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De espaldas

Mujeres perfectas



Cada vez estoy más convencida de que, desde el momento en el que, por la circunstancia que sea, una fija más la atención sobre un asunto en particular, la información sobre éste, te llega a las manos como si del mismísimo Maná se tratase. En ocasiones tengo la sensación de que sí que existe una mano divina que intercede para que esto ocurra, aunque si he de ser sincera, hace ya tiempo que una amiga psicóloga me explicó que estas situaciones se daban porque se desarrolla una percepción especial hacia el referente deseado; en definitiva, se está mucho más receptiva, se activan los radares para permanecer alerta.

¿Y a santo de qué viene esta reflexión matutina de café de calcetín -o sea, de máquina-? Pues a que mientras esperaba a que una compañera terminará de atender a un ciudadano para poder explicarle un trámite que ella desconocía, he cogido de encima de su mesa un diario gratuito y le he echado un vistazo. Nunca antes había caido en mis manos ese periódico -de hecho no tenía ni idea de que existía- y la mirada se me ha ido directamente al nombre de una sección que ha resultado ser una columna de opinión: "Carpe Diem". La de hoy habla sobre las revistas de mujeres. Me ha hecho gracia, porque hace días que llevo dándole vueltas al incremento -al menos a mí me lo parece- de anuncios publicitarios sobre este tipo de publicaciones. Intuyo que esto ocurre porque se acerca el verano y por desgracia, con él vienen de la mano toda una serie de reglas adaptadas a la sociedad a fuerza de restringir la autoestima de muchas féminas.

Todavía recuerdo la época en la que estuve enganchada a Dunia -desconozco si se sigue vendiendo-. En casa de mis padres apostaría a que todavía debe de quedar algún ejemplar extra con multitud de recomendaciones para ser la más mejor del mundo mundial del universo supra-universal de todas las galaxias existentes. Cuando comencé a comprarla tenía 14 años y dejé de hacerlo a los 21. Tiempo más que suficiente para que el mensaje que se enviaba a todas las lectoras fuese haciendo su camino en mí: modifiqué la forma de comportarme y, lo más importante, la forma de ver la vida y las cosas que me rodeaban para asemejarme, cuanto más, mejor, a todo aquello que se reflejaba en el papel couché -como si fuera la única Verdad Suprema-. Puede resultar innecesario que diga lo perniciosas que pueden llegar a ser este tipo de plubicaciones -más si caen en manos de una adolescente-, pero tampoco está de más: perfección estética, perfección estética y perfección estética. No existe otra cosa para estas revistas. Bueno, sí: sé la mejor trabajadora, la mejor madre, la mejor amante, la mejor amiga, la mejor compañera, la mejor hija, la más guapa, la más delgada, la más elegante, la mejor cocinera, la más ocurrente, la más divertida, la mejor... la mejor de TODO. No sigo, porque Joaquín Serrano, el autor de la columna que he citado más arriba, lo cuenta mucho mejor que yo:

Me encanta leer, y si no tengo nada mejor, leo cualquier cosa. Con esta excusa le eché mano a unas revistas que compró mi señora sobre cosas de mujeres, no las de malicioso cotilleo, sino de esas que interesan a las chicas enrrolladas. Había reseñas de libros y discos, indicaciones de viajes prometedores y restaurantes deliciosos que están de moda, ¡ah amigo! y ese es el quid, la moda, y aquí empiezo a alucinar, porque dogmatiza sobre lo que tienes que hacer si quieres ser “fashion”: primero, cuerpo perfecto, y siempre joven, culo de mármol, masajes a todas horas y cosméticos a montones.


Las prendas de ropa, todas de marca y carísimas. El sexo, bueno, no parar, te explican cómo ser deseable, que las mujeres agresivas sexualmente triunfan en la vida, y que el deseo se contagia, cómo dura más el orgasmo, y los sitios del placer, mujer X y punto G, disfruta del vicio.


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17 comentarios

Bambolia -

Y añado: lo peor es sentirse culpable por algo que, en definitiva, es un comportamiento aprendido, que de la misma forma que se activó, se puede desactivar.

¡Ah! y yo que nunca como pasteles -no me gusta el dulce- acabo de meterme entre pecho y espalda uno de chocolate con relleno de moka: pa' mí que mi diablillo me ha susurrado en el oido hasta convencerme, jajaja.

Bambolia -

Holitas, Ana, :-)

Conclusión: que no sólo nos reprime la cultura cristiana -como mujeres, me refiero-, sino que la mal entendida concepción del feminismo. Han reducido una lucha social a cuatro conceptos básicos para que sigamos interpretando el mismo papel que antes, con el agravante de que ya no basta con ser una buena ama de casa, sino que se ha de ser lo más de lo más en todo.

Es horroroso sentirse culpable por no fregar los cacharros que hay en la pila, pero casi es peor sentirse culpable por comerse un pastel o por no haberse hecho la manicura.

