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Cinamomo


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Ampliación
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Está por todas partes. Sí, aunque vista tan de cerca quizás despiste un poco. Se trata del cinamomo o del Melia azedarach. He publicado una foto de sus frutos porque son muy característicos. De la última he incluido una ampliación: la tengo puesta ahora mismo como fondo de escritorio y queda fenomenal. El contraste de los colores estimula. Son de hace un mes, más o menos. Es un árbol que, según la zona, tarda más o menos en florecer -como la mayoría...¡qué cosas tengo!-. De hecho, a estas alturas y con el calor que está haciendo, no se verán ya muchos en flor. Le ha ganado la partida el amarillo de las Tipuana Tipu, pero de ésas he de hacer todavía más fotos, porque las que tengo hasta ahora han salido pelín oscuras. Por cierto, con las bolitas del cinamomo se hacían rosarios. Aunque eran unos utensilios religiosos un tanto peligrosos...

Consultas

Hace una semana -más o menos; no lo sé con exactitud- modifiqué algunas cosas en la bitácora -unas visibles, como la imagen de la portada; otras, no-. Por ejemplo, la situación del icono de las estadísticas: antes estaba como un enlace más, incluido dentro de "Batiburrillo" y ahora se encuentra al pie de la página. La explicación del cambio: tal cual estaba, la información que ofrecía era parcial, y ahora, al incluir el código de los contadores de visitas directamente en el de la plantilla, puedo cotillear a gusto y saber a través de qué caminos llega la gente a esta página -la mayor parte de la afluencia es a través de los buscadores; lectores asiduos, poquitos; tiene su lógica, si bien se piensa-. Bastante divertido, la verdad. He capturado las pantallas de un par de consultas que he hecho recientemente porque no tienen desperdicio. Un pequeño extracto:

.- Ortodoncia de la princesa de Asturias
.- Presupuestos de tiendas de calcetines
.- Boda fallera mayor de Valencia
.- Los hombres y el efecto de la goma elástica en las relaciones de pareja
.- Dirección de la casa de Belén Esteban


Todavía no me explico quién puede llegar a estar tan interesado en la Princesa de Asturias como para buscar información sobre los posibles arreglos que a la escuálida ex-republicana le hayan realizado en su dentadura de sonrisa Profidén.

¿Será que los miembros de alguna asociación de odontólogos quieren regalarle un bono de diez limpiezas bucales? Ya puestos a imaginar, cualquier cosa vale, :-D

¿Vergincetórix o Vercingetórix?

Sigo habitualmente, desde que lo descubrí a través de la antigua bitácora de Ana* -Impermanencia-, lo que cuenta Caboblanco en Roma Victrix. Son historias sobre la Historia -me permito la redundancia-, contadas con un punto de humor y con la fluidez suficiente como para que resulten interesantes y amenas. Si a eso se le añade lo que aportan sus lectores en los comentarios, me atrevería a decir que resulta una lectura bastante recomendable. Un ejemplo, la entrada que escribió explicando el origen de ciertas palabras actuales: Un imperio, un idioma.

Estos últimos días ha estado contando, fraccionado en tres entradas, el enfrentamiento entre romanos y galos y más en concreto, entre Julio César y Vergincetórix:

La espantosa lucha por la Galia (I)

La espantosa lucha por la Galia (II)

La espantosa lucha por la Galia (III)

Dejando de lado la brutalidad de la lucha, que parece ser que fue mucha y casi inconcebible para nosotros, empapados como estamos -la mayoría, claro... porque los hay que parecen anclados en la Edad de Bronce- con preceptos tales como los derechos humanos, hay una cosa que me ha llamado la atención -y es que la cabra tira al monte...-: el nombre del militar galo que se enfrentó a Julio César aparece escrito, tanto por el autor de las anotaciones, como por sus comentaristas, de dos formas distintas:

Vergincetórix -399 referencias en Google- y Vercingetórix -667.000 referencias en Google-.

En un principio pensé que se trataba de un baile de consonantes, un lapsus -o como dice Bielka muchas veces, la disteclia, que juega malas pasadas-, sobre todo, por lo largo que es el nombre. Cuando me di cuenta de que no era un hecho aislado, en los comentarios de la segunda entrada, pregunté al respecto y el autor me explicó que lo correcto era Vergincetórix, ya que significa, en galo, "ganador de cien batallas".

Para cuando llegó su respuesta -rápida, sin duda- ya estaba yo inmersa en la Wikipedia, buscando posibles explicaciones... y me lié todavía más: en la referencia sobre Vercingetórix, en inglés, aparece la transcripción del nombre en galo: wer-king-gheto-rīks y en la versión española, reflejan su pronunciación en latín: uerkinguétorix).

Después de esto, recordé que en la Cuatro emitieron, hace poco, la serie Roma, y que la historia contada estaba centrada en aquella época. No fui una de sus seguidoras, pero sí que es cierto que vi algunos trozos, a ratitos, mientras saltaba de un programa a otro. En el episodio nº 10, titulado Victoria, ejecutan a Vergincetórix... sí, sí, escrito así, Vergincetórix.

