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De espaldas

En casa y con la pata quebrada

Está claro que una cosa es lo que se dice de cara a la galería, para que al que habla
Está claro que una cosa es lo que se dice de cara a la galería, para que al que habla
Está claro que una cosa es lo que se dice de cara a la galería, para que al que habla no se le tache de machista empedernido, recalcitrante y de cortas miras, y otra muy distinta, lo que se piensa y se manifiesta cuando no existe presión social del entorno más cercano. ¿Y por qué me da por hacer, de buena mañana, una afirmación tan de andar por casa? Muy sencillo: porque después de leer que la mitad de los españoles cree que la mujer debe dejar su empleo y cuidar de sus hijos, sería casi imposible no cuestionarse que todos esos hombres que hace unos cuantos meses decían que preferían a la mujer rebelde, independiente y aventurera, estaban mintiendo como bellacos...

Ya sé, ya, que no se puede extrapolar: soy la primera que parte de la base de que una encuesta realizada a hombres de profesiones liberales, con cierto poder adquisitivo y bla bla bla, no sirve como referencia para analizar el sentimiento patriarcal del españolito medio. Y que el estudio presentado ayer por la Directora del Instituto de la Mujer, parece bastante más real -mi impresión personal... sesgada, lo sé; pero es que cada vez que escucho a un hombre decir aquello de que "no sé de qué se quejan, si lo tienen todo", me entran ganas de verlo con las manos en la masa, asumiendo, sólo por un día, todas las tareas que una mujer trabajadora fuera de casa realiza hoy en día-.

La frase con la que titulo la entrada puede parecer tendenciosa, pero, sinceramente y por desgracia, después de desayunarse con una noticia así, a una no le cabe otra que pensar que muchos hombres de los que me rodean siguen pensando que yo y conmigo todas las demás mujeres, sólo somos meros instrumentos para la reproducción de la especie.

Y si además, a este despropósito le sumamos que en países como Afganistán, tres mujeres han sido secuestradas y después asesinadas, por el simple hecho de que colaboraban con ONG's y que sus captores han dejado, junto a los cadáveres, unos cartelitos en los que les recuerdan al resto de las mujeres que realizan las mismas labores humanitarias que lo de ellas no es trabajar -no he encontrado información en la red, al menos a esta hora; lo he visto esta mañana a las 7, en las noticias-, poco o nada más se puede decir.

Si alguien es capaz de sonreir por mí, que lo haga. Hoy se me está haciendo sumamente difícil.

16 comentarios

Sinfo -

Yo tampoco entiendo el comentario de Vigo. Las dos noticias tienen en común algo muy claro. Una es una encuesta en un país democrático y otra es una salvajada en una parte del mundo que tiene encimalo que tiene.
Y las dos tienen en común la atribución a las mujeres de las tareas domésticas como su papel determinante en esta vida.

La etiqueta "guerra de los sexos", en mi opinión, es una falacia que consiste en poner en plano de falsa igualdad a dos supuestos bandos, hombres y mujeres. De ahí lo de "guerra", como si fuera entre iguales. Lo que hay, en muchos lugares y en muchas circunstancias, es desigualdad e injusticia pura y dura contra las mujeres por el hecho de su condición de tales. Como la hay contra otros colectivos por el hecho de ser lo que son.
La idea irracional que subyace a ese trato de inferioridad es que las mujeres, por el hecho de serlo, tienen asignado un rol porque sí, porque son mujeres. Un rol asignado históricamente por una sociedad en la que evidentemente elpoder era y es masculino.
Y, desde mi punto de vista, los avances de las mujeres en Occidente, conseguidos a pesar de una oposición realmente mezquina por parte de muchos -y muchas- están muy lejos todavía de haber logrado la igualdad de derechos imprescindible.

Tampoco poner de relieve la curiosa similitud de ideología misógina que subyace a dos hechos, la encuesta y el crimen, me parece poner de relieve ningún hecho diferencial. Me parece poner de relieve una verdad como un templo: que, a muchos, unos más brutos y otros menos, no les termina de entrar en la cabeza que no somos sus criadas.

