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De espaldas

A días

Navidad... o lo que sea.

Feliz Navidad

Encuentros

(Pulsad sobre la imagen para verla más grande)

Quién me iba a decir a mí que, después de tanto despotricar contra Flickr por no tener una versión en castellano del servicio que ofrecen, iba a convertirme en una "fliqueadora" adicta... En realidad, no es para tanto. Lo que sí que es cierto es que, a pesar de saber más o menos cómo funciona el mundo de las comunidades sociales, no deja de sorprenderme lo que estoy encontrando en este apartado virtual de la Red: el motor principal que mueve Flickr es la posibilidad que ofrece a sus usuarios de crear grupos en torno a facetas específicas dentro del mundo de la fotografía. Y algunos de estos grupos y lo que en ellos se puede leer me tiene enganchada: comentaristas serios, concienzudos, con criterio; participantes que hacen del halago y del "wowwww" su máxima expresión; puntuadores de todo lo que se contempla y de lo que no se contempla, también; detractores de las nuevas herramientas de edición fotográfica -el HDR es apabullante... hay infinidad de fotos que parecen pinturas de tan irreales que acaban siendo... aunque la aplicación, en un principio, se diseñó para conseguir un hiperrealismo-; aficionados que entienden que todo o casi todo vale y que lo importante es todo el proceso desde que se desea hacer la foto hasta que se expone a la vista pública... En fin, que ando perdida leyendo algunas interesantísimas discusiones en las que el ego, por encima de todo, flota cual aceite sobre el agua. Es increíble... No lo critico; tan solo lo constanto. A nadie le amarga un dulce y ¡qué carajo! si te dicen que tu foto es "nice", pues, oyes, maris, que te vas a dormir un poco más contenta... Quizás todo se reduce a que necesitamos raciones diarias de halagos externos, que para los internos ya está el socorrido "Una, dos y tres, que guapa que soy, que tipo que tengo y que buena que estoy" -obsérvese que la cantinela no dice nada de lo inteligente, sabia y cariñosa que puedo llegar a ser...-.

Los últimos días de la semana pasada han sido algo complicados: una impactante noticia que ocurrió en Linares el jueves pasado y todo lo que de ella se ha derivado ha removido más, si cabe, esta cabecita que a veces duda hasta de quién es su poseedora. No termino de entenderlo; creo que por primera vez en mi vida estoy en la parte contraria, en la que dice "es imposible, la justicia se equivoca". No quiero entrar en detalles. El que quiera saber, con buscar en las noticias de Google, dará con la información. Para paliar un poco este desbarajuste emocional -y ahora viene el porqué he iniciado la anotación hablando de Flickr-, el domingo encontré, en la página de Flickr de un antiguo vecino de Linares, una fotografía que jamás había visto y de la que, para mi absoluta sorpresa, yo formaba parte. Es la que encabeza la anotación. Un salto al pasado. Un enorme y grandioso salto al pasado. Me hizo sonreír y recordar los tiempos en los que no éramos conscientes de cosas como la ocurrida estos días. La melancolía unida de la mano de la puñetera y jodida realidad.

Pasé un buen rato poniéndole nombre a tanto rostro olvidado. Ya no por su ausencia presente, sino por no recordar cómo éramos los chiquillos de la calle. Hay dos personas en esa foto que todavía no sé quiénes son. Barrunto quién es uno de ellos, pero el otro, no lo sé. Mi hermana es la niña que está sentada la segunda de la fila inferior, comenzado por la derecha; con gafas, vestida con un peto con tirantes. Yo soy la que está a su izquierda, con flequillo y coleta. Estuve un rato observándome... no terminaba de aceptar que fuese yo. El mohín de la media sonrisa es lo que me hizo comprender que era indudable. Eso y también el hecho de que las dos llevábamos los mismos pendientes y yo una sortija -seguramente a la fuerza; no me gustaban ni me gustan las cosas de oro-. Por ese detalle supe que la foto es posterior a nuestra comunión, que fue en junio de 1973 -los barrocos aderezos fueron el regalo de una compañera de trabajo de mi madre, sino me confundo-. Puede que sea ese mismo verano. Y por descontado, o era domingo o era uno de los dos días de las fiestas patronales, Santiago o Santa Ana y San Joaquín -muda de vestir bien y complementos al uso-. El aspecto que ofrecemos todos de "Verano azul" al estilo montañés despierta ternura -me pongo blandita, :-D-. El detalle setentero: el radiocassette que lleva el chico de la izquierda -Paco-, que hacía las veces de hermano mayor de casi todos.

¿Quién me iba a decir a mí que en Flicrk iba a encontrarme con semejante regalo?

Para terminar la historia de los encuentros -por eso el título es en plural; han sido dos-, anoche, colocando de nuevo los botes y cacharros en la despensa de la cocina -el puente no ha sido de relax: limpieza general con pintura de techos, alacena y baldosinín incluido-, abrí la caja de cuerda en la que guardo algunos libros antiguos de recetas y me encontré con dos fotografías que daba por perdidas desde hace más de una década: son del verano del 84, junto a mi primer novio. Novio de los que se iban a la mili y esas cosas que por aquel entonces todavía pasaban. Siempre había sido el patito feo de la pandilla y creo que aquellos meses, cada vez que salía a la calle, me pellizcaba para sentir que era cierto que el chico más guapo de los del grupo se había fijado en mí.