La diferencia de entradas entre uno y otro, en el Google, es abrumadora, la verdad... Pero, a veces, lo que dice la mayoría no tiene el porqué ser lo cierto -me viene a la cabeza lo bien que nos han sabido vender el personaje de El Cid... siendo como fue un mercenario en manos del mejor postor-.

¿Me quedaré con la duda?

¡Ah! que se me olvidaba: la versión "lúdica" de este enfrentamiento bélico -aunque creo que se desarrolla una vez es tomada la Galia por los romanos- fue recogida en los famosos tebeos de Astérix.

Golosa

Un buen festín, sin duda alguna: pulsando sobre la imagen se pueden ver las patas, las alas y el resto del cuerpo de la abeja impregnados con su manjar predilecto: el polen. La flor sobre de la que está libando el néctar: la del Phytolacca dioica, o lo que es lo mismo, la del Ombú.

Hacia mucho tiempo que no veía tantas abejas juntas... Bien es cierto que ésta es mi primera primavera con tendencias de pseudo-botánica de andar por casa. Aún así, como el árbol es enorme y florece de manera espectacular, acercarse a verlo da un pelín de reparo. La mayoría de las que allí estaban poniéndose las botas iban hasta la coronilla de polen. Para que luego digan que si la abeja Reina esclaviza a las obreras...

Limpiatubos

De tontodietas a limpiatubos. No existe ninguna relación, lo sé, pero es lo que tiene la asociación de ideas... Cuando la he visto esta mañana en un parque cercano a casa, en lo primero que he pensado ha sido en lo acertado del nombre común de este árbol, adjudicado, sin duda, por la forma de su flor. Sólo hubiera faltado que, a su alrededor, hubiesen plantado unos cuantos árboles botella... En realidad es un Callistemon viminalis.

Pulsando sobre la imagen, se puede ver la fotografía ampliada: no es por echarme flores -bueno, sí; cómo hay tantas ahora en primavera...:-P -, pero esta vez ha salido muy nítida. Los estambres en forma de madeja parecen hilillos de seda.

Críos, y además, tramposos

Maristas publica una lista con suplentes de los 18 críos tramposos.

Es que no puede ser... *

No digo nada porque leyendo la noticia y el comentario que he dejado esta mañana al respecto del titular, no hace falta añadir más.

Bueno, sí: tal pareciera que los estudiantes de Maristas se dedican a jugar timbas de póker y que los han pillado en un renuncio. Y como nunca está de más organizarse como Dios manda -para eso es un colegio religioso-, tienen una lista de suplentes para que, llegado el caso, no sea necesario paralizar el juego, que ya sabemos todos lo instructivo que resulta enseñar a los chavales -sí, ya sé... uso coloquial, :-D - a marcarse faroles por si acaso han de subsistir de la política.

*¿Llegaré a hacerme coleccionista de titulares memorables de la edición digital del 20 minutos de Valencia?

Árboles monumentales


Ayer por la tarde estuve buscando información sobre dos Ulmus minor -el olmo común; el que acostumbramos a ver con más frecuencia- que hay cerca de Valencia, en la provincia de Castellón. En concreto, en las poblaciones de Castellnovo y de Navajas. Son dos reliquias vivientes. ¿Por qué? Por dos razones. La primera, su antigüedad: el olmo de Navajas fue plantado en 1636 y el de Castellnovo en 1812, para conmemorar la aprobación de la Constitución de Cádiz. La segunda, por haber resistido -de momento- a la grafiosis, enfermedad de difícil erradicación y que se ha llevado por delante a la mayor parte de los olmedos españoles y a un elevado número de individuos plantados aisladamente; casi siempre, en los puntos neurálgicos de las poblaciones -las plazas mayores o similares-.

Inciso

Por si a alguien le interesa saber más sobre los olmos y está cerca de Madrid -y el que no lo esté y le pillé de camino por algún viaje... ya sabe, que aproveche la ocasión-, la obra social de Caja Madrid ha patrocinado una exposición titulada Los últimos olmos ibéricos -en este enlace se pueden consultar las fechas y lugares donde va a exhibirse esta muestra fotográfica-.


Retomo... Entre todas las referencias que me facilitó San Google -habría que estudiar si la herramienta de marras se merece acceder directamente a la santidad, o como todo cristiano de bien, antes habría que nombrarlo beato durante una larga temporada y que mientras fuese haciendo méritos... ¡cómo se me va la olla, por Dios!-, una me llamó poderosamente la atención: un archivo en pdf sobre los dos olmos, que por la numeración inferior que el documento mostraba, parecía formar parte de un libro.