Me supera...

Anaijim -

"Ahí le has dao", Bambolia ;). Estoy muy de acuerdo contigo, la preocupación por estar "divina" está muy bien, pero si te absorbe mucho dejas de lado cosas yo creo que más enriquecedoras; que no se puede estar a todo, vaya. Lo que me enfada a veces es el ver cómo intentan minarte la moral: parece como si te dijeran que si no estas cañón es porque no quieres, con lo fácil que te lo ponen (siempre que pases por caja, claro). Y, qué quieres que te diga, los potingues y la ropa no están en los primeros puestos en mi escala de prioridades, simplemente porque el día tiene 24 horas, mi sueldo es justito y mis intereses muy variados. Y esto es incompatible con el cuerpo danone, salvo que te venga de serie y seas muy joven.
En fin, cuánto rollo para decir simplemente que estoy de acuerdo contigo.
Por cierto, soy la misma Ana que comentó en el post anterior, lo que pasa es que ahora firmo Anaijim para evitar confusiones (lo bueno abunda ;)).

Bambolia -

Eri, tranquila por lo del espacio... :-) Lo de Barna... no sé, Eri, no sé. Me siento mucho más cómoda por Madrid: cuestión de gustos. Posiblemente sean igual de cosmopolitas las dos ciudades e igual de heterogéneas, pero las veces que he ido a la primera me he sentido una extraña y en cambio, en Madrid nunca me ha pasado eso. Más bien, todo lo contrario: tengo la sensación de ser una más, y eso se agradece.

Bambolia -

Retomando la cuestión:

Estas revistas tienen su razón de ser y mientras no se tomen como único referente, ahí están, sin más pena ni gloria que la de otras muchas publicaciones. Lo que me preocupa es su auge y que sus contenidos, en lugar de ayudar a la mujer a quererse por lo que es, van encaminados a la consecución de un imposible, y así, poco a poco, minando la incosciencia, el mensaje que perdura, que trasciende, es el de la mujer Todo terreno, una especie de maravilla de museo y pasarela.

Dunia sería de las mejores, Esstu, seguramente. Pero, con todo y con eso, no se privaba de dejar muy claro que una mujer con diez quilos de más era una fracasada. Y eso es injusto a la par que incierto.

Si que es verdad que, para estar al día en cuanto a productos de belleza y de ciertas cuestiones sociales, son buenas ayudas. Pero que seguir sus consejos te puede dejar en la más absoluta miseria, también. Porque entre las cremas, los perfumes, el fondo de armario, el calzado y los complementos, yo necesitaría dos sueldos como el único uqe cobro y otro más para luego poder salir, viajar y comer.

De todas formas, estoy convencida de que estas revistas van encaminadas, sobre todo, a las mujeres que comienzan a salir de su adolescencia: todavía no tienen un criterio determinado sobre lo que supone ser mujer y las esclavitudes que se acarrean por seguir esas pautas, con lo que son fáciles de captar.

Erizillo reivindicativo Barcelonil -

Oleeeee, y que no se diga Bambina!!
Ponte unas sandalias fashion de lo más, y chata, -leído hoy- por Barcelona saldrías y sentirías la misma sensación: esa gente q viste toa a su antojo y donde puedes dar rienda suelta a to, y encontrarte feliz en medio de ese berengenal de gente. Da mucha vida, -además- ese mar ahí referente en todo momento.
Barcelona tiene una luz y vida especial,en cambio a mí Madriles no me da vida...quiero que me entiendas Bambi, y sé que tienes largura y hondura para hacerlo. Pues que el Catlán nena, es como todo, yo habitualmente no lo hablo, si me preguntan hablándolo, contesto pero de verdad que no mata ese tema por aquí, puesto que la ciudad es muy policultural y cosmopolita.
En fines, hoy ha llegado mi hermana del Forum y me ha dicho que le ha sorprendido; lo ha encontrado mejor de lo que esperaba, además han transigido con lo de la comida y poder entrar y salir sin ticar entrada.

Ays, qué capullino estoy, es que los erizos somos así.
Creo que tienes algo pendiente con Barna, y esa pendiente te la hago yo más cuesta abajo en cuanto te diera una vueltica por aquí.
Muchos muacks y perdona el espacio que no es el adecuado, pero voy tan mal de tiempo q no ha podido ser.

Bambolia -

Llegué, :-)

He puesto en práctica un nuevo plan de belleza integral -siguiendo los consejos de una de estas revistas-: salga usted de fin de semana en plan amazona al estilo Coronel Tapioca y creo que el hecho de haber andado ************** mil kilómetros ha provocado que mi musculatura se haya endurecido, mi piel oxigenado y mis rizos hayan vuelto a su sitio...

En finssss, que estoy de un trepador que tiro p'atrás... vamos, que me echen a mí caminos abandonados, rutas perdidas, cascadas impetuosas y fuentes ocultas... que puedo con eso y con mucho más. Hasta con las vaquitas del padro... sí, sobre todo con esas, y con el torito, ay, con el torito, qué majo él... ahora veréis, ahora...

