Ayer por la tarde estuve buscando información sobre dos Ulmus minor -el olmo común; el que acostumbramos a ver con más frecuencia- que hay cerca de Valencia, en la provincia de Castellón. En concreto, en las poblaciones de Castellnovo y de Navajas. Son dos reliquias vivientes. ¿Por qué? Por dos razones. La primera, su antigüedad: el olmo de Navajas fue plantado en 1636 y el de Castellnovo en 1812, para conmemorar la aprobación de la Constitución de Cádiz. La segunda, por haber resistido -de momento- a la grafiosis, enfermedad de difícil erradicación y que se ha llevado por delante a la mayor parte de los olmedos españoles y a un elevado número de individuos plantados aisladamente; casi siempre, en los puntos neurálgicos de las poblaciones -las plazas mayores o similares-.
IncisoPor si a alguien le interesa saber más sobre los olmos y está cerca de Madrid -y el que no lo esté y le pillé de camino por algún viaje... ya sabe, que aproveche la ocasión-, la obra social de Caja Madrid ha patrocinado una exposición titulada Los últimos olmos ibéricos -en este enlace se pueden consultar las fechas y lugares donde va a exhibirse esta muestra fotográfica-.
Retomo... Entre todas las referencias que me facilitó San Google -habría que estudiar si la herramienta de marras se merece acceder directamente a la santidad, o como todo cristiano de bien, antes habría que nombrarlo beato durante una larga temporada y que mientras fuese haciendo méritos... ¡cómo se me va la olla, por Dios!-, una me llamó poderosamente la atención: un archivo en pdf sobre los dos olmos, que por la numeración inferior que el documento mostraba, parecía formar parte de un libro.
Recordé entonces que en el curso sobre árboles del pasado invierno, los profesores nos dieron un listado de libros recomendados, sobre todo, por estar la mayoría orientados al público en general, y que en esa relación figuraba un título sobre el que hablaron bastante; algo obvio si se tiene en cuenta que sus autores, Bernabé Moya, José Plumed y José Moya, eran ellos mismos: Árboles Monumentales de España. Insistieron en que era imposible comprarlo porque estaba agotado -fue declarado libro de interés turístico nacional por la Secretaría General de Turismo- y que si queríamos consultarlo, no quedaba otra que hacerlo en la biblioteca del Jardín Botánico o en cualquiera otra bien documentada sobre botánica. En ningún momento nos dijeron que el libro estaba publicado, en parte, en la red; en la página de la empresa que lo había editado: Compañía Logística de Hidrocarburos -quizás ni tan siquiera lo sepan...-.
La muestra es una amplia selección de los 137 ejemplares que se recogen en el volumen y da una idea de la importancia del patrimonio arbóreo español y de lo desprotegido que está en cuanto a legislación se refiere -a la información de este último enlace sobre normativa de protección, habría que añadir el proyecto de ley de Árboles Monumentales presentado en las cortes valencianas octubre de 2005-. De hecho, si no me falla la memoria, el único departamento que existe en España, de entre las tres administraciones públicas que funcionan, dedicado a la protección de los árboles singulares y momumentales es el creado en Imelsa, una empresa pública perteneciente a la Diputación de Valencia.
Por último, y como dato anecdótico, añadir que Correos, desde el año 2004, tiene una serie de sellos dedicada a los árboles monumentales:
Addenda 15:00 h.
Se me han olvidado tres cosas... Eso será porque la entrada no es lo suficientemente larga, :-D
Primera: La imagen que ilustra la anotación es la foto del Pino del Escobón, incluido en la catalogación del libro "Árboles monumentales de España", pero que no aparece en la selección hecha por la empresa editora. Se encuentra en el municipio de Linares de Mora (Teruel) y sus dimensiones son: a 1,30 m. desde el suelo, el diámetro es de 1,40 m. Su altura, entre 22 y 23 m. y el diámetro de la copa, 19 m. Es un pinus nigra, más conocido como pino laricio o negral.
Segunda: Por si a alguien le interesa saber cómo funciona lo de la nomenclatura botánica, en la información que hay en este enlace aparecen los conceptos básicos. A mí me aclaró, por ejemplo, que cuando todos decimos que el pino, o el olmo, o el chopo son especies, estamos metiendo la pata: en realidad, el pinus, el ulmus y el populus son los nombres del género a la que corresponde esa familia de árboles en particular, y lo que viene detrás, por ejemplo, el ulmus minor es el nombre de la especie, pero claro, una cosa es el nombre común y otra el botánico...
Tercera: Como soy pelín tozuda, ayer por la tarde llamé a CLH para preguntarles cómo podía conseguir el librito de marras. ¿Alguién aventura la respuesta? Fácil, fácil, fácil... La única forma de conseguirlo es que ellos consideren que mereces el honor de que te lo regalen, y claro, eso sólo ocurre cuando eres un alto cargo de una administración pública, un ejecutivo de postín-tín-tín, o un hiper-mega "algo" que suene a dinero. Mi gozo en un pozo, :-/