Recordé entonces que en el curso sobre árboles del pasado invierno, los profesores nos dieron un listado de libros recomendados, sobre todo, por estar la mayoría orientados al público en general, y que en esa relación figuraba un título sobre el que hablaron bastante; algo obvio si se tiene en cuenta que sus autores, Bernabé Moya, José Plumed y José Moya, eran ellos mismos: Árboles Monumentales de España. Insistieron en que era imposible comprarlo porque estaba agotado -fue declarado libro de interés turístico nacional por la Secretaría General de Turismo- y que si queríamos consultarlo, no quedaba otra que hacerlo en la biblioteca del Jardín Botánico o en cualquiera otra bien documentada sobre botánica. En ningún momento nos dijeron que el libro estaba publicado, en parte, en la red; en la página de la empresa que lo había editado: Compañía Logística de Hidrocarburos -quizás ni tan siquiera lo sepan...-.

La muestra es una amplia selección de los 137 ejemplares que se recogen en el volumen y da una idea de la importancia del patrimonio arbóreo español y de lo desprotegido que está en cuanto a legislación se refiere -a la información de este último enlace sobre normativa de protección, habría que añadir el proyecto de ley de Árboles Monumentales presentado en las cortes valencianas octubre de 2005-. De hecho, si no me falla la memoria, el único departamento que existe en España, de entre las tres administraciones públicas que funcionan, dedicado a la protección de los árboles singulares y momumentales es el creado en Imelsa, una empresa pública perteneciente a la Diputación de Valencia.

Por último, y como dato anecdótico, añadir que Correos, desde el año 2004, tiene una serie de sellos dedicada a los árboles monumentales:


Encina La Terrona

El Ahuehuete

Ciprés de La Anunciada


Addenda 15:00 h.

Se me han olvidado tres cosas... Eso será porque la entrada no es lo suficientemente larga, :-D

Primera: La imagen que ilustra la anotación es la foto del Pino del Escobón, incluido en la catalogación del libro "Árboles monumentales de España", pero que no aparece en la selección hecha por la empresa editora. Se encuentra en el municipio de Linares de Mora (Teruel) y sus dimensiones son: a 1,30 m. desde el suelo, el diámetro es de 1,40 m. Su altura, entre 22 y 23 m. y el diámetro de la copa, 19 m. Es un pinus nigra, más conocido como pino laricio o negral.

Segunda: Por si a alguien le interesa saber cómo funciona lo de la nomenclatura botánica, en la información que hay en este enlace aparecen los conceptos básicos. A mí me aclaró, por ejemplo, que cuando todos decimos que el pino, o el olmo, o el chopo son especies, estamos metiendo la pata: en realidad, el pinus, el ulmus y el populus son los nombres del género a la que corresponde esa familia de árboles en particular, y lo que viene detrás, por ejemplo, el ulmus minor es el nombre de la especie, pero claro, una cosa es el nombre común y otra el botánico...

Tercera: Como soy pelín tozuda, ayer por la tarde llamé a CLH para preguntarles cómo podía conseguir el librito de marras. ¿Alguién aventura la respuesta? Fácil, fácil, fácil... La única forma de conseguirlo es que ellos consideren que mereces el honor de que te lo regalen, y claro, eso sólo ocurre cuando eres un alto cargo de una administración pública, un ejecutivo de postín-tín-tín, o un hiper-mega "algo" que suene a dinero. Mi gozo en un pozo, :-/

Se buscan voluntarios

Hay 3.300 voluntarios y necesitan 20.000.

Sí, se trata de la visita del Papa a Valencia, el próximo mes de julio, con motivo del V Encuentro Mundial de las Familias. En esta macro-ciudad -ja-, en la que se construyen otras ciudades al más puro estilo "Muñecas Matriuskas" -la ciudad de las Artes y las Ciencias; la de la Justicia- y se organizan competiciones marítimas para contentar a unos cuantos millonarios ociosos, sólo nos faltaba una peregrinación apostólica y romana en toda regla. Se estaba echando de menos, la verdad.

Lo que me extraña, y por eso lo traigo hasta aquí, es que a estas alturas todavía no hayan conseguido los veinte mil voluntarios que necesitan para organizar el evento religioso. Y me extraña, sobre todo, si tenemos en cuenta la cantidad de gente que en julio del año pasado, salió a la calle a manifestarse a favor de la familia. Un millón y medio de personas. Ahí es nada.
¿Voy a tener que pensar que los que formaron esa inmensa marabunta humana no estaban firmemente comprometidos con lo que tan familiarmente defendían -¿quién no se acuerda de los papás y mamás llevando a sus hijos a la "manifa", al más puro estilo hipioso?-. ¿Qué son casi diecisiete mil personas entre un millón y medio de individuos? Una calculadora, por favor, que se me dan mal las matemáticas, :-/

No obstante, no todo iba a ser malo: La visita del Papa agota las plazas de hotel en Valencia.

Estoy emocionada. No sé si podré soportar el saberme rodeada de tanto partidario del amor al prójimo. Miedo me da pensar que quizás, sólo quizás, pueda ser cierto el dicho de "hace honor a su nombre".

