Toros pluriempleados
Ayer era un parque temático dedicado a Francisco Franco. Hoy, toros, de los conocidos como "mansos" -los que no son bravos y sirven de guía a los demás; generalmente suelen ser los que llevan el cencerro- que sirven como vallas publicitarias en movimiento.
Me arriesgo a caer en la retórica fácil y hueca, pero es que una tiene sus limitaciones y ante mamarrachadas de este tipo no queda otra que preguntarse lo de "¿es que nos hemos vuelto todos locos?".
No me gusta que se maltrate a los animales y me cuesta mucho, sobre todo en verano -por la ingente cantidad de festejos taurinos que se programan en los pueblos del levante español-, aceptar que vivo y comparto mi tiempo con personas que consideran un arte lo del toreo: embolados, ensogados, picados, apaleados... Quizás esta versión del toro anuncio sea la menos dañina posible dentro del amplio abanico de malostratos consentidos. Pero eso no le resta sordidez al asunto: es de un pésimo gusto.
Espero que no todas las agencias de publicidad sean como las que han ideado esta forma de anunciarse, porque si la mayoría funcionan bajo los cánones del todo vale, aviados estamos.
4 comentarios
Bambo -
Holitas, Gonzalo. Gracias por tus palabras, :-D
Tienes razón con lo del espacio intrauterino: así los niños saldrían completamente enganchados al consumismo, :-/
Gonzalo -
Tu bitácora es impresionante, qué cantidad de temas y que clara y hábil eres para exponerlos. También me impresiona que lleves tanto tiempo. Yo conozco de esto hace 4 meses solamente.
En cuanto a este post, me he quedado sin comentarios. Me parece aberrante. ¿Cuál será el límite? El dinero parece que lo compra todo, quizás veremos en un futuro próximo propaganda intrauterina, pues ya es el único espacio que va quedando sin anuncios publicitarios.
Ana* -
Besos, Bambolia, me alegra que hayas vuelto.
elisa de cremona -
besos