Tengo la sensación de haber recuperado, de golpe, dos trozos de mi vida que ya casi no recordaba. Al menos, no era capaz de sobrepasar la neblina en la que se convierte el detalle insignificante cuando otros más actuales se han puesto delante. Vuelven a mí las caras y los momentos... No quiero caer en la melancolía, ni en añorar tiempos que no viví en su momento como gratos -por multitud de razones-. Pero ojalá todos los encuentros con estos cachitos del ayer fueran tan tiernos, :-D

Tal cual -y añado: porque yo lo valgo-:


La foto en blanco y negro es de José Gonzalvo

Las alas de la vida

Días de limpieza. Compras para la casa, bricolaje y radio; mucha radio. Me gusta escuchar cómo otros hablan para contarme cosas mientras, por ejemplo, pinto de blanco las baldas de granito de la alacena de la cocina. Hace un rato, en la emisión local para Valencia de la Cadena Ser -no recuerdo cómo se llama el programa- han entrevistado al director de un documental que actualmente se está proyectando en unos cines de la ciudad -películas en VO y casi siempre, fuera del circuito comercial al uso-. No le estaba prestando demasiada atención, la verdad. Sobre todo, porque el saber qué se contaba en la película, me ha producido cierto rechazo. Ha sido una de las respuestas de Toni Canet -el director- la que ha hecho que dejará las copas que llevaba en la mano y me sentara al lado de la radio a escuchar con atención.

El documental recoge trozos de la vida de un médico que sabe que padece una enfermedad degenerativa mortal. La idea de grabar su forma de afrontar este muro insalvable salió de él, Carlos Cristos. En principio, el rodaje iba llegar hasta el final, pero, tras dos o tres recaídas de las que se pensaba que el enfermo no iba a salir, el documental ha visto la luz sin esperar a esa muerte anunciada.

La respuesta que ha llamado mi atención estaba relacionada con ese final inconcluso. Le han preguntado al director si tenía la intención de grabar la muerte del enfermo, cuando ésta llegase, o si pensaba que era mejor dejarlo todo tal cual estaba. Ha dicho que iba a intentarlo, sobre todo, por estar al lado de Carlos Cristos en sus últimos momentos, por acompañarlo en el tránsito entre la vida y la muerte, pero ha reconocido que no sabía si iba a ser capaz... Esa aceptación, esa duda sobre su futuro comportamiento con respecto a algo que ya se sabe... Humano, sin más. La fuerza y la entereza salen, casi siempre, cuando menos lo esperas; en los momentos más difíciles, cuando la debilidad te ronda y el miedo a lo desconocido te abruma, pero ser consciente de que puede que esto no sea así, creo que es la única forma de no cargar con culpabilidades posteriores, completamente estúpidas e innecesarias.

El documental se titula Las alas de la vida

Me cuesta entender que una persona tenga el arrojo suficiente como para dejar que otros entren en su vida con una cámara, a sabiendas de que la situación que se está viviendo es la más dificíl de toda su existencia...

Un milagro

Sí, lo es. Tuve que volverme para comprobar que lo que había visto era cierto. Había mucha gente: fue este domingo. Mañana soleada, agradable, con mucha gente paseando por la avenida, parándose en los puestos del mercadillo; padres y niños a la espera de que la actuación al aire libre de los payasos comenzara... Y él estaba allí, sentado en uno de los bancos; ajeno al ajetreo, abstraido. Alcancé a ver que el libro era de una biblioteca pública. Mientras le hacía la foto, me di cuenta de que no estaba allí por casualidad: delante de él había un puesto de ropa. Era uno de los vendedores. Posiblemente, hijo o hermano de alguno de los adultos. Me sorprendió su concentración. Me hubiera quedado allí, mirándolo, por el puro placer de ver a alguien que es capaz de olvidarse de lo que le rodea -sobre todo, cuando había muchísimo ruido de fondo- y zambullirse en otro mundo que un escritor creó para que él, más tarde, pudiese imaginarlo a su gusto y manera. Pero el mero hecho de que me detuviese para captar el momento, ya hizo que varias personas se me quedasen mirando para averiguar qué estaba fotografiando. No quise que se sintiese observado.

No es muy normal encontrarse a un adolescente leyendo -no aparentaba más de 14 años-, sentado en el banco de un paseo, una mañana de domingo. Quizás si hubiese llevado entre manos un artilugio del tipo Nintendo o similares, ni me habría percatado del detalle. Ahora que, bien pensado, a la mayoría de los inmigrantes todavía no les está permitido gozar de ciertos privilegios...

Visión 'vietnamizadora'

(Para ver la imagen en tamaño original, pulsad sobre ella)

Hace ya algunas semanas asistí, junto con una gran parte de mis compañeros, a unas charlas que nos dieron siete licenciados en tres o cuatro cosas cada uno y con tantos másteres juntos que, sumando el coste de todos ellos, seguro que se cubría una hipoteca y media de un piso de 40 metros cuadrados. Instruidos, muy instruidos. Pero mucho.

Nos querían contar cosas sobre la modernización de la Administración, ya que, parece ser, el funcionamiento de las instituciones públicas está obsoleto y huele mucho a rancio -es lo que tiene sujetarse a las normas, que la vanguardia se ve de lejos-.

La imagen que ilustra esta anotación es un extracto de las frases que, por una u otra causa, más me llamaron la atención:

Desde la vacua "No hablamos de Recursos Humanos sino de gestión de personas" -cágate, lorito...- hasta la expresión inglesa "Brand merchandising", que todavía no sé qué significa exactamente. Entre medias, un sinfín de eufemismos de los que quitan el sentido y mucha palabra que, de tanto usarla, ha devenido en muletilla y ha perdido la esencia de sustantivo con enjundia -"ciudadanía", por ejemplo-. Cosas como "Carta de servicios" -"sí, mire... queremos un bacalao con verduritas salteadas y un chuletón con salsa de trufa y aromas de brandy añejo"-, "back-office" y "front-office" -¿mande?-, "Comité estratégico de calidad" o la horterada mayor del Reino por aclamación popular -sólo opino yo, pero da igual- "Servicios de excelencia" -la chorrada es cosa de la UE, y para más inri, expide certificados con ese título tan rimbombante-.