Mi cabeza

"Dinamismo en la cabeza de un hombre" de Umberto Boccioni.

Antes del 28 de enero: casi vacía, sin amueblar demasiado, por aquello de que cuantos más enseres, más difícil se hace limpiar. Y como mi primer apellido es Pereza y el segundo, "Pa’ mañana"...

Después del 28 de enero: presenta un aspecto deplorable. Hay tantas cosas dentro que no sé por dónde comenzar para organizarlas. Quizás haciendo una lista. A ver qué sale:

.- Acícula
.- Tesela
.- Marcescente
.- Albura
.- Duramen
.- Compartimentación
.- Grafiosis
.- La timidez de los árboles
.- Taninos
.- Nogalina
.- Quejigo
.- Lentisco
.- Agallas -en valenciano gal·las, de ahí que al roble valenciano se le llame "gal·ler"-.
.- Enebro de la miera
.- Trementina
.- Incienso español.
.- Verticilado
.- Coscoja
.- Aladierno
.- Picea
.- Quercus ilex ilex
.- Quercus ilex rotundifolia
.-... Sempervirens
.- Phicea ?
.- Abies pinsapo
.- Procesionaria
.- Dicotiledonea
.- Monocotiledonea
.- Fastigiado
.- Otoño forzado

Hay bastantes más cosas "raras"; de verdad. Pero es que ya no recuerdo ni los nombres... Algunos conceptos sueltos y la sensación de que jamás en la vida llegaré a diferenciar una encina de un quejigo... Bueno, sí; no me voy a fustigar demasiado. Eso sí que lo sé: la encina tiene la hoja perenne y el roble, caduca, pero marcescente -que estando ya seca, se queda sujeta a la rama hasta que crece la yema de la que la sustituirá-. Amén de que el roble posee las típicas agallas: bolas que se forman porque un insecto ha picado en una hoja y el árbol se defiende de este ataque creando una cápsula...

Hace ya bastante tiempo que iba detrás de matricularme en un curso sobre árboles organizado por el Jardín Botánico de Valencia -de ahí que lo tenga en los enlaces: no hay boletín de novedades para suscribirse vía correo electrónico y la única forma de enterarse era ir entrando de cuando en cuando-. Este año lo he conseguido. Somos treinta alumnos: nociones básicas, sin más. Dos clases teóricas y tres salidas prácticas. La primera, hace dos sábados: El barranc dels Horts. Tuvimos la enorme suerte de que nuestra guía fuera la descubridora y conservadora del paraje, Isabel Queralt: un lujo en toda regla. Ayer, a ver bosques de sabinas, entre las comarcas Los Serranos y Alto Turia... bosques de sabinas y cipreses, enebros, abetos y hasta secuoyas... sí, sí. Me queda una más, el sábado que viene: el palmeral de Elche.

Me siento afortunada. A pesar del "desorden mental" en que se ha convertido mi cabeza. Es imposible asimilar tanta información. No he sido la única; ayer, el resto de mis compañeros estaban apabullados -salvo una, creo recordar; pero no cuenta: repite del año pasado-. No sólo por la posibilidad de que un especialista te explique a pie de campo un montón de cosas que no sabías y que te dejan casi, casi, casi, con la boca abierta, sino porque hacía mucho tiempo que no veía a alguien disfrutando plenamente con su trabajo. Puedo pecar de exagerada, pero esta gente -me refiero a los profesores y al director del curso- ama su profesión y transmite su pasión a quienes les escuchan. Además, con el añadido de que no caen en la demagogia facilona del ecologista reciente.

Ayer encontré un artículo en el que hablan de José Plumed, el que nos dio la segunda charla y el que nos explicará los misterios de las palmeras. Se titula El atleta arbóreo. Leedlo, vale la pena. Al final, habla de los otros dos colaboradores del curso: Bernabé y José Moya. El primero, el responsable del curso y director del departamento de Árboles monumentales de la Diputación de Valencia y el segundo, el que ayer nos explicó, entre otras muchas cosas, las diferencias entre un árbol forestal, un árbol agrícola y un árbol ornamental.

Ornamentada tengo yo mi cabeza...

¡Ah! La primera foto que hice a sabiendas de cuál era el nombre científico de la florecita en cuestión. Un avance en toda regla:

Es una Vinca minor.

Por exigencias del guión

Pues eso...

Lamento la calidad de la imagen: la fotografía está hecha con la cámara de un móvil y la cosa no daba para más. Transcribo el texto, por si acaso alguien tiene problemas para leerlo:

Teatres de la Generalitat Valenciana

Aviso a los espectadores

Por exigencias del guión, en la obra "Ana el Trópico" (Premio Pulitzer 2003) de Nilo Cruz, se encienden varios cigarros puros, imprescindibles para la acción de la misma, ambientada en una fábrica de tabaco.


