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De espaldas

¿Cuánto vale un peine?



Hace unos cuantos días, todavía estaba de vacaciones, presencié cómo una amiga recriminaba a su hijo por una reciente "travesura" -entrecomillo porque, a pesar de que la mayoría de los adultos que estábamos delante, llamaron así a la fechoría del niño, a mí, particularmente, no me lo parece; más bien diría que ir rompiendo ventanillas de coches, así porque sí, porque resulta divertido tirarles piedras a ver si uno acierta, y si se da en en blanco, salir corriendo, es una vil putada- de éste y otro niño. La bronca materna fue subiendo de tono, y en un momento dado, amenazó al destroza-ventanas con una frase hecha que, al menos yo, hacía tiempo que no escuchaba: "Te vas a enterar de lo que vale un peine".

Así, a bote pronto, cuando se pronuncian o se escuchan sentencias de este tipo, una no se para a pensar en el verdadero significado de la expresión. En este caso, por ejemplo, todos entendimos que nuestra amiga le estaba diciendo a su hijo que le esperaba un castigo ejemplar, o cuando menos, una bronca mucho más intensa una vez llegasen a su casa. Pero, claro, si se piensa, decirle a otra persona, con tono amenazador, que se va a enterar de cuánto vale un peine... Vamos, que no creo que el que esté recibiendo la regañina vaya a salir corriendo, muerto de miedo por saber lo que le espera.

Ayer intenté encontrar el origen de la expresión, pero nada de nada. En las dos o tres páginas que consulté que se centran en estos asuntos, no estaba recogida la frase. Eso sí, lo de "La Virgen se está peinando entre cortina y cortina, sus cabellos son de oro, el peine de plata fina." aparece en numerosas ocasiones. Que digo yo que a lo mejor, sólo a lo mejor, lo del valor del utensilio capilar tenga algo que ver con el aprecio -como bien económico- que hasta hace bien poco se le tenían a los juegos tocador compuestos de espejo de mano, cepillo y peine, elaborados en plata.

Lo cierto es que hoy en día, con lo barato que se puede comprar uno en las tiendas del "todo a cien", la expresión habría de variar un poco: "Te vas a enterar de lo que valen ¿un millón? de peines".

13 comentarios

Pep -

En el programa de Telemadrid \"Cifras y letras\" relacionaron esta frase con el instrumento de tormento de puntas aceradas llamado peine utilizado en la Edad Media.

Jesús -

Por alusiones: estoy calvo...
El origen puede estar en su uso disciplinario. Pelar a la gente, en el ejercito y en otros colectivos, cárceles u orfelinatos; era uso común para imponer orden. El origen relacionado con el mauser lo veo conectado pero no lo creo probable.
saludillos.

Bambo -

Gracias, Kris, :-D

Es un buen número, la verdad. Me gusta.

kris -

Vaya cambio de look, Bambolia!!!

Me gusta.

Saludos para este martes y 13, que me lo van repitiendo en todos lados.

Bambolia -

El enlace de marras, :-D

Bambolia -

Vaya, en ese portal entré para ver si se decía algo y no encontré nada al respecto. Será que no busqué con la suficiente avidez, :-D

La explicación tiene su lógica: en mi apodo dejo un enlace a la wikipedia en la que explica las partes de las que se compone un fusil con cargador. Habla de un "peine" y en esa misma explicación, pero en la entrada genérica de "fusil", se cita también al Mauser de finales del XIX. Habría que averiguar si la frase hecha aparece recogida con anterioridad a aquella época en otros escritos: si es así, la explicación no sirve.

En cuanto a los niños y su educación, una acaba cerrando el pico y diciéndose a sí misma "niña, no te metas donde no te llaman", pero es que hay cosas que no se entienden.

Da la impresión de que los niños tiranos, que someten a sus padres, es una situación cada vez más frecuente. Y a mí eso no me cabe en la cabeza. Será que la tengo demasiado estrecha.

Lía -

Desde luego a estas horas no soy nadie, pero no tanto como para considerarme anónima...Soy Lía que en un momento de ofuscación le he dado al enter sin identificarme.

Más saludos y un buenas noches.

Anónimo -

No se si servirá, pero dada mi naturaleza curiosa he querido buscar y he encontrado esto:

" ¿Sabías por que decimos que vas a SABER LO QUE VALE UN PEINE para
amenazar?

Durante las contiendas españolas en tierras africanas de finales del s.XIX, los soldados llamaban "peine" al cargador del fusil mauser de cinco balas por su semejanza con el mismo. Iniciaban sus ráfagas con amenazas del estilo de: "Vas a saber...", "Ahora verás...", "Te vas a enterar de...", "...lo que vale un peine".

(http://www.1de3.com/portal/juego/s.htm).

Ignoro su veracidad, pero bueno...