Bambolia -

Cuando hablé de la noticia del asesinato de las tres mujeres, no cuestioné en ningún momento que no pudiese doler por igual a hombres que a mujeres. He releido la anotación y no veo por ningún lado de dónde has podido deducir esa interpretación. Y tampoco veo por ningún lado lo del hecho diferencial. Es más, necesitaría que me explicases a qué te refieres, porque ahí ando perdida. Sí que pretendía remarcar algo, desde luego: el que a las tres las han matado porque eran mujeres que desafiaron el poder establecido por unos seres que no merecen ni tan siquiera recibir el nombre de hombres.

Bambolia -

Yo no hablo de guerra de sexos. Hablo de igualdad de derechos. Si consideras que el reclamar que una mujer no sea tratada como un ser inferior al hombre por el mero hecho de serlo, es una guerra, mal vamos. Yo no estoy atacando -hipotéticamente- a los hombres por pedir que, por ejemplo, que sean ellos los que se hagan cargo de los hijos. Estoy diciéndoles que no estoy conforme con ese reparto de papeles, y que no es una obligación en una sola dirección.

Lo malo de esta lucha es que mucha gente dice que ya no existe guerra entre sexos y que todos somos iguales, personas, sin más. Y siendo más explícita, lo malo no es eso, lo malo es que se dice pero luego miras alrededor y no se ve por ningún lado. Eso sí -y perdona si puede parecer que pongo en duda tu afirmación y tus intenciones-, como sonar, suena de fábula. Tan de fábula que una acaba poniéndose a la defensiva porque son muchas ya las veces que lo ha escuchado y luego en la práctica ha visto cómo se ha menospreciado a una mujer por reclamar un derecho que le es propio, por la mera razón de ser persona.

Vigo -

Evidentemente aún queda por avanzar bastante, en el tema de igualdad, pero en lo que a mí respecta la guerra entre entre sexos hace mucho tiempo que se acabó, y las personas son sencillamente personas con nombres y apellidos.
Así el hecho que asesinen a colaboradores de una ONG, me parece que nos duele a todos: hombres y mujeres. Seguramente es tu sensibilidad la que ha unido ambas noticias, pero puestas una detrás de otra, me parece un "exceso" el querer remarcar la cuestión del hecho diferencial.
Es una opinión.

Bambo -

Madre de dios, hoy estoy despotricando de lo lindo. Es que en la farmacia estaban hablando de este asunto y tres señoras mayores decían que las "jóvenas" somos poco dadas a sufrir, y que ahora no aguantamos nada... de verdad de la buena que porque soy menos mala de lo que en realidad me creo, porque sino, les hubiese esperado en la puerta a las dos y se hubiesen encontrado con una zancadilla, para ver si así se rompían los piños y dejaban de hablar durante una temporadita...

En serio, que frivolidades aparte, Sinfo, tienes toda la razón del mundo: a mí me hace dudar mucho de la integridad de una persona el hecho de que ésta no considere vulneración de un derecho el que yo esté fregando platos y preparando la comida mientras él está viendo la tele repantigado en el sofá -en el hipotético caso de que eso ocurriese, que no creo-.

Ya, me cayo, que esto sí que es un monólogo y no los del club de la comedia.

Bambo -

Leñe, que suena a trivialización, pero es la puñetera verdad, que en el día a día es mu jodido cuando pretendes no cabrearte por ciertos comportamientos. Y máxime cuando te dicen que "es que eso tampoco es necesario", o "ya me dirás... si está una semana sin limpiar, pos no pasa nada"... y oye, que mira, que eso cuando tienes 20 tacos que te da igual todo, pos como que resulta hasta pelín bohemio, graciosillo... te tiras en una cama en la que sabes que las sábanas llevan dos meses y casi que te da igual porque lo que quieres es aprovechar la oportunidad porque una cama con 20 años no suele ser lo habitual... pero ¿ahora? ¡anda ya, hombre, anda ya! que lo de "es que ¿no te gusta que las sábanas huelan a mí?" está ya muy pasauuuu. Que no, hombe que no, que huelen a sobaquera y si antes no han pasado por la lavadora ahí no me meto...