El domingo 22 de enero fui a ver "Ana en el trópico"(formato pdf) y cuando me acerqué a la ventanilla para preguntar dónde se recogían las entradas me di de bruces con el cartelito de marras.

Antes de comenzar a echar sapos y culebras por la boca -metafóricamente hablando-, explico de qué va el espectáculo: una familia que posee una fábrica de tabaco, en Tampa (USA), a finales de la década de los 20, contrata a un lector cubano para que entretenga a sus trabajadores mientras éstos lían cigarros. La novela elegida por el isleño para amenizar a sus compañeros es "Ana Karenina" y los empleados -casi todos familia entre sí- se obsesionan tanto con la novela que cada uno de ellos acaba identificándose con uno de sus personajes. Por lógica, el tabaco está presente, de una u otra manera, en casi todas las escenas de la obra.

De verdad que ciertas cosas no hay por dónde pillarlas -las hay, además, que no se dejan pillar... como es el caso: ante la vergüenza ajena, la Cosa sale corriendo-. Me pareció y me sigue pareciendo el colmo de lo políticamente correcto. Además, si a eso se le añade la osadía de menospreciar la inteligencia del espectador con un aviso tan burdo, los gestores de Teatres de la Generalitat Valenciana deberían purgar sus estupideces en las calderas de Pepe Botero durante una larga temporada.

La obra... Nada del otro mundo. Mucho ruído y pocas nueces. La tan cacareada actuación de Lolita es correcta, sin más. La de su pareja actual -es lo que tiene ver de cuando en cuando Aquí hay tomate, que una está puesta en casquería social-, Pablo Durán, ni chicha ni llimoná. El texto y la historia: original, pero el desenlace llega demasiado rápido, aunque la obra dure dos horas: te quedas con la sensación de que, de repente, Nilo Cruz se ha dado cuenta de que tiene que acabar y decide cortar por lo sano. Lo finales súbitos, sorpresivos, funcionan relativamente bien para algunos cuentos cortos, pero me parece que no es el caso. No tengo muy claro si la rapidez con la que ocurren las cosas al final encaja dentro de lo lo que se supone que es el perfil de los personajes. Más: Toni Acosta, la nuera de Raphael -más ración tomateril- tiene una voz estridente que estropea el papel de ingenua reprimida que le ha tocado en suerte. José Pedro Carrión y Joan Crosas, los mejores, con diferencia: el primero porque tiene una voz prodigiosa que sabe emplear a la perfección; el segundo, porque se mueve por el escenario con familiaridad, sin resultarle ajeno ni un solo rincón del escaso decorado. El resto del reparto, Teresa María Rojas y Fernando Alvés, mantienen el tipo, que ya es.

No quiero pecar de tremendista: si tenéis la oportunidad de ir a verla, no dejad de hacerlo. De hecho, a Toni Acosta la han seleccionado como finalista en la categoría de "Mejor actriz de reparto", para la IX edición de los Premios Max de las Artes Escénicas (formato pdf), con lo que mi criterio queda bastante en entredicho, :-D


Misterios de la vida

Hace dos semanas me compré un forro polar en el mercadillo del domingo: nada especial. Bueno, para no mentir, el coste: 6 euros. Nunca comprenderé en dónde se quedan los márgenes comerciales con precios tan sumamente bajos. Y la prenda no está confeccionada, aparentemente, fuera de España:

Tal y como está cosida la etiqueta, ésta no se ha puesto después de finalizada la prenda -es bastante usual-. No entenderé de muchas cosas, pero del mundo de la confección algo si que sé, :-D

De todas maneras, aunque se puede pensar que el título de la anotación está referido al casi inexistente margen de beneficios comerciales de la chaqueta, en realidad no es cierto. El verdadero misterio es éste:

Siempre me quejo de que no sé nada de inglés. Falso: he sido capaz de darme cuenta de la particularidad de la etiqueta, :-)

Algo es algo.

Dos coles batallan

Ya lo dije en otra anotación hace unas semanas: al responsable de la edición de 20 minutos Valencia le gustan los titulares en plan charla de barra de bar, seguro. Porque si no es así, no se explica cómo es capaz de permitir que se publique una noticia con semejante encabezamiento:

Dos coles batallan para que les pongan educadores.

Lo primero que he pensado cuando lo he leído ha sido que se trataba de un enfrentamiento entre los propietarios de dos coles -de coliflor- que pugnaban por la magnificencia y peso de sus ejemplares hortícolas. Claro, luego he deducido que lo de los educadores no encajaba demasiado bien, y entonces ha sido cuando he caido en la cuenta de que, una vez más, estaban recurriendo al lenguaje coloquial -"cole" se recoje ya en el DRAE como sinónimo de colegio- sin darse cuenta de lo surrealista que podía quedar el titular.

Una verdadera lástima no poder contemplar una batalla "colifloral"...

