Momento retro
Llevo una temporadita que cada vez que abro la boca, de diez palabras que pronuncio, dos las digo como si tuviese la lengua de trapo. Me engancho, tartamudeo y me quedo en blanco. En blanco o fuera de juego, que viene a ser lo mismo. Me da mucha rabia y acabo poniéndome de los nervios -más si cabe, :-( -, con lo que entro en un círculo vicioso del que es díficil salir.
De niña me pasaba con frecuencia. Tanto es así, que el día que fui capaz de decir de un tirón el título de un programa infantil que me gustaba mucho, comencé a dar saltos como una loca y si no llega a ser por mi abuela que me recordó que viviamos en un tercero, seguro que los del segundo hubieran acabado llamándonos la atención por ruidosos. Y es que el nombrecito se las traía: Los Chiripitifláuticos. Ahí es nada. Todo un prodigio para mi torpe dicción. Un poco más mayor, me di cuenta de que gran parte de las veces, en lugar de decir "chiripitifláuticos", lo que pronunciaba era "chipiritifláuticos"; cambiaba el orden de dos consonantes*. La solución a este baile fonético llegó a través de una regla nemotécnica: las dos primeras sílabas del nombre del pueblo en el que vivo coinciden con las de la famosa pandilla televisiva. Y desde entonces, las pocas veces que ha salido en la conversación, me ha venido de perlas para pronunciarlo correctamente.
Buscando información sobre el programa, he encontrado el vídeo de su presentación, cuando sonaba la canción que los hizo famosos; momento retro por excelencia -¡qué tiempos, mare!-:
También he encontrado un libro que habla de la generación nacida en los años sesenta, más conocida como la "baby boom":
Los niños de los chiripitifláuticos: retrato generacional de los nacidos en los 60.
Tiene muy buena pinta. Lo he añadido a mi lista de favoritos: para comprarlo en cuanto tenga ocasión y para tenerlo en cuenta cuando quiera hacer un regalo a alguien de mi edad.
Por cierto, con lo de Supercalifragilisticoespialidoso, de la película Mary Poppins, no me pasó jamás. Lo decía y lo sigo diciendo de un tirón, sin engancharme:
*Seguro que esta torpeza mía tiene un nombre y que en la actualidad es algo que se controla en los colegios para ayudar a los niños que se enfrentan a este tipo de dificultades. Yo no tuve esa suerte: las monjitas eran tan comprensivas que se dedicaban a ponerme en evidencia delante de la clase cada vez que me liaba con las palabras. Entre eso y su particular cruzada en pos de recuperarme para el sector diestro del Universo Mundial, porque los zurdos éramos la representación andante del Maligno, no es de extrañar que sea hablarme de mi primera época estudiantil y comenzar a echar pestes por la boca, :-D
17 comentarios
Bambo -
La cosa del "reencuentro" parece que se ha frenado un poco. Espero que se deba a que mi amiga ha entrado de lleno en la vorágine del trabajo y su familia y eso le ocupe todo su tiempo, :-D
De todas formas, tengo otro problema "social": la próxima reunión de amigos -otro grupo- será una fiesta de disfraces... las odio a muerte. Pero a muerte. ¿He dicho a muerte? Más que eso, más allá de la otra vida, si es que existe algo después de estirar la pata. He dicho que no me voy a disfrazar y ya he recibido los primeros comentarios "de psicólogo a ratos, como afición": que si es que soy una reprimida, que si es que no me dejo llevar, que si es que así voy a cortarle el rollo a todo el mundo... A ver ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? y ¿por qué?
Sinfo, mi época de BUP, a partir de segundo, fue también muy divertida. La verdad es que de esos tres años sí que tengo gratos recuerdos. Un poco oscuros por la parte que tocaba a la familia -la inestabilidad laboral de mi padre nos llevo de cráneo durante mucho tiempo- pero se compensaba con las horas que pasaba en Monte-Sión -el colegio donde acabé el BUP e hice el COU-. Tanto me despendolé que en el último curso me pasé el último trimestre sentada en los soportales de los patios cercanos al edificio, tomando el sol junto con otro compañero. Por descontado, me cargaron tres para septiembre: latín, lengua y filosofía. Ahí es nada. Las tres más fuertes de la rama de letras, :-( Las aprobé y pasé el selectivo, que del hueso que tiene sustancia, siempre se puede sacar un buen caldo, :-D
Sponge, ¡qué recuerdos con los dibujos animados! La Pantera rosa era total: me chiflaba ese aire decadente, parsimonioso... Por cierto, la última de lo políticamente correcto ha sido la de modificar los capítulos en los que Tom y Jerry salen fumando... en mi apodo, el enlace. Ya les vale...