Bambolia -

Yo también me casaba si el tipo que estuviese conmigo se hiciese cargo de la mitad de la faena doméstica, y cuando digo faena doméstica, no me refiero sólo a bajar la basura al contenedor a las diez de la noche, ni a poner la mesa, ni a quitarla, ni a abrir la nevera y ver qué falta para comer esa semana. Cuando hablo de labores domésticas me refiero a limpiezas generales, a guardar ropa en los armarios según las estaciones, a organizar un menú semanal, a tender la ropa con la idea de que según cómo la cuelgues así te la vas a encontrar, a no renegar cuando intentas explicar que es mejor fregar los vasos primero, en lugar de la sartén de freir las patatas, porque si se hace de la última manera, el estropajo se llena de grasa y acabas embadurnando los vasos cual nueva decoración primaveral... No sé, hasta a que no te miren como un bicho raro porque dices que la ducha, cuando el baño es compartido, se ha de enjuagar una vez has terminado de ducharte para que el que venga detrás no se encuentre con la espuma y los pelos pegados en los lados... ¿Sigo?

Bambolia -

¿Será que como ayer Ana* refirió que para el 2009 van a dejar -ojo, "van a dejar"...- votar a las mujeres y a través de un mensaje cifrado les ha llegado un tam-tam al departamento de investigaciones de seguridad nacional ultra-mega-secretas, advirtiéndoles de que un grupo de mujeres están llamando a la rebelión a otras muchas más?

Fin de mi intento de iniciar una novela de cifi con tintes sociales. Que conste que tengo pruebas, que puedo demostrarlo cuando quiera -lo de la visita, digo-. Pero no quiero mostrar las evidencias hasta que no esa estrictamente necesario. Ya se sabe, a veces, las cosas no son como parecen y si se tiran piedras a los estanques, hasta se puede llegar a matar pececitos. Eso sí, sin querer, siempre sin querer...

Luego sigo con lo de los machistas recalcitrantes, que ayer por la tarde no me cargué el televisor porque es nuevo y todavía lo estoy pagando...

Bambolia -

De retrueque, pero bueno... es que me hassse mucha gracia: ayer, a través de la página de visitas, me enteré de que alguien se tomó la molestia de ver qué tonterias se le ocurren decir a ésta, la que suscribe -el lenguaje administrativo me persigue, mil perdones, :-P -. Ese alguien, que cotilleó en tres ocasiones -bué, nedstat tampoco actualiza cada cierto tiempo, poco, pero no sé cuanto- ha vuelto hoy por estos lares. Y estoy emocioná, porque nada más y nada menos que me visitan desde... ¡tachánnnnn! ¡¡¡Arabía Saudi!!!! En concreto, de "Saudi Arabia Backbone, Arabia Saudí". Ahora que concretar qué santas narices es eso, casi que me da igual, porque el traductor del google me dice que me han venido a ver desde la espina dorsal de Arabía Saudí...

Sponge -

¡Ay, po Dio, po Dio, qué razón tenéis! Yo me encuentro en este momento en esa situación de chacha cuidadora de hijos (con la sustancial diferencia de que mi marido ayuda todo lo que puede en la casa y con las niñas, y no le importaría en absoluto, dice él, que cambiásemos los papeles), y me estoy agobiando de mala manera. Y entonces pienso en que todas la mujeres que han esado atadas a lo mismo durante todo el tiempo que no hemos sido iguales que los hombres (que aún falta mucho camino, como decís), han tenido que vivir una vida patética, con la sensación de que la dejaban escapar entre sus dedos. Qué pena.

Luego me extiendo más, que ahora no puedo.

Sinfo -

Aaaaahhh...que lo dijo Dios.

No me acordaba.

Entonces nada, que maten a personas válidas, incluso puede que excepcionales, que están ayudando a sus mismos compatriotas.

Porque, como son mujeres y lo dijo Dios, pues nada. Que las maten por no estar zurciendo calcetines en lugar de meterse a ser personas útiles, trabajadoras y solidarias. Como lo son ellos, que están haciendo la guerra santa. Y eso sí que es importante, vamos. Y generoso, joder, que están ofrendando vidas suyas y ajenas (alarde de generosidad: ofrendar las vidas de los demás, convirtiéndoles en mártires de un plumazo para que accedan al Paraíso en las mejores condiciones) para que el bien y el orden prevalezcan en el mundo.