Mujeres limpias

Estoy que no estoy en mí. Y no sé cómo arreglarlo. Desde que vi por primera vez el cartel de la fotografía en los aseos de un restaurante de Almagro, el desasosiego que me genera el saber que cabe la posibilidad de que otras féminas -yo nunca, por supuesto- manchen mi imagen de limpia mujer limpia -por duplicado, por si existe alguna duda-, no me deja vivir. O mejor dicho, malvivo.

No sé como resolver esta desazón. De verdad de la buena -¿hace falta que añada la apostilla?-. Porque yo creía que el problema de la suciedad en un aseo o servicio público era la falta de higiene y los posibles contagios que de ella se pudiesen derivar. Nunca hubiera imaginado que al encontrarme, por ejemplo, una compresa tirada en el suelo, al lado de la taza del retrete, lo que iba a correr el riesgo de enfermar era "mi imagen de Mujer 10" y no mi salud.

He de preguntar a mis compañeros de viaje si en el baño de los hombres también había carteles similares.

Rayas

No te acostarás sin saber una cosa más:

"En las últimas décadas (y quizá por influencia del inglés) está cundiendo la utiización de las rayas (─) en la función del paréntesis. Las rayas funcionan exactamente igual: enmarcando una inserción dentro de una oración, con la diferencia de que el signo de apertura es igual al del cierre.

.../...

La raya es más larga que el menos (llamado así porque se usa para indicar la operación aritmética), y a su vez éste es más largo que el guión de separación de palabra al final de línea (que veremos en el capítulo 16). En los teclados normales de ordenador, como antaño en los de máquina de escribir, no existe tecla para la raya, con lo que muchos usan dos guiones seguidos para representarla: "Curro --por éstas que es verdad-- había matado a la primera"

.../...

Si se quiere meter un paréntesis dentro de otro tambíen resulta útil abrir primero rayas y dentro de ellas paréntesis (o viceversa: no hay una doctrina clara sobre ello). La verdad es que el uso preferente de rayas o de paréntesis, o las especializaciones de su empleo, son rastos del estilo de un esritor (¡o quizá de su editor!). Por ejemplo, en una recopilación de José Ángel Valente he comprobado que para los incisos se utilizan sistemáticamente las rayas, y los paréntesis se reservan para aclaraciones breves y prácticas (un año de nacimiento, capítulo y versículo de una cita bíbica...)."


Párrafos extraídos del capítulo 6, titulado "Entre paréntesis", del libro "Perdón imposible" de José Antonio Millán.

Toda mi vida pensando que los signos que yo colocaba, a modo de separación, de acotación o anexo al texto principal, eran guiones y resulta que se llaman rayas. No es un entreguionado, sino un "entrerayado" -suena fatal-.

Tengo curiosidad por saber qué dice con respecto a los puntos suspensivos... -lo estoy leyendo a salto de mata, que conste-.

Bambo, en japonés

Ayer por la tarde, mientras estaba en el curso de Excel avanzado, que no es ni avanzado ni atrasado, es "guardad en el disco de 3’5", que estos ordenadores los emplea otra gente por la mañana" "¿y eso qué es, el A o el C?" y tú te preguntas "¿por qué la gente solicita cursos sobre una materia sin tener ni repajolera idea de las nociones básicas de un ordenador, que ya no digo de la hoja de cálculo?". Me desespera. Además, la tengo sentanda a mi lado, y para más mortificación, trabaja en el mismo ayuntamiento, pero en otro edificio -no sabía quién era; sólo la conocía por teléfono, por aquello de regristrar las incidencias informáticas "oye, que esto suena muy raro y a mí no me gusta; en la sala donde están los ordenadores grandes parace que hay un poltergeist"-, con lo que la "confi" como dice ella, es mayor, y se cree en el derecho de preguntarme absolutamente todo -hasta lo que es una celda- y a mí me cree en la obligación de contestarle a todas sus dudas. Hoy voy a intentar sentarme en otro lugar, :-/

Mientras el profe explicaba cosas sencillísimas -no se trata de estar de vuelta, sino de que "avanzado" significa que al menos se conoce básicamente la herramienta, y así al menos, no se le hace perder el tiempo a la gente que ya se maneja algo... y a mí este curso me interesa mucho, aunque no me guste absolutamente nada-, me dio por entretenerme en la Internete. Y me encontré con esto:

Mi homónimo bitacoril pero en japonés

Lo de si es o no es japones tiene su aquel... pero he copiado algunos textos en el traductor de San Google y sí que los reconoce como tal al ofrecer la versión en inglés.

¡Qué cosas más quiquiricosas!

Puzzle

Para el que quiera entretenerse un ratillo -tampoco demasiado, que yo soy pelín torpona y lo hice en tres o cuatro minutos-:

Puzzle.

Son tan "apañaos" que cuando aciertas en la colocación de la pieza te avisan con un sonido, y cuando consigues acabarlo, celebran tu habilidad espacial con un sonoro aplauso.

