De cómo elaborar un buen chiste o de cómo perder el tiempo en estupideces
Sí, sí que es una duda existencial, de verdad. Aunque pueda parecer una nimiedad... pero es que, a veces, las cosas menos relevantes acaban siendo las que más dificultad conllevan. Y es que es harto complicado explicar el porqué hay personas que pierden su tiempo en buscar la fórmula del chiste perfecto -ya sé, ya... todo el mundo tiene derecho a hacer de su capa un sayo, pero de verdad, es que... ¡manda narices!- y encima, para más inri, le dan publicidad a su estupidez como si ésta fuese algo a tener en cuenta.
Comienzo por el principio: una de las cosas que menos me gusta de mi trabajo es la de repasar el correo ordinario. ¿Por qué? Pues porque siempre es publicidad -informática/ofimática-, y si bien en casa puedes tirarla directamente a la basura, aquí no puedo hacer lo mismo -ufff, me estoy descubriendo como una mala empleada... "bitacoreando" desde el curro-. Y para que la cosa no me resulte gravosa, acumulo el de varios días, me saco un café de "calcetín" de la máquina, y me pongo a la faena, no sin antes hacer una plegaria a San Dios del Amazonas, para no cabrearme en exceso por la inutilidad de tanto papel consumido sin necesidad. Ayer, cuando ya iba por las publicaciones periódicas, me detuve en una, en la que hasta ese momento, no había reparado: "Boletín 10". En su portada, se destacaban dos noticias que, siendo honesta, están más cerca del chascarrillo que de la curiosidad. Reproduzco la primera:
"Dan a conocer la fórmula del buen chiste
La ciencia, que todavía no ha desarrollado ruedas que no se pinchen, aviones que no se caigan, ni cura para las peores enfermedades, ha presentado la fórmula matemática del chiste perfecto. Se trata de la ecuación c=(m+nO)/p desarrollada por dos científicas británicas que intercalan su labor científica con presentaciones en teatros y bares como humoristas. Helen y Timandra, que dirigen el Comedy Research Project, cuentan con la colaboración del Museo de Ciencias Dana Center en Londres.
En la fórmula, la "c" equivale a la gracia del chiste y la "m" es el sentido de la oportunidad. nO, por su parte, es la cantidad de veces en que el sujeto del chiste cae en desgracia, multiplicada por la indignidad o dolor físico o social padecido.
La gracia del chiste, entonces, es la suma del "timing" del relato y el padecer del personaje dividida por el "doble sentido" o los juegos de palabras contenidos en el remate, representados por la letra "p". Es decir, que este último factor, que tiende a lograr más una satisfacción intelectual que una carcajada, está visto como una condición negativa para la efectividad del chiste.
La negrita es mía... es que, una de dos, o la Ciencia es otra cosa distinta a la que a mí me explicaron en el cole, de pequeñita, y yo he estado confundida toda mi vida con esto del procedimiento científico y sus diferentes versiones o los científicos mas sesudos la llevan clara teniendo compañeras de viaje tan "ocurrentes".
Las nueve noticias restantes, recogidas en esta publicación, para el mes de septiembre, aquí (formato .pdf)"
6 comentarios
Aber -
Bambolia -
No me gruñas a mí, Ozzzzz, que no tengo culpita de ná...
Luis, no sabía yo que estos intentos de conseguir la perfección en algo que es completamente aleatorio vengan ya desde tan lejos... Me estaba acordando ayer de lo de la fórmula para conseguir la tortilla de patatas perfecta. ¿se acuerda alguien de aquella chorrada? Creo que también eran ingleses...
Aber, es que eso de desnaturalizar parece que está muy de moda hoy en día, :-/
Aber -
Luis Muiño -
Aber -
Oz grrr... -