Porque ya sabemos todos, en nuestro país también, que lo que tiene que ser, tiene que ser. Y si no, nos lo recuerdan.

Sinfo -

Lo que a mí se me hace evidente es que abundan los individuos que de hombre sólo tienen el nombre.
Ser un hombre, como ser una mujer, en mi opinión, requiere un mínimo de integridad personal que condene las injusticias y las desigualdades ( no digamos el maltrato y el crimen) en todas sus manifestaciones, y no las pase por alto por el mezquino motivo de que a ti parece favorecerte esa desigualdad en particular.

Respecto a las actitudes machistas, creo firmemente en la necesidad de que las mujeres adquiramos cada vez más confianza en nosotras mismas y nos pasemos tales opiniones por el forro.
Al fin y al cabo, somos, por lo menos, la mitad de la población. Si nosotras mismas no nos dejamos convencer de que tenemos que asumir el papel que nos quieran dar, el cambio social no se detendrá, mal que les pese a algunos.

Yo abogo por que los padres de familia se queden en casa y se dediquen en exclusiva a cuidar de los hijos y a las tareas domésticas.
Si lo hacen, soy capaz hasta de casarme, mira. Siempre que me tengan la ropa y la comida preparada; me mimen en casa; me tengan a los niños como la patena y etc. etc.
Joder, claro. ¿Quién ha repartido los roles y de dónde sale que me corresponde a mí el de chacha por haber nacido mujer?
¿Por qué no al revés?

Bambolia -

En mi apodo dejo el enlace a la noticia del asesinato de las tres colaboradoras afganas asesinadas.

Bambo -

¡Ah! que se me olvidaba: si a cada redactor, político y demás personas relacionadas con los medios les diesen un céntimo por cada vez que emplean el palabro "rol", en sustitución de la palabra "papel", algunos serían, fijo, millonarios -de los de euros, que conste-.

Bambolia -

En ello estaba...leyendo la noticia que enlazo en mi apodo.

No sé si será cuestión de ser heroina, Ana*, pero lo que tengo claro es que tampoco se trata de egoismo. Más bien, de tener las cosas muy claras y no estar dispuestas a tragar con carros y carretas por el hecho de ser madres. El día que alguno de los hombres que conozco sea capaz de dejar su trabajo para quedarse en casa y asumir esa carga él solito, entonces, puede que la cosa comience a cambiar -y no me refiero a quedarse en el paro y por esa razón encargarse de las tareas del hogar-. Pero, claro, el sueldo de una mujer suele ser inferior...

Pero si ya eres una mujer de provecho, quilla: soltera con gatos -ya sabes, según tu amiga, eso es un grado mayor que la soltería a secas, :-P -

Que te vaya bonito mientras "reconduces" tu camino existensssssial, :-))

Ana* -

Bueno, el caso es que cuando he leído el título de la entrada he pensado: "Pobre Bambo, primero el cuello y ahora se rompe una pierna". ;-)

Y luego he visto que no. A mí me ha sorprendido la encuesta porque la gente en las encuestas miente una barbaridad para mostrar su lado más guay. Aunque después de la época "sin complejos" recientemente padecida también es verdad que mucha gente no se corta nada en soltar barbaridades. El caso es que, como dices, es algo que estaba cantado. Para mí las mujeres que se casan y tienen hijos y trabajan son unas valientes. Yo opto por la opción más egoísta, lo reconozco, no valgo para heroína.

Y, por cierto, te ha faltado una noticia, no sé si la habrás leído: que los empresarios (cincuentaytantos por cierto, creo recordar) dicen que las medidas para conciliar la vida familiar y laboral no molan porque restan productividad.

Ole, ole y ole.

Y nos podemos dar con un canto en los dientes, con lo que cuentas de Afganistán. En Arabia Saudí creo que se están despendolando, se rumorea que a lo mejor dejan votar a las mujeres en 2009.

En fin, que además de todo esto esto es un intento de despedida por un tiempo, a ver si consigo hacer de mí una mujer de provecho.

Muchos besos