Más allá de la muerte



Cuando escuché anoche la noticia en los informativos de no sé qué cadena de televisión, me tuve que sentar -y es literal-: primero, porque me quedé estupefacta -y cuando una entra en ese tipo de trances, mejor es que le pille sentada y no derechita, por aquello de evitar el irse de bruces al suelo por la reacción-, y después, pasada la impresión inicial, porque quería saber más de aquel despropósito que estaba contando el presentador.

Siempre he pensado que se ha de ser muy respetuoso con los deseos de los vivos para cuando ya no lo sean, pero de ahí a que un club de fútbol habilite un espacio en las instalaciones de su estadio para que, caso de solicitarlo, sus seguidores más acérrimos puedan disponer, en virtud de una de sus últimas voluntades, que sus cenizas sean depositadas en el lugar que más satisfaciones deportivas y sociales les ha brindado, va un trecho largo. Y más que largo, larguísimoooooooo, con muchas "oes" finales, como las de ¡gooooooooool!.

Hay personas que se pasan la mayor parte de su vida pagando una cuota mensual para asegurarse de que serán despedidos del paraiso terrenal con todos los honores, o cuando menos, que podrán marcharse al más allá dentro de un féretro tapizado de blanca seda, herrajes dorados y una corona de crisantemos con lazo morado. Es algo que no termino de entender, pero el miedo que todos tenemos a la muerte -o casi todos-, al más allá, justifica el que pensemos que, haciendo las cosas de un modo en particular, convirtiéndolas a la larga en un rito, lo desconocido ya no estará a la vuelta de la esquina -una mera ilusión ajena a cualquier razonamiento lógico- y cuanto más alejemos lo que nos produce pavor, más control tendremos sobre la situación.

Todavía recuerdo cómo me chocaba, siendo niña, la respuesta de mi abuela cuando venía el cobrador del Ocaso y yo le preguntaba que qué estaba pagando: "los muertos, Salo, los muertos".

¡Qué cosas! Así me fue a mí durante un tiempo, que pensaba que mis familiares fallecidos necesitaban dinero para poder malvivir en el purgatorio y que el trabajo del señor de la carpetita azul y famélico aspecto era el de, aparte de recaudar, llevarles después a las ánimas penitentes lo que sus familiares no podían hacerles llegar por el banco... Porque ésa es otra: como mis amadas monjitas me habían explicado en clase que los únicos que iban directamente al cielo eran los santos, y que el resto de los mortales, antes de llegar a tan onírico lugar, caso de alcanzar ese honor, pasaban una larga temporadita en el purgatorio para expiar todos sus pecados, yo daba por hecho que mis dos abuelos y unos cuantos tíos vivían en una zona intermedia situada entre la tierra y el cielo, flotando en el espacio.

Esto de que el Camp Nou se pueda convertir en un cementerio culé me ha recordado que hace ya casi un año recopilé información para hablar sobre las necrológicas, panegíricos y demás escritos que glosan las virtudes de los fallecidos y que navegando entre deceso y deceso -qué nombre más aséptico... como lo de "éxitus" del lenguaje médico para decir que se les ha muerto un paciente- encontré una página de centroamérica que ofrece un servicio de esquelas en la red: Obituario.net. No sé hasta qué punto puede llegar a ser efectivo lo de que los familiares y allegados de un difunto consulten en internet a que hora va a ser el entierro... Desde luego, a mí no se me habría ocurrido nunca. Aunque tampoco se me habría ocurrido nunca llamar a la oficina de información de un ayuntamiento para preguntar cuál es la costumbre en ese pueblo a la hora de dar el pésame, si se hace antes de entrar a la iglesia o después, a la salida, y en una ocasión, cuando trabajaba en ese departamento, una señora me colgó airadamente el teléfono porque no supe qué responderle.

¿Cuánto vale un peine?



Hace unos cuantos días, todavía estaba de vacaciones, presencié cómo una amiga recriminaba a su hijo por una reciente "travesura" -entrecomillo porque, a pesar de que la mayoría de los adultos que estábamos delante, llamaron así a la fechoría del niño, a mí, particularmente, no me lo parece; más bien diría que ir rompiendo ventanillas de coches, así porque sí, porque resulta divertido tirarles piedras a ver si uno acierta, y si se da en en blanco, salir corriendo, es una vil putada- de éste y otro niño. La bronca materna fue subiendo de tono, y en un momento dado, amenazó al destroza-ventanas con una frase hecha que, al menos yo, hacía tiempo que no escuchaba: "Te vas a enterar de lo que vale un peine".

Así, a bote pronto, cuando se pronuncian o se escuchan sentencias de este tipo, una no se para a pensar en el verdadero significado de la expresión. En este caso, por ejemplo, todos entendimos que nuestra amiga le estaba diciendo a su hijo que le esperaba un castigo ejemplar, o cuando menos, una bronca mucho más intensa una vez llegasen a su casa. Pero, claro, si se piensa, decirle a otra persona, con tono amenazador, que se va a enterar de cuánto vale un peine... Vamos, que no creo que el que esté recibiendo la regañina vaya a salir corriendo, muerto de miedo por saber lo que le espera.