¡Ah! y al vocablo "legislatura" lo tuvieron que sacar en parihuelas de la sala el viernes por la noche, cuando ya hacía media hora que había acabado el último sermón admonitorio: de tantos puñetazos que, durante esos días, le dieron los charlatanes de alto copete, el pobre perdió el conocimiento y ya no se sabe si volverá a recobrarlo alguna vez.

Desde hace ya bastante tiempo y no sé por qué extraña razón -intuyo que con la intención de que las discusiones de los munícipes en el pleno de la corporación de turno tenga visos de grandes gestas- al periodo de cuatro años entre elección y elección de representantes para el gobierno local, en lugar de llamarle "mandato", que sería lo correcto, se le denomina "legislatura", palabra que no se ajusta a razón, ya que las entidades municipales no tienen potestad legislativa, esto es, no pueden ni elaborar ni aprobar leyes -circunstancia reservada sólo a las AALL de las CCAA (¡me dejé llevar por las siglas, :-D va, traduzco: Asambleas legislativas de las Comunidades autónomas) y a las Cortes Generales del Estado español-, aunque sí reglamentos.

Puede que visto desde fuera resulte ridículo fijarse en cosas así, pero que los especialistas en la materia hagan tan mal uso de los términos que son propios de su ámbito profesional, deja mucho que desear. Y el mal, por desgracia, ya no tiene solución: más de un millón de referencias en Google. Ahí es nada...

¿Por qué titular la anotación con una expresión tan... tan... tan...? ¿tonta? ¿pedante? ¿rebuscada?

Porque cuando salió de la boca del orador que impartió la penúltima conferencia, la vida -mi vida- ya no volvió a ser igual -aunque la clausura de las jornadas, para qué negarlo, fue todavía más apoteósica-: trataba de explicarnos que la Administración arrastraba desde antiguo un enorme problema de eficacia, que se evidenciaba en detalles del tipo "es que yo no sé de lo que usted me está preguntando; eso lo lleva el compañero de la mesa de la esquina". Este tipo de comportamientos son los que, según este señor, se corresponden con una "visión vietnamizadora" del funcionario... Una perla, la verdad. Visión vietnamizadora... tiene sustancia, mucha sustancia.

El final de la fiesta -cuatro días de martirio vespertino son un castigo demasiado duro para unas mentes tan poco instruidas... nos hemos ganado el cielo-: a punto ya de alcanzar un orgasmo masturbatorio del tipo "Yo soy El Mesías", el responsable de darle el cerrojazo a las soporíferas disertaciones, tuvo a bien explicarnos que a los funcionarios -no sé yo si a los interinos a perpetuidad también nos incluirá- se nos podía aplicar la clasificación con la que se cataloga a los diversos tipos de clientes que existen en el mercado comercial -que nadie se me asuste-:

(Para ver mejor la tabla, pulsad sobre la imagen)

El ilustre teórico creador de tan simpática relación es Philip Kotler, un experto mundial en cómo manipular y atontar a la clientela.

¿Hace falta que haga una declaración expresa de qué tipo de trabajadora soy?

Madre del amor hermoso... ¡qué ganas de hacernos perder el tiempo!, ¡qué ganas de desnudar a un santo para vestir a otro!, ¡qué ganas de aplicar conceptos propios de la empresa privada!, ¡qué ganas de ser políticamente correctos!, ¡qué ganas de marear la perdiz por no querer llamar a las cosas por su nombre!,¡... qué tontos,Dios mío, pero qué tontos!

Cuenta atrás

Isabel Preysler y George Clooney, pareja de anuncio.

Isabel Preysler cumple 55 años.

Sí, lo sé: la última noticia ya tiene unos cuantos meses... pero es que viendo la portada del Hola de esta semana he tenido que cerciorarme de la edad de la ex-reina de los cuartos de baño.

Me viene a la cabeza el argumento de una obra de teatro que vi hace muchos años en la televisión -creo que en Estudio 1- en la que los protagonistas, en lugar de envejecer, retrocedían en edad y llegaban a ser jóvenes infantes, sin responsabilidades ni carga alguna. Seguro que Isabel Preysler se la perdió; porque de haberla visto, tendría claro que permanecer eternamente joven a los ojos de los demás es, además de aburrido, ridículo.

Espíritu joven, dicen...

Menú para la cena

De hoy y de casi toda la semana que queda, :-D

A saber:

.- Solomillo de ternera con rebollones* rehogados con ajitos.

.- Huevos revueltos con níscalos y pimientos rojos.

.- Crema de rovellones con tropezones de pan tostado.

.- Pastel de Lactarius deliciosus y patatas con aroma de romero.


.- Arroz caldoso con pollo, rebollones, borraja y coliflor.


Se aceptan aportaciones, que de lo escrito arriba, la mayoría se corresponde con una carta típica de "cocina figurativa de autora" -o sea, que me lo he inventado- :-D

*Los diferentes nombres con los que se conoce a esta seta.