Yo desde luego a mis hijos cuando he de llamarles al orden no les hablo de peines, pero te aseguro que el cargador de mi fusil verbal es de lo más temen. Tiro a dar y saben que voy en serio. No es necesario gritar mucho, sino saber lo que hay que decir y "cumplirlo". Al menos, de momento...funciona.

Pero de padres y niños, de educación y falta de...podríamos hablar interminablemente.
Mejor sigamos con los peines ;-).

Un saludo,

Bambo -

Para raro, allí sustituyen el "tal vez" por un "a veces", y se plantean preguntas tan peregrinas como "¿a veces no habrá estado por aquí Cipriano, el herrero?"...

Lo del niño en cuestión deja bastante que desear, la verdad. Y lo peor de todo es que es un círculo vicioso: recibe gritos y él da disgustos. Los disgustos provocan gritos y los gritos derivan en disgustos.

La típica situación de una criatura que está cansada de escuchar que es malo y que está rodeado de adultos que conciben la educación como un dejar hacer de todo porque la responsabilidad de ser padre o madre cansa -y me pesa decirlo, pero es así; aprecio mucho a sus padres, pero es un toma-daca que llega a asustar-.

Bielka, a más de uno he visto yo llamarle sinvergüenza y acto seguido soltar una carcajada. Eso sí, lo de las situación es importante: un diputado sin argumentos puede emplearlo como el mejor ataque al contrario.

Por cierto, Delfín, el otro día, buscando sobre el aburrimiento, me salió un artículo tuyo. Lo tengo en casa para leerlo -es que me acabo de acordar, al ver el enlace que has puesto-.

Bambolia -

La verdad es que a un calvo, lo del peine le ha de traer al pairo... :-D

Lo cierto es que si el significado original tuviese que ver con el valor económico del objeto, por aquello de que una cosa costosa es algo difícil y complicada de conseguir, sería más lógico que se hiciese mención a 100 gramos de azafrán, por ejemplo, antes que a un peine -o a una trufa-.

Como ya he contado, me llamó la atención porque no es una frase que ahora se emplee mucho. Tengo la impresión de que no es a mí sola a la que se me "pega" los giros y dejes del pueblo cuando estoy por allí: en cuanto entro por la calle principal comienzo a mentar a los niños como los zagales, o una cosa pequeña se convierte en chicuta, para decir que algo es rojo, lo califico de "royo", y así, algunas cosas más -como lo de templados, mozas...-. Para mí que la expresión sí que sigue vigente por aquellos lares y mi amiga la pronunció por tenerla fresca en su memoria.

Delfín -

Bielka, lo de "sinvergüenza" depende de la situación comunicativa. Es cierto que en situaciones informales puede resultar hasta un apelativo cariñoso, pero ponlo en boca de de un diputado en el Congreso o en medio de una trifulca de tráfico. Es sumamente [{ofensivo http://servicios.elcorreodigital.com/vizcaya/pg050907/prensa/noticias/Cultura_VIZ/200509/07/VIZ-CUL-000.html}].

En cuanto al angelito... No me gustaría cruzarme con él... y tampoco discutir de educación infantil con sus padres.

Bielka -

Pues sí, la expresión parece un poco desfasada. A mí me suena a folclórica, a una de estas expresiones que han ido perdiendo fuelle con el tiempo y ha pasado de ser amenazante a cómica. Como llamar a alguien "sinvergüenza". Antes era una ofensa y ahora, se lo dices a alguien y se monda de la risa.

Por cierto, la criatura maás que traviesa, y como bien dices, me parece de muy mala hostia o de muy poco cerebro, o ambas cosas.

Delfín -

El origen del dicho "enterarse de lo que vale un peine" es incierto. Muy probablemente se trata de una de esas fórmulas surgidas del lenguaje coloquial que se caracterizan por su expresividad un tanto surrealista (¿por qué un peine y no una escoba, o unos zapatos, o una barra de pan?).

La gracia está tal vez en lo paradójico de la alusión: si pretendemos amenazar con tomar represalias o advertir del alto precio que habrá que pagra por una acción determinada, lo lógico parecería remitirse a lo que vale un coche, una finca, una vaca, un abrigo de piel... Bien es verdad que los viejos peines, los metálicos o de carey, no estaban precisamente al alcance de todos los bolsillos como ahora que son de plástico y pueden comprarse a lotes en los Todo a un euro. Pero generalmente se les consideraba baratijas.

En alguna parte encontré dos explicaciones,ninguna de las cuales me convence: 1) que se trataba de una frase frecuente entre los charlatanes de feria, de donde pasó al común de los hablantes, y 2) que tiene algo que ver con otra fórmula de la misma intención: "se te va a caer el pelo". Si algo no necesita el que pierde es conocer el precio de los peines.