Ayer intenté encontrar el origen de la expresión, pero nada de nada. En las dos o tres páginas que consulté que se centran en estos asuntos, no estaba recogida la frase. Eso sí, lo de "La Virgen se está peinando entre cortina y cortina, sus cabellos son de oro, el peine de plata fina." aparece en numerosas ocasiones. Que digo yo que a lo mejor, sólo a lo mejor, lo del valor del utensilio capilar tenga algo que ver con el aprecio -como bien económico- que hasta hace bien poco se le tenían a los juegos tocador compuestos de espejo de mano, cepillo y peine, elaborados en plata.

Lo cierto es que hoy en día, con lo barato que se puede comprar uno en las tiendas del "todo a cien", la expresión habría de variar un poco: "Te vas a enterar de lo que valen ¿un millón? de peines".

Me duelen los tacones



Hace ya más de dos semanas -creo- que en las distintas cadenas de televisión están emitiendo un anuncio de publicidad de una almohadilla de gel que se coloca entre la planta del pie y el zapato, y que ayuda a que sea más llevadero para una mujer el uso prolongado de calzado con tacón alto.

La marca que las promociona es una muy conocida: Dr. Scholl. Seguro que más de uno recuerda haber visto los productos de esta empresa en los expositores de infinidad de farmacias.

No he conseguido dar con la almohadilla en cuestión -la página está en inglés- pero me da en la nariz que ha de ser o ésta o esta otra.

Seguramente, será muy provechoso; no lo pongo en duda. Pero ésa no es la razón por la que me he fijado en el anuncio. La verdad es que me chocó desde el primer día porque el eslogan es algo parecido "No al dolor de tacones" o "Ya no te dolerán más los tacones", y claro... una se acuerda de las muchas veces que ha caido en decir "me duelen los zapatos", en una especie de elipsis rocambolesca -"me duelen los pies por culpa de los zapatos"-, en la que se acaba produciendo una figura literaria que consiste en atribuirle cualidades humanas a cosas naturales o artificiales, que si no recuerdo mal, se llama antropomorfia, y se acuerda también de las muchas veces que se ha reido de sí misma porque los zapatos no duelen, en todo caso, provocan dolor.

No sé si la pretensión de los publicistas era la de asignarle a los tacones características humanas, todo puede ser. Quizás, en un intento de convertir el eslogan en un ejemplo de figura literaria, decidieron otorgarle vida a cierto tipo de calzado para mujer... Aunque, si he de ser sincera, sospecho que no han sido tan perspicaces.

Más bien tiendo a pensar que es un error -la confundida también puedo ser yo, que no me extrañaría nada... ultimamente me monto unas películas mentales que al paso que voy, protagonizaré la segunda parte de "Alguien voló sobre el nido del cuco"-. Me pregunto si no será una confusión en los términos a la hora de traducir la consigna. A ver, expertos en inglés ¿no se emplea la misma palabra en ese idioma para designar tanto al tacón como al talón, o sea, "heel"? ¿No puede ser que en el anuncio original se diga que "no más al dolor de talones", por culpa de llevar tacones altos? ¿O me estoy haciendo un lío de no te menees?

Curiosidades: mientras ayer por la tarde buscaba información sobre este asunto, averigué que existe un museo del calzado, situado en Elda. Y encontré la explicación al porqué se le llama "juanete" al abultamiento del hueso lateral del dedo gordo del pie:

"En el siglo XVI se llamaba coloquialmente "Juan" a la gente rústica. Y se utilizaba el nombre como paradigma de la vida simple en el campo. Así, nombrar a Juan era nombrara a cualquier persona del pueblo. Muchas frases hechas corroboran esta afirmación: Ser un Juan Lanas, Éste no es mi Juan, que me lo han cambiao, Juan Palomo, Juan Latino, Juan Topete y otras.

Debido a que tal deformación, junto con los callos y las duricias, eran muy abundantes entre personas de baja categoría social y trabajadores del campo, se dio en llamar juanetes a tales abultamientos.
."

¡Qué potito!



¿A qué sí? Es tan potito que hasta diría que es una hiper-mega-pocholada...*

Cotilleando por un guru-blog de esos que los entendidos consideran imprescindible -sirva como ejemplo una entrevista que le hicieron en Tintachina.com a Eduardo Arcos, el responsable de la bitácora mencionada... es que a mí no me hacen entrevistas ¡chachis en tó lo que se menea!- he dado con una entrada en la que se habla de una aplicación que, partiendo de los archivos de los usuarios del servicio gratuito de hospedaje de imágenes Flickr, genera palabras, letras, frases, a través de las fotografías.

¿Te apetece ver cómo quedaría tu nombre?. Si al primer intento no te gusta el resultado, pulsando sobre cada letra, se muestra una nueva.

*Es que hoy llevo la pulsera de "100% Mari Puri".