Sponge -
Un post muy entrañable. A mí, que soy más infantil que una patata, me encanta recordar estas cosillas de juventud.
sinfo -
En el Instituto fue donde me lo pasé como los indios. Era un instituto religioso, pero las profes no eran monjas, aunque sí muy católicas y tal. No sé si será lo mismo que cuando te dan clase monjas; estas daban la murga religiosa de vez en cuando y tenían algo de ese estilo autoritario-ñoño, pero no las recuerdo como especialmente chungas. Luego, que nos juntamos un grupo "gamberro" y al final la mayor parte del alumnado era gamberro y no nos sujetaba ni el sursum corda.
Cuando digo gamberro me refiero a que fumábamos, salíamos con chicos y nos pitorreábamos de todo. Y algunas andaban bastante metidas en política, afiliadas al PC cuando aún era clandestino y eso.
Recuerdo haberlas acompañado a vender Mundo Obrero por las calles de Madrid sintiendo una mezcla de emoción y acojone. Hablo de los años 1975-1979, más o menos.
Y nos reíamos, nos reíamos muchísimo. Éramos adolescentes, vamos.
Fue una época fantástica.
Pero estas chicas no eran de mi barrio como los del cole y, aunque intentamos mantener el contacto un tiempo, a esas edades, en cuanto uno cambia de compañeros porque se va a estudiar a otro sitio, no es fácil que perduren las relaciones.
Al menos a mí me cuesta ser constante en eso.
Lía -
Incluso recuerdo irme a la cama con Cleo, Tete, Maripy, pelusín, coletitas y cuquín.
La verdad es que me encanta recordar esas cosas.
Me parece que eran muy tiernas.
Vamos, del mundo infantíl posterior nada más cutre y dañino que Leticia Sabater y su super-mega-guays gilimemeces. Eso si que de denuncia. Pobres niños.
La bola de cristal me pilló ya "crecidita", pero era una fan absoluta. No me perdía ni uno.
Las coplas son parte de mi infancia también. Mi abuela se las sabía todas.
Para ella nadie como "Doña Juana" (Juanita Reina). La Piquer también, pero con Doña Juana le cambiaba hasta la cara al escucharla.
Yo me quedaba embobada escuchándola, y es que aquellas letras analizadas más tarde, no eran para menos. Eran preciosísimas e impactantes.
"Dime que me quieres, dímelo por Dios...Aunque sea mentira, aunque no lo sientas, peroooooooooo...dímelooooooooooo ".
Vamos, los pelos de punta se me ponen de acordarme.
Y ya, lo del tema de las antiguas compañeras, yo...¡¡¡ ni loca !!!.
Ya lo han intentado, ya...pero ¡¡¡¡NOOOOOOO!!!.
No es que seas poco sociable, es que de verdad que lo pasaría fatal.
Pasarme la noche haciendo un resumen de mi vida...ay, no...
Besos
Lía
Bambo -
Me ha recordado a Rafael Conde "El Titi", y su "Libérate"... o la de "Colorines", que ésa no tenía desperdicio, :-D
"Cantares" marcó una época: el final del folclore patrio, ése de la bata de cola y letras de amores desgarrados, en los que se permitía, como si se tratase de un orgullo y de una prueba de hombría, partirle la cara a la parienta y hasta incluso darle su merecido por no someterse al santo varón...
Lo malo de estas cosas es como se ha crecido con ellas, escuchándolas casi sin prestar atención a lo que decían, es muy difícil desvincularse de lo que te hacen sentir cuando las escuchas... La Piquer era lo más de lo más. Con la que no he podido jamás de los jamases es con Rocío Jurado... por no mentar a la Pantoja, que ya es lo más cutre que una se pueda tirar a la cara...
sinfo -
http://www.youtube.com/watch?v=3ruHzWxlbZI
Bambo -
Mis recuerdos de la infancia no están ligados al colegio: lo que me viene a la cabeza cuando pienso en aquella época es el verano, que lo pasaba íntegramente en Linares -dos meses, más o menos-; las tardes después de las cinco y media y los fines de semana. Mi abuela Pascuala, la madre de mi madre, que vivía con nosotors... nunca tuvimos llaves de casa porque ella siempre estaba allí, sin salir para nada a la calle. Nunca. Se pasaba meses enteros sin traspasar la puerta de la casa: sonaba la radio, allá al fondo, en la cocina. En una galería que mis padres cerraron con acristalamientos. Elena Francis y su consultorio sentimental: se echaba unas cuantas risas escuchándola...
