Cuando salgas, cierra la puerta
"José, cuando salgas cierra la puerta", le dijo Adelina a su hermano, justo antes de que ella se encaminase al horno del pueblo, a retirar las pastas que había dejado haciéndose una hora antes. Cuando volvió de su encargo, se encontró la puerta tapiada.
Resignada y murmurando por lo bajo que aquel hermano suyo llevaba hasta extremos inauditos lo de cumplir las cosas al pie de la letra, se acercó a casa de Jacinta a pedir refugio y, desde entonces, reciben las cartas en el número 10 de la calle de Rubielos.
4 comentarios
Sponge -
lanobil -
Un saludo y espero que puedas visitarme.
Bambo -
Pero algo de fatídico sí que tiene el número 9, sí... me viene a la cabeza la canción de "El preso número 9". Fíjate lo que son las cosas y lo que hace el no ser casi consciente del verdadero peso de lo que cuenta la canción: desde bien niña se la escuché cantar a unas primas lejanas, con las que teniamos y tenemos mucho trato. Era de esas canciones tristes y melancólicas, que recrean situaciones penosas... y a mí me gustaba mucho. Es de las pocas que me sé la letra entera. Con el tiempo, ya mayor, caí en la cuenta de que al tipo que daba lástima porque lo iban a matar, lo ejecutban porque había matado a su mujer, porque, ya ves tú qué cosas, la encontró en brazos de su rival... En fin... también las coplas de las folklóricas y los tangos están llenos de ese tipo de tópicos nefastos.
Saludetes, :-)
jesús -
Quien cierra se encierra.
Besos