Esstupenda -

jajajaa, bueno, así parece que se haratn de todo, pero no es cierto. también se enamoran, igual que antes, porque eso no cambia.
Muy bueno lo de las mujeres Telva.

Oz desencantado -

¡Ay! Triste de mí. Siempre igual, soñando con una mujer Vogue, y lo más que me tropiezo son chicas Telva.

Aber -

Es increíble la relación que los adolescentes tienen con el sexo. Chicos y chicas de 14 años afirman haberlo "probado todo" y estar cansados de "todo". La verdad es que tienen acceso al mundo adulto de forma muy temprana, pero no les acompaña demasiado la madurez intelectual y emocional que debería ir pareja a esas nuevas experiencias. Yo, a los quince años, me parece que no sabía ni qué era eso de una felación.

Si no tuvieran acceso al sexo hasta el matrimonio, ya verían lo que es disfrutar :-D

Esstupenda -

Pues Dunia no era de lo peor, más bien era de las revistas femeninas una de las mejores. Hoy están para someter a las adolescentes unos engendros que sólo fomentan anorexia y calentorrismo por la cara.
Creo que la ex directora de Dunia es hoy directora de Cosmopolitan, y me da la impresión que el Cosmo es la Dunia internacional.
Algunas veces son sorprendentes algunos titulares tales como:
"Cómo hacerle una felación inolvidable",
en fin serafin que esto es lo que hay.
Pero si te digo la verdad, prefiero esta basura que no la de "hija de Maria" que se comieron mis hermanas mayores.
Aunque de elegir de verdad, preferiría ninguna.

Fri -

Es cierto que a una adolescente, y en determinadas circunstancias, le puede afectar más que a un adulto. Conozco algún caso de anorexia para echarse a temblar, pero ahí también influían otros factores, muchos, entre otroa el bajo concepto de si mismas que tienen esas chicas y que es adquirido ya en la infancia.

La sociedad presiona por un lado y las revistas por otro. ¿Quién presiona más? ¿Quién comienza? Es complicado saberlo.

Aber, tranqui, dudo que os obliguen a depilaros por ahora.

Fri -

El culto al cuerpo es algo común a muchas culturas, aunque es cierto que, dado el desenfreno de revistas e información al que nos vemos sometidos, en nuestra cultura tiene una baza muy importante.

En esas culturas,la imagen de la mujer también ocupa un puesto relevante, y ya sea mediante la deformación de los cuellos, los labios o con otras decoraciones variadas, y no todas tan incómodas, están sometidas a la esclavitud de la imagen.

En nuestra sociedad, a pesar de todo, se puede elegir.De hecho muchos tenemos una visión crítica sobre esas revista que buscan una "perfección" que no existe. Porque una persona que siga a rajatabla todo lo que dicen no tendrá ni un momento libre, entre cremas, depilaciones, sexo agresivo, dietas, compras y vida profesional, y acabará con problemas serios de ansiedad al no poder abarcarlo todo.

Esas revistas pueden, en un momento dado, ayudar en determinadas dudas sobre los anticelulíticos y cosas así, y está bien que existan pero es como todo, sin obsesionarse.

Aber -

Uys, no, que ahora no se llevan los after shaves perfumaos.

Aber -

"destinadas (a los varones)"

Aber -

Calla, calla, que ahora tendremos que ser los hombres quienes debamos domeñar nuestra testosterona, nuestra hidratación epidérmica y aquel atávico exceso de vello corporal que antaño nos hacía tan atractivos a las hembras de la especie ;-)

También he observado que aparecen revistas de la misma calaña destinadas a varones, en las que –cómo no- se expone mucha carne del otro sexo. Lo curioso del caso es que en las revistas destinadas a las mujeres se exponen muchos centímetros cuadrados de epidermis femenina. Es de suponer que los varones nos hacemos con las revistas que leen las mujeres para, en este orden, contemplar las sedosas epidermis y hacernos con los supuestos secretos de nuestras parejas, a saber: cómo hacerla disfrutar (con el sexo, se entiende), cómo nos hacen disfrutar (con el sexo, también), cómo deben vestirse, cómo deben hablar para ser las number one en saraos... En fin, una fuente de información preciosa e inagotable.

Me pregunto si las revistas destinadas y compradas por los varones también irán a parar a manos de las mujeres. Seguramente serán una gran fuente de inspiración para comprar “lencería” masculina; after shaves superhidratantes con vitamin care, extracto de manzanilla y aroma a tomillar mesetario; camisetas ceñidas estilo-gay-megafachion, etc. Todo para el hombre metrosexual.

Manolita la Fantástica -

jajajaja, ahora ya se porque siempre vas a juego, combinada hasta la muerte.

No te conocia ese pasado, :-P