¡Ah! La cesta llena: una mañana de domingo da mucho de sí; sobre todo, si el coche se deja a la entrada de la carretera y se anda un poco. Es increíble cómo algunas personas van al monte a por setas, :-(

Acertijo

Esta tarde, mientras me comía un arroz tres delicias marca "Hacendado" -el nombre elegido por Mercadona para sus productos de marca blanca es ortopédico a más no poder... huele a rancio, a título de propiedad de latifundio, a derecho de pernada... no sé... se admiten sugerencias-, he visto casi un cuarto de hora de "Aquí hay tomate" -ejercicio de autoflagelación espíritual por ser mala persona, recomendado por mi confesor-. En tan poco tiempo, me he enterado de que Isabel Pantoja fue a ver ayer a la cárcel de Jaén a su bigotudo novio. Y hasta han contado lo que el ex-alcalde de Marbella le regaló a su coplera particular. "Aresulta" que el compañero de celda del presunto corrupto se entretiene haciendo pulseritas de hilo, al más puro estilo flower power y claro, una vez aquél supo que la ex-viuda de España iba a visitar a su amigo, se puso a la faena y le hizo una para ella, que no era cosa de que Julián Muñoz desmereciese a los ojos de su amada por no tener nada que ofrecerle. El notición lo ha contado el tío del artesano alternativo... La entradilla de la entrevista al familiar del preso ha sido lo más:

"A falta de un mercadillo hippie en la prisión de Jaén..."

Después de esto, me he dado un respiro y he cambiado a La 2, que emitía en ese momento un documental sobre chimpancés. Lo he pillado justo al final... Ya es tener mala suerte. No he tenido más remedio que volver a Telecinco. Estaban hablando de un cantante muy andaluz, nacido en Madrid y que dentro de poco pondrá a la venta su nuevo trabajo musical. Recientemente ha concedido una entrevista y hoy ha salido publicada en la revista más rosa del mundo rosa : Hola. Han extractado algunas de sus respuestas y, de todas ellas, ha habido una afirmación que me ha dejado alelada -sí, aunque parezca increíble, me sigue sorprendiendo cómo funciona el inconsciente de ciertos personajillos que cultivan aires de "oenegistas" de salón-:

"Con mi disco pasa como con las mujeres, que todos quieren meterle mano".

Lo sé, no he dicho el nombre del cardiaco artista... pero he dado pistas suficientes para saber de quién se trata. A ver... A la de una, a la de dos, a la de... a la de... sí, mujer, que lo tengo en la punta de la lengua...

¡Ah! por si alguién tiene dudas al respecto: el "alelamiento" ha sido por el tufo machista...

Cuatro voces para una mañana de domingo

Está claro que no hay nada como la necesidad para hacer que una se ponga las pilas. Aunque en mi caso y en esta ocasión, no se ha tratado de necesidad pura y dura, sino más bien de utilización de recursos hasta ahora desaprovechados. Me explico: en Linares no tengo reproductor de CD, con lo que escuchar música sigue siendo algo tostón porque he de grabar a cintas y es un "peñazo" de no te menees. Este año, con la novedad del portátil, la "incomodidad" se resolvió ipso-facto.

Pero... como jamás lo había empleado para escuchar música, no tenía ni idea de qué era eso de "biblioteca" ni de que con esa funcionalidad, ya no hacía falta ir con los CDs de aquí para allá. El caso es que, al final, me limité a agregar sólo canciones que por uno u otro motivo, para mí fuesen relevantes.

Ayer por la tarde, el cd que había puesto en el equipo de música se paró y me dio pereza levantarme -estaba leyendo un texto de la bitácora de justo Serna sobre una fotografía de Franco y Millán Astray bastante interesante- y recordé lo de la biblioteca musical. Al abrirla, me di cuenta de que las últimas cuatro canciones que había agregado estaban cantadas por cuatro mujeres con unas voces bastante peculiares. Me resultó curiosa esa circunstancia y pensé lo de "si lo llego a hacer adrede, no me sale". Aquí las dejo:


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La canción se titula "Allspice, Cinnamon And Kiss" pero no sé quién la canta, porque pertenece a la BSO de la película Un toque de canela y aunque he encontrado la contraportada del CD en inglés -yo la tengo en griego-, no dice nada de la cantante.



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"A city called heaven", interpretada por Mahalia Jackson



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"Save me" de Aimee Mann, incluida en la BSO de Magnolia. Casi toda la BSO está cantada por esta artista y si alguien todavía no ha visto esa rocambolesca historia de perdedores, que deje un hueco en su tiempo libre para hacerlo. Seguramente, no se arrepentirá.



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"Cançao do mar" de Dulce Pontes. Está incluida en la BSO de Las dos caras de la verdad. He encontrado en youtube el vídeo. Si os apetece darle al botoncito del "play", no os defradurá: faros, mar embravecido, rostros de ancianos circunspectos... La dureza del mar, tal cual:

La letra:

Fui bailar no meu batel
Além do mar cruel
E o mar bramindo
Diz que eu fui roubar
A luz sem par
Do teu olhar tão lindo

Vem saber se o mar terá razão
Vem cá ver bailar meu coração

rSe eu bailar no meu batel
Não vou ao mar cruel
E nem lhe digo aonde eu fui cantar
Sorrir, bailar, viver, sonhar contigo


Muy pocas veces hablo de música aquí porque no soy excesivamente aficionada. Pero una vez roto mi temor a hacer el rídiculo por carecer de referencias, conocimientos y no sé cuantas cosas más, creo que, al final, lo importante es disfrutar. Y acabar una mañana de domingo escuchando la voz de Dulce Pontes es un verdadero lujo, :-D



Addenda 9:22 h, 4 de octubre de 2006

La otra voz femenina que se escucha en la banda sonora de "Un toque de canela":


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La canción se titula "Five in the hearbour" y la interpreta Natassa Theodoridou

Lo que las palabras no dicen

Ya está el lío montado: las recientes palabras de Ratzinger con respecto al fanatismo y a que el odio y la venganza se escuden y amparen en los supuestos dictados de un Dios inmisericorde han molestado y ofendido a los musulmanes. No es una mera anécdota, máxime sabiendo cómo de desproporcionadas son las reacciones de ciertos sectores extremistas de los seguidores de Mahoma.

