La princesa va de compras
Imagino que, como yo a estas horas de la tarde, andaréis todos beodos. Porque, sin lugar a dudas, una noticia como la que se puede leer en el comunicado que ilustra esta entrada, merece que se abran botellas y botellas de cava para celebrar la buena nueva. Por tanto, si las líneas que a continuación voy a escribir aparecen ante vuestros ojos algo torcidas, atribuidle la inclinación a los efectos del alcohol y no a una intencionada mala leche virtual. En realidad, tan sólo quiero destacar tres cosas:
En primer lugar, presentar a los felices futuros padres, por si alguno todavía no sabe de quién estoy hablando:
Por favor, un clamoroso "¡Vivan los Príncipes de Asturias!" no vendría nada mal. Tened en cuenta que estamos festejando que la monarquía española nos va a sacar los cuartos de nuestros bolsillos durante, por lo menos, setenta u ochenta años más.
En segundo lugar, recordarles a los señores estos que manejan el cotarro de la Casa Real española y que redactan los comunicados oficiales, que existen dicicionarios de sinónimos, y que en caso de no tenerlos a mano a la hora de confeccionar el texto de la noticia, en la Red hay algunos que se pueden consultar en el momento, de manera gratuita y sin esperar a que se abra la biblioteca pública de turno: por ejemplo, el de El Mundo.
Es que, aunque Baco me tenga subyugada, todavía me dan las entendederas para darme cuenta de que en cinco líneas que tiene el comunicado, han repetido la expresión "gran alegría" dos veces, y lo del anuncio, otras dos, una como verbo y la otra como sustantivo.
Y en tercer lugar, preguntaros si alguno sabe de donde viene la expresión o frase hecha con la que he titulado esta anotación, porque hasta hace relativamente poco tiempo, se empleaba con asiduidad para decir que una mujer estaba embarazada -creo que hoy en día ha caido algo en desuso-. Imagino que de una u otra forma, tendrá que ver con un eufemismo -o como quiera llamarse- de los muchos que se usan/usaban para no llamar a las cosas por su nombre, porque decir eso de "está preñada" parece que suena fatal. No digamos ya, si en lugar de pronunciar la cursi y repipi frase de "ha dado a luz" -Iberdrola debería pagarles un plus de productividad-, se te ocurre referir el acontecimiento con un escueto "es que ha parido"...
Voy a inventarme una explicación, a ver si cuela: ¿no sería factible que, como para la llegada del bebé a este mundo, las mamás de toda la vida -ahora serían los papás y las mamás... ja- necesitaban proveerse, cual jefas de intendencia de un cuartel, de trajecitos, camisetitas, pañales de gasa, camisoncitos, petos, etc., y que por esta particular dedicación a la preparación del ajuar infantil, a la situación de la mujer embarazada se le pasase a llamar "ir de compras"? *
*Sé que un día de estos algún avispado editor me contratará para que escriba un diccionario sobre las explicaciones semánticas de algunas frases y palabras que nunca llegaron a buen puerto, :-P
7 comentarios
a las tres -
salud
Bambolia -
a las tres -
Por cierto,para cuatro líneas si que podían esmerarse más.
salud
(una pregunta: ¿el aborto sigue vigente aquí, en el Imperio, no?)
Bambolia -
Bambolia -
Por supuesto, los líderes políticos se pusieron ayer sus mejores sonrisas Profidén -bué, Rajoy no es que tenga sonrisa Profidén, más bien sería sonrisa "cepillo de desenpolvar ropa"- para felicitar a los futuros papás. Y en un alarde de clara estrategia a favor de la equiparación de derechos por razón de sexo, el Presi, mi tocayo Bambi, habló de la reforma del Título Segundo de la Constitución Española. Porque, claro, en esta país en el que estamos tan avanzados, en el que la "guerra de los sexos" de la que alguien hablaba en los comentarios de la anotación anterior está mas que superada, va y resulta que de existir herederos a la corona española, el que optaría a colocársela en su real cabeza, sería, aun siendo menor, el varón, como Dios manda. Olé y olé y más olé. Para que luego digan...
Bambo -
Sí, sí que hay varias princesas europeas preñadas: en mi apodo dejo el enlace a la noticia.
Y y puestos en esto del cotilleo, la hija de ex-presi y la de las peras y las manzanas, también va de compras, pero ésta, del segundo vástago. Y si a eso le sumamos que la Infanta Cristina está esperando el cuarto descendiente -que a fin de cuentas, es princesa pero con un título castizo, como tié que ser, leñe!-, la ex-modelo Laura Ponte, casada con el sobrino del Rey, también está en estado de buena esperanza...
Para mí que sí que existe un repentino furor monárquico en aras de procrear cuanto más rápido, mejor: todos estos principitos de cuentos de hadas se han casado con mujeres que no pertenecían a la alta aristocracia, y para no ponerse en contra a la opinión pública -paice mentira, pol Dios!!-, se han puesto a darle al fornicio siguiendo los preceptos de la santa madre iglesia por aquello de mostrarle al pueblo la imagen de familia feliz, que unida, jamás será vencida -o sea, que piensan que teniendo herederos, la institución monárquica está asegurada-.
Delfín -