... que mirándose el ombligo, a veces, una se da cuenta de que es muy fácil ver la paja en el ojo ajeno y jodidamente difícil ver la viga en el propio.
He dicho.
Y con esto y un bizcocho...
Me voy a pasear a Zas, a ver si consigo entenderme con él: otro de mis grandes problemas. ..
Lía -
El caso es que pasear con ella por el campo era para partirse de risa. Saludaba a todas las hierbas y florecillas silvestres que se encontraba por su nombre en latín. Hola "Matucana senilis", ¡pero que grande estás Gymnocalycium eurypleurum!, anda que Lobibia hibrida más curiosa...
Y así todo...(ni que decir tiene que los nombres yo los he puesto a tun-tún y no corresponden, pero...me sonaban igual....).
Detrás de las risas había siempre por mi parte una rendida admiración hacia alguien que era capaz de reconocer tantas especies por su nombre, de sentirse tan rodeada de "amigos" donde yo solo veía hierbajos...
Es un mundo inmenso y curioso, así que si ya te has conseguido amueblarte con parte de todos esos conocimientos...enhorabuena y mi admiración también para tí.
Saludos Bambo ;-)
Bambo -
Sinfo -
Tengo yo muchas ganas de hacer un cursejo de árboles. A ver si miro alguno que dan por aquí, si puede ser con ingeniero agrónomo macizo incluído.
Sinfo -
:-p
Bambo -
Por cierto, he actualizado la bitácora de fotos -Milésimas-. No hay mucho nuevo, pero algunas flores ya tienen nombre -el oficial- y otras, que ya sé, están pendientes de que tenga otro ratillo para hacer los cambios. Me registré en Infojardín hace unos días y unos cuantos usuarios han identificado la mayoría; las que no, ha sido por mi culpa, porque me empeñé en hacerlas demasiado cerca y claro, así, ni ramas, ni tallos ni ná de ná...
De las últimas que he publicado, la Daucus carota, es la zanahoria de toda la vida, :-D
Las cuatro de hoy he sido yo solita -toma medallaaaaa-: bueno, las dos primeras he acertado de pleno: el género y la especie. Las otras dos, sólo el género. Algo es algo, :-D
Sinfo -
Bambo -
Muchos de mis compañeros van con libretita y boli, anontando todo lo que dice el profe. A mí, sólo de verlo, me da dentera: si he de estar pendiente de lo que me explican y de entenderlo, ya no me da para más... ¿Qué más me da saber que la sabina qeu tengo enfrente es una thurifera y la otra un "no sé qué", si cuando vuelva a tropezar con una de ellas a lo máximo que alcanzaré será a decir que es un sabina?
Lo importante para mí es todas las explicaciones que nos han dado sobre el concepto del árbol, las raíces, que las palmeras no son árboles, qué tipo de vegetación tiene cada espacio, si es de ribera, de secano, de alta montaña... esas cosas. No sé, por ejemplo, que de la corteza del pinus halepensis -el pino carrasco- se extrae el aceite de trementina -el aguarrás, vaya-; que de una de las especies de sabina -la albar- se extraía el incienso; que del enebro de la miera, aprovechaban la resina para curar la roña de los animales y empleaban su madera para hacer lápices; que la carrasca -casi a todos los efectos, lo mismo que la encina- la empleaban para hacer carbón y sobre todo, para leña en los hornos de cal... Eso es lo que más me está gustando de este curso: me siento, si sirve la comparación, como el niño que jamás en su vida ha visto una gallina y lo llevan a una visita a una casa rural y le explican el proceso de la puesta y demás...
Bambo -
Bielka -
Pero mientras lo disfrutes no te preocupes de más. A lo mejor al año que viene puedes repetir, y ya con más conocimiiento de causa.
Bambo -
Seguramente, muchas de las cosas que me han explicado estos días pasados las tuve que dar en la asignatura de ciencias naturales, en EGB. Pero lo cierto es que a mí, casi todo, me sonaba a chino.
Jesús -
Buen día.