No me gusta la Iglesia católica y por extensión, me desagrada todo lo que la rodea: su organización, sus representantes y sobre todo y por encima de todo, esa prepotencia disfrazada de humildad, con la que se dirigen no sólo a sus seguidores, sino al mundo entero, con la única pretensión de dar lecciones de moral. Claro está, de moral cristiana. Me supera y me superan -me supera Benedicto XVI y me superan los que, como argumento máximo para justificar estas creencias y la existencia de un ser superior que todo lo controla, hacen uso de la palabra "amor", como si el mero hecho de mentarla fuese justificación suficiente-. Por eso, no me creo que Ratzinger esté "vivamente afligido" por sus palabras. Lo que está es acojonado, sin más. Y tiene razones para ello, sabiendo cómo se las gastan los descerebrados que tergiversan el mensaje musulmán para convertirlo en un compedio de odio y venganza suprema.

Cuando hace un rato he entrado a 20minutos para saber de las últimas noticias del día, me he quedado perpleja mirando la pantalla: las imágenes con las que se encabezaba la noticia relativa a las palabras del Papa eran, por si solas, una declaración de principios. De principios no escritos, pero evidentes: tres fotografías seguidas; la de la izquierda se corresponde con un joven con el puño en alto, en una actitud claramente reivindicativa; la del centro recoge una imagen de un Ratzinger reflexivo, sosegado, calmo; en la de la derecha se ve a un cabreado barbudo en una pose similar al situado a la izquierda de la foto-composición, pero en este caso, el gesto del musulmán -es de suponer que lo sea ¿no?- es bastante más exacerbado, muy cercano a la ira.

Es imposible justificar algunas de las reacciones de los mahometanos más extremistas, imposible. Las del resto, y con esto me refiero a los que practican esa fe sin caer en la ortodoxia -por lo que he leido se han quejado varios gobiernos-, parece que han sido bastante más "civilizadas". Pero igual que los comportamientos violentos anulan cualquier atisbo de aceptación, tampoco es de recibo hablar a sabiendas de que lo que se dice va a levantar ampollas en una parte importante de la población mundial -que no son cuatro gatos, hombre...-. De tanto tensar la cuerda, llega un momento en el que ésta se rompe. Y los de la ICAR son unos maestros en el arte de estirar y estirar y estirar del ánimo de los que no piensan como ellos. Han tirado la piedra y aunque no han escondido la mano, intentan hacernos creer que ellos no querían ofender... Puede que sea verdad, pero si esto es así, es evidente que su soberbia y prepotencia les hace comportarse sin medir las posibles consecuencias.

Los extremistas islámicos dan miedo, sí; pero Ratzinger no es un alma cándida, inocente y bondadosa. La elección de esas tres fotos y cómo han sido colocadas no tiene desperdicio: los malos malísimos en un gesto de desprecio infinito y el bueno buenísimo en una actitud de recatada sumisión...: lo que las palabras no dicen, a veces, se puede leer sin estar escrito.

De profesión, maestra 'estozoladora'

He tenido que volver a urgencias esta mañana. Anoche, a las tres y media de la madrugada, me estaba poniendo hielo -sigo con mi paquete de judias verdes congeladas- en el tobillo porque ya no sabía que hacer para paliar el dolor.

El médico me ha sermoneado todo lo que no le escuché a Ratzinger el pasado 9 de julio: por hacer, hasta ha puesto en duda que una médica en su sano juicio fuese capaz de decirme que me quitase el vendaje al quinto día de llevarlo y que iba a poder conducir durante cerca de cinco horas seguidas, nueve días después de caerme y demostrar que mi tobillo no es de blandiblú, como en ocasiones he llegado a creer.

Dictamen: reposo, reposo y reposo. Pie en alto. Tobillera -así, según él no me hará falta quitarme el vendaje; el retintín del tono era más que evidente-. Trombocid para que termine de salir el derrame, que parece ser que se ha escondido en algún sitio y no tiene mucho ánimo de decorarme el resto del empeine que todavía está en su estado original, blanquecino. Pomada antiinflamatoria. Ibrupofeno cada 8 horas. Bolsas de hielo, aunque esto último me ha dicho que es para cuando se acaba de producir el esguince y aaí evitar el edema, pero ha insistido en que no estaba de más.

Mañana, a por la baja laboral -espero que no se alargue más de una semana... me puede dar un jamacuco existencial-.

He tenido que recurrir a la chica que va a limpiar a casa de mis padres para que saque a pasear a Zas dos veces al día -por razones varias, como alergias, fobias y demás, mis amistades y los perros se llevan malamente-. Mi hermana ejercerá de hermana mayor -la compra y el papeleo del golpe del coche- y mientras tanto yo, permaneceré tumbada a la bartola, que se me da de fábula.

Me pierdo el ir a Linares este próximo fin de semana; el ver a F.; el ambiente de las fiestas patronales... Gano: no acumular dosis de mala leche por culpa de los toros embolados y barbaridades similares. Todo tiene siempre su lado positivo.

Vacaciones en La Mancha

Suena parecido, pero nada que ver con Vacaciones en el mar, .