Bielka -
Tampoco me siento cercana a la gente de mi instituto ni a la de la escuela ni tengo interés en verlos. Los vería por curiosidad, pero no porque realmente tenga ningún sentimiento de cariño hacia ellos.
Bambo -
Bambo -
Ana, "La casa del reloj" es posterior: en mi apodo, un enlace a un vídeo de TVE realizado con motivo del 50 aniversario de la creación de la televisión pública española. Y sale justito el mozo templau del que hablaba en un comentario anterior... ¡qué guapo era! Desde luego, el "look" setentero era horroroso, :-D
No sé qué acabaré haciendo, la verdad. Me refiero a lo del encuentro de antiguas alumnas. Tienes razón: es una chorrada enorme; pero enorme, enorme, enorme. En realidad, las que fueron entonces mis amigas, lo siguen siendo -que mantener contacto habitual con tres mujeres que conociste cuando tenías tres años, ya es todo un mérito-, y del resto, a unas no las he vuelto a ver ni ganas que tengo, porque si entonces ya me parecían tóxicas, su veneno ahora ha de ser más letal que el de la avispa marina, que dicen que es lo más de lo más y a otras, las veo por la calle de uvas a peras y no pasamos de un educado hola y adiós, para que no se diga que en su momento nuestros padres no nos instruyeron en el civilizado arte de la hipocresía social -nuestros padres y los que nos rodeaban, claro-. A otras, directamente ni las saludo: ya me he quedado en varias ocasiones con la palabra en la boca y ante semejante demostración de aunteticidad y reivindicación del "yo paso de ti, idiota", he acabado haciendo lo mimso que ellas. Una de ellas vive a diez metros de mi casa, que ya es complicado... y eso que estudiamos el bachiller juntas, que ya es lo más de lo más y encima, jamás nos enfrentamos por nada... aysss...
Yo no tengo recuerdos que magrear, Ana. Al menos, que sean agradables. Me sitúo en aquella época y sólo tengo sensación de represión, de envidias y de peloteos. De bandos enfrentados: las listas y recatadas y las tontas y despendoladas -despendoladas a los ojos de las listas, claro-. Yo nadaba entre los dos bandos, porque sacaba buenas notas pero no era de las empollonas recalcitrantes y no era demasiado recatada, porque iba con una pandilla en la que había chicos y estaba a costumbrada a tratarlos de mis veranos en Linares. Me dieron de bofetadas en los dos bandos, jaja... ¿Qué les digo cuando las vea? ¡Bahhhh!
Mira que me cuesta, leñe...
Ana* -
A mí me daría grima ir a un festejo como el que cuentas. Porque, a fin de cuentas, me parece una chorrada: yo no reconocería en unas adultas a las niñas que fueron mis amigas, ni tú eres la misma de entonces. ¿Entonces? ¿qué se celebra? Lo pasado, pasado está, y los recuerdos si se magrean demasiado acaban por quedar deslucidos.
Que te sea leve, decidas lo que decidas.
Aber -
Bambo -
Gracias, Pumby. Buen apodo, por cierto. Me encantaban esos tebeos. De niña leía muchos, a escondidas de mi padre, que se enfadaba porque decía que no era serio. Mi vecino de enfrente, que tenía un año más que yo, los devoraba y su madre, que era más permisiva que mis padres, se los cambiaba en el mercadillo de los jueves, que había un puesto de intercambio de novelitas rosa, del oeste y de tebeos. Cuando él los leía, nos los dejaba a mi hermana y a mí. Hace siglos que no veo un puesto de esos en el mercado, :-( y me refiero no a un específico, tipo feria del libro o similares. Este mercado es de los de ropa y enseres de la casa, que es ambulante y tiene un día de la semana para cada pueblo de la comarca.
Por cierto, la vida da muchas vueltas, muchas: cuando estuve trabajando de cajera en el supermercado de Valencia -un "mas y mas", así, sin acento- tuve la fortuna de tener como cliente fijo, de todos los días, al dibujante y creador de Pumby, José Sanchis. Me regaló una pequeña biografía, editada por una entidad llamada "El Boletín". Era todo un personaje -murió hace unos años- por lo particular de su aspecto y por lo ensimismado de su carácter. Su madre era una de las personas que más cariño me han hecho sentir sin ser de mi familia: la señora Benilde venía todos los días con su carrito, a comprar cuatro cosas. Vivía en un piso de la acera de enfrente y muchas veces, cuando no había gente -que al ser un super de barrio, cochambroso, era la mayoría de las ocasiones- la ayudaba a cruzar la calle porque ya era muy mayor y me daba palo que le pasase algo. Él no la acompañaba en esas compras salvo en contadas ocasiones porque era evidentísimo que el desparpajo de su madre le ponía nervioso.