Como no sé si mañana me dará tiempo a escribir algo porque tengo el día un tanto complicado -si soy capaz de aguantarlo, creo que me daré de besos a mí misma, mismamente, hasta jartarme... mejor pensado, si encuentro a alguien que se preste a la gratificante labor, el asunto pintaría francamente bien-, he pensado que mejor era comenzar a daros envidia con, al menos, un día de antelación,

De niña cantaba una canción que decía, más o menos: "Mañana parto para Venecia; adiós Lucrecia, te escribiré. Mañana parto para La Habana. adiós Susana, lo mismo haré. Tira de la vela, tira de la vela, de la vela voy tirando, al son de la mandolina, adiós que me voy Fermina, noche de cabaret, de cabaret..." y después, retornaba al principio y se aumentaba la velocidad, en plan sonsonete machacón. Era muy efectivo para alterar a tíos, abuelos, padres y familiares varios en una reunión plasta y soporífera de tarde de domingo.

No me voy a Venecia, ni a La Habana. No soy nada exótica, ¡qué le vamos a hacer!. Venga, me aplico el cuento: el viernes parto para Almagro; adiós bitácora, no escribiré -no rima, pero como no soy nada ripiosa, tomadlo como una versión libre de tan magna letra-.

Me gusta mucho el cartel de este año; mucho, mucho, mucho: la anciana me recuerda sobremanera a mi bisabuela paterna y me parece muy acertado el juego de significados y lo que representa el estereotipo de una vieja mujer, vestida de negro, con el pañuelo atado a la cabeza. El programa de este año es amplísimo; el mío, mucho menos pero tiene un poco de todo: El perro del hortelano de Lope de Vega -en el patio de Fúcares, el día de la llegada... es tan mágico ese patio-; Tragicomedia de Don Duardos, de Gil Vicente -en el Claustro de los Dominicos, otro de los lugares con más encanto de todos los escenarios de Almagro-; Don Gil de las Calzas Verdes, de Tirso de Molina; La verdad sospechosa de Ruiz de Alarcón; La gitanilla, de Cervantes; L’Amoroso, Violon d’ingres, Remanso, de varios e intrerpretada por la CªNacional de Danza 2; Amar después de la muerte, de Calderón de la Barca; "El Príncipe tirano", de Juan de la Cueva y para el último día, "Solo Hamlet solo" de Miguel Murillo.

Lo digo todos los años: no queda lejos de ningún sitio, aunque mentar La Mancha en verano suene a calurosa tortura.

Sólo me da pena una cosa en relación a esta primera tanda vacacional: Ratzinger cuenta con que yo esté en Valencia el sábado día 8. Lo sé porque su Dios me ha llamado al móvil esta tarde y me ha dicho que necesita de mis servicios para recoserle los bajos de las sotanas, que desde que usa Manolos para calzarse, todas le quedan largas. Como soy de fácil convencer, al final le he dicho que si se pasa por casa sobre las 7 de la tarde, le haría los apaños que hiciesen falta. No hace ni diez minutos que he decidido que a mí no se me compra por tan poca cosa: ¿no quería pagarme asegurándome que cuando yo llegase al Infierno, Lucifer haría la vista gorda y en mi celda de castigo me dejarían instalar aire acondicionado y un pay-pay en el techo, para los días en los que el fluido eléctrico no funcionase por culpa de los fusibles fundidos?

Yo, a partir del viernes:

Valencia, sin mí:


Addenda 9:18, 6 de julio de 2006

He añadido algunos enlaces a la anotación que escribí ayer por la noche. Estaba muy cansada y aunque ya tenía las referencias, me dio mucha pereza. Recuerdo que en la entrada del año pasado sobre el Festival de Almagro critiqué la escasísima información que había en su página web. Fueron mejorándola a medida que iba avanzado el certamen y este año está mucho más completa, aunque sigue faltando, desde mi punto de vista, que incluyan en los datos de cada espectáculo que se representa, las direcciones web de las compañías, caso de tenerlas. Amén de que no estaría nada mal que se recogiese lo que va diciendo la prensa sobre las obras estrenadas y le diesen cabida a la opinión del público a través de un foro. ¡Ah! y una recopilación de enlaces relacionados, ya que, a no ser que yo no haya sabido encontrarlo, por ejemplo, el portal que Cervantes Virtual le dedica al Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro no aparece por ningún sitio y a falta de un histórico de este evento cultural incluido en su misma página, este portal desempeña, más o menos, ese papel.

Miniamos

Pregunta del millón: ¿habéis sido capaces de leer de un tirón la palabra con la que titulo la entrada? Si la respuesta es mayoritariamente afirmativa, creo que tendré que suicidarme... bueno, suicidarme resulta demasiado drástico; más bien, conseguir algún manual que contenga un método efectivo para una fácil lectura -en uno de los archivadores de cartón que acumulan polvo detrás de mí, junto a mis libros de la EGB, tengo fotocopiado un libro de hace muchos años, en el que se recogía un decálogo sobre nociones básicas para la comprensión lectora... nunca me sirvió para nada-: quizás éste que he encontrado sobre la lectura veloz me sirva.

¡Ah! que se me olvidaba: el palabro no me lo he inventado yo, que conste. Es cosa, una vez más, de los originales chicos de la edición digital de 20minutos Valencia:

Miniamos de casa.

Ni tan siquiera sé si la palabra es incorrecta -me da a mí que no, porque el prefijo es correcto; aunque no tengo muy claro que se pueda emplear para hablar de amos de casa en edad infantil, por decirlo de alguna forma-, pero lo que está claro es que es forzada a más no poder: mi primera impresión al leer el titular ha sido la de que estaban hablando de mininos, tal cual.

A este paso, voy a tener que crear un apartado especial para recoger las genialidades periodísticas de estos redactores tan creativos... Un par más, por aquello de que se vea que las Musas no les abandonan:

Multan a saco en Ciutat Vella a quien aparque mal.

Los fans del Papa podrán dormir en sacos en el río.

Para acabar, tres cosas: la primera que, gracias al primer titular, el de "a saco", encontré hace unos días una página relacionada con la cultura popular muy interesante. A ver cuando saco tiempo para hablar sobre ella. La segunda, que lo de los fans del Papa me arrancó una carcajada: suena tan festivalero, tan "canción del verano"... Lo que no haga la mercadotecnia: La página oficial del Club de fans de Ratzinger. La última: hace poco,no recuerdo en qué anotación, dejé el enlace a un artículo en el que Arsenio Escolar, el director de 20minutos, reflexionaba, pidiendo la opinión de sus lectores, sobre el uso y abuso de las expresiones coloquiales de su periódico. Se intuye que es un hombre preocupado por el asunto, sobre todo, si tenemos en cuenta que la semana pasada escribió otro sobre la modificación de un titular por considerar que el original pecaba de machista:

Lenguaje machista.

Lo curioso es que explica que la persona que le hizo notar el uso machista del lenguaje es la responsable, en teoria, de las ediciones levantinas de 20minutos. ¡Cosas veredes, Nicomedes!

Números

Siempre me ha costado mucho hacer ejercicio. Al menos, desde que me hice adulta. Cuando era niña me gustaba correr. Mucho. Me encantaba la gimnasia rítmica. Y la natación. Jugué al baloncesto durante dos años, de base -mis 1,59 no daban para más-. Hasta al futbito. Fue una época, más o menos desde los 12 hasta los 18, en la que ejercí bastante de lo que muchos tienden a llamar "marimacho": un físico corpulento -para mi estatura... ahora se definiría mejor como "rotundo", jajaja- y muy pocos signos de comportamiento femenino.

Aún recuerdo la primera vez que me depilé las piernas con una cuchilla porque mis compañeras de las monjas se empeñaron en que mi aspecto no era el de una tentadora señorita, de las que aparentaban remilgos pero luego, a escondidas, jugaban a la botella con los chicos del colegio nacional -el nuestro era sólo de niñas-. Entonces, finales de los setenta, a los colegios públicos se les llamaba así: colegio nacional... recuerdo que la expresión que empleábamos -y hablo en plural porque aunque a mí me la traía relativamente al pairo todo aquello de los chicos, el sentimiento de grupo, de pandillita mimetizada, pesaba mucho más que cualquier atisbo de salirse por la tangente- para hablar de las chicas que nos hacían la competencia -ja- era "¡bah! son de las nacionales!", como si aquello fuera un marchamo de vulgaridad y procacidad, todo unido... Nos creíamos que, por el mero hecho de ir a un colegio religioso, estábamos por encima del resto.

Lo que todavía no me explico es de dónde sacaba yo esas ínfulas de grandeza, siendo como era que en casa, mi abuela materna, que fue con la que pasamos la mayor parte de nuestra infancia porque mis padres trabajaban, no se las dio nunca de gran señora, ni muchísimo menos: desde que acabó la guerra civil y hasta su jubilación ella y mi abuelo tuvieron un puesto de frutas y verduras en el mercado de Convento Jerusalén, en Valencia capital.

A lo que iba, que salto de una cosa a otra, cual libre perseguida por un puñetero lobo: hablaba de que de niña, como pasaba más tiempo, sobre todo en verano, con chicos que con chicas, mis entretenimientos eran pelín más masculinos: carreras, fútbol, baloncesto, etc. Pero eso se acabó al cumplir los dieciocho: pasé de hacer bastante ejercicio a convertirme en una sedentaria de tomo y lomo. Lo único que no dejé del todo de lado fue la natación, pero vamos, que el ir una vez al mes a la piscina no tiene mucho que ver con practicar un deporte con asiduidad ¿verdad?

Mentalizada como estoy, ahora, de que sí que es importante mover el trasero de cuando en cuando -el pleno convencimiento ha estado muy relacionado con el hecho de ver cómo algunos seres queridos se han abandonado en ese aspecto y ello les ha generado complicaciones importantes y al revés, lo mismo: lo mucho que mi padre ha caminado en su vida es lo que alegan los cardiólogos para explicar el milagroso funcionamiento de su corazón- y como soy de natural perezosa, muy, muy, pero que muy perezosa, la única forma de forzarme para darle algo de vidilla a mi floja musculatura ha sido la de planteármelo como una competición conmigo misma -sí, ya sé que aquí he dicho miles de veces que odio ese actual afán por plantear cualquier cosa que se realice como una demostración de que se es el mejor en todo-.

El resultado: una planilla, colgada de dos imanes, en la puerta de mi nevera. He ido anotando, desde el 9 de mayo, las escaleras que he subido al día y los kilómetros andados. Hace un rato los he pasado a una hoja de cálculo, para sumar los totales:

Desde el 9 al 31 de mayo he subido 494 pisos de escaleras y he caminado 144 kilómetros. Teniendo en cuenta que sólo cuento los pisos subidos en el trabajo y que entonces sólo he contabilizado los días laborales, he hecho un promedio de 27 pisos por día. En peldaños: 10.868 peldaños -cada piso tiene 22 escalones- en 18 días. A andar salgo todos los días -obligaciones de ama perruna-, por lo que la media me dice que, más o menos, he caminado alrededor de 6 kilómetros por día.