En fin... melancólica sigo. Fue una bonita época, la del supermercado. Dura, muy dura, por el trabajo y por lo que arrastraba todavía del taller de confección, pero el trato de la gente fue una de las cosas más gratas que recuerdo al mirar hacia atrás. Desde traerme el cortado todos los días a la caja a comprarme unos zapatos en el mercadillo del miércoles, porque se los había visto puestos a una clienta y le había dicho que me gustaban. Una abuelita me regaló para reyes dos años seguidos: una botellita de colonia azur de puig y tres trapos de cocina. Sólo mantengo el contacto con una chica: se ha venido a vivir al pueblo en el que trabajo y coincido con ella en la calle y he ido a su casa en varias ocasiones porque le cosí unas cortinas para su habitación -entonces yo cosía para las clientas, para sacarme unas perrillas extras; hacía arreglos y esas cosas y a esta chica, como era muy, muy pero que muy pequeña, le venía bien darme cosas a hacer porque no encontraba nada a su medida-.
Hala, que me voy a currar, :-D
Buenos días, zagales y zagalas. Zas me reclama. Hasta lueguito.
Pumby -
De nada.
Bambo -
No tenía esos enlaces. Hace ya mucho tiempo cree un tema específico en esta bitácora dedicado al mundo de los zurdos: Universo siniestro. Tiene dos o tres entradas, no más. Otra de las muchas cosas que he dejado estancadas, :-(
Hoy me ha dado por la melancolía infantiloide, :-D
Los Chiripitifláuticos eran la repera. Me encantaban los hermanos Malasombra y su canción. Había otro programa que se llamaba "La casa del reloj", que lo presentaba Mª José Seco y un guaperas que a mí me tenía enamoriadita... me quedaba embobada mirándolo. Creo que luego acabó presentando el telediario. Se parecía mucho a un tal Macias, si no me falla la memoria.
He estado buscando por si encontraba algo sobre "Un globo, dos globos, tres globos", pero a mí no se me da bien rescatar vídeos o es que no hay nada en la red al respecto. Ése fue otro de los emblemáticos, sin duda alguna.
"La bola de cristal" ya me pilló un poco mayor... enfinssss, que todo se debe aque una amiga cumple los 40 a mitad de octubre y está empeñada en localizar a todas las compañeras que pueda de cuando íbamos a las monjas, para hacer un encuentro. El domingo pasé por debajo de su casa y me la encontré asomada al balcón -había procesión, arggg-. Me dijo que tenía controladas a una docena... No me apetece nada en absoluto, la verdad. Sobre todo, porque me puedo imaginar las preguntas y las conversaciones... puagggg... y ese "amor" tan hipócrita, maquillado con un barniz chachi-guayss que convierte los holas y adiós de la calle en "ayss, es que éramos tan amigas"... Y me da palo decirle que yo paso, porque encima es que cuenta conmigo para organizarlo todo -sabe que se me da medianamente bien lo de cubrir todos los frentes -... Me cuesta horrores y me da pánico ponerme en plan borde con alguna idiota escapada de un consultorio Elena Francis versión post-franquista... ¿Y qué se hace con los recuerdos que no se tienen? Porque yo ya llevo varias cenas en las que he sucumbido ante los "¿y te acuerdas de...?", y no, no me acuerdo, pero ¿cómo digo que no tengo ni repajolera idea de lo que me están hablando? Así, tal cual "no tengo ni idea de lo que estás contándome"... y claro, el machaque viene después, que si soy una descastada, que si mira que eres fría y bla, bla, bla...
Ana* -
En mi nombre te dejo un enlace sobre zurdos (que no sé si conoces porque no recuerdo de dónde lo saqué, pero está muy bien). Y aquí te dejo otro enlace que he sacado de la misma página:
http://www.zurdos.cl/index.php
Ana* -
Cómo se nota que somos de la misma época, se me ha puesto una sonrisilla bobalicona...
Chiripitiflau-ticos, es la sonrisa de papá :-D
Hasta creo recordar que un día nos llevaron a TVE a ver el rodaje de un programa. Aunque vete a saber, igual lo soñe :P