Lo bueno: me siento orgullosa de mi pequeña hazaña. Lo malo: que conociéndome como conozco, el riesgo de que la perseverancia se me escape, de jolgorio festivalero, en uno de mis paseos, es bastante alto. A ver lo que dura, :-D

Callos, pero no de los madrileños

Dio el callo como una más*.

Otro titular de los originales chicos de la edición digital de Valencia de 20minutos. A este paso, cuando la alcaldesa Rita Barberá alce su voz para cantar el himno de la Comunidad Valenciana -¡más bonito!; los de finales de los sesenta lo aprendimos en castellano y decía algo así como: "Para ofrendar nuevas glorias a España, todos a una vez, hermanos, venid..."- en un acto oficial, por ejemplo, uno de los muchos que se prevén para la Copa América, los divertidos redactores titularán la noticia tal que así: "Dio el Do de pecho"... sin caer en la cuenta de que la tocaya de la pelirroja más famosa del cine tiene para dar y vender. De pecho, me refiero.

*Por cierto, el tercer comentario de la noticia no es mío. Lo digo porque ya es casualidad lo del apodo "Bambi"...

Mi primera ópera

Dentro de unas horas. Don Carlo, de Giuseppe Verdi, interpretada por la "State Opera" de Bulgaria. Conseguí las entradas, hace un mes, de puritita chiripa. Se agotaron a las dos horas de sacarlas a la venta, y si no recuerdo mal, en esta ocasión fue en enero pasado. Tenía ganas, la verdad. No quiero hacerme demasiadas ilusiones, por si acaso luego me llevo una decepción. Aunque con lo que me gusta a mí sentarme en un patio de butacas, lo más probable es que caiga rendida ante el espectáculo.

Género

Esta mañana he acompañado a mi madre a su visita al neurólogo. Rutina pura y dura: valoración de la enfermedad y ajuste de medicación. Antes de entrar, nos han hecho esperar durante casi veinte minutos. Justo enfrente de donde estábamos -un estrecho pasillo- había un enorme cartel informativo, patrocinado por una empresa farmaceútica que produce un medicamento llamado Plavix -se emplea para las enfermedades relacionadas con la circulación sanguínea- en el que se daba razón sobre qué son los ictus, cómo se producen, qué síntomas dan y el grado de afectación y recuperación posterior del paciente. Interesante, sin duda. Nunca está de más saber en qué consisten algunas enfermedades, máxime cuando el reconocer los síntomas y reaccionar rápidamente, puede ayudar a que la gravedad y las secuelas del ACV -accidente cerebro vascular- sean menores. Hasta ahí, todo correcto.

Al final de toda la explicación, había un pequeño recuadro en el que se resaltaban los factores que incrementan el riesgo de ictus -sólo he copiado unos cuantos-:

.- Artereosclerosis
.- Obesidad
.- Enfermedades cardíacas
.- Tabaquismo
.- Hipertensión
.- Diabetes
.- Edad avanzada
.- Uso de estrógenos
.- Raza (los afro-americanos tienen un riesgo mayor)
.- Género (los varones tienen mayor riesgo)
.- Historial familiar

He destacado en negrita "género" porque me he quedado perpleja. La contaminación del significado de esta palabra en inglés está llegando hasta extremos que resultan absurdos. La batalla ya está perdida en lo que respecta a su empleo en referencia a la violencia ejercida por razones de sexo: en casi todas partes se habla de "violencia de género", a pesar de que la RAE se pronunció en su momento en contra de este error. Pero que en el ámbito médico, en el que "se supone" que la concreción y corrección en el uso del lenguaje es básica para no crear confusiones, se utilice "género" en lugar de "sexo" no tiene justificación alguna... ¡Ya les vale!

Cantautores

Son muchas las veces que una idea, una reflexión, una lectura, te llevan hasta un punto determinado y a partir de ahí, el punto se convierte en coma y la coma en una conjunción que enlaza una coordinada con otra, como si tratásemos de conformar una cadena con elementos no relacionados, a priori, entre sí. Eso me ocurrió el pasado viernes.

Leí, a primera hora de la mañana, una anotación en la bitácora de José María Romera, escrita -a mi entender- con la excusa de la consecución, por parte del Fútbol Club Barcelona, del título de la Liga Española y titulada Alirón. En ella cuenta que, según el DRAE, el vocablo "alirón" tiene origen árabe. Recordé entonces que José Antonio Labordeta mencionaba este extremo en una de sus canciones: "A veces me pregunto".


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Refleja sus vivencias en la época en la que fue catedrático de Historia en un instituto de bachillerato, en Teruel. Dice:

"...intentando que olviden la vil realidad y rían con la broma de hacerles comparar la influencia mudéjar con el "alava-alavi-alava-alavin-von-van" que gritan en el fútbol animando al personal".

Escuchar a Labordeta, al que siempre recurro cuando algo intrascendente deforma mi visión de las cosas, ocupando demasiado tiempo en mis pensamientos y convirtiendo mi día a día en un estúpido cúmulo de quebraderos de cabeza innecesarios, me trajo a la memoria a otro cantautor al que había visto recientemente en la televisión: Luis Pastor. Ya no se les oye. Eso es lo que pensé. A ellos y a otros como ellos. La canción social hace ya mucho tiempo que se quedó en las vaguadas, orillada por el consumo rápido de palabras, que muchas veces, ni tan siquiera tienen un significado coherente -¿qué decir ante un "Aserejé" servido con volantes de tela estampada con lunares rojos y blancos?-.

La última vez que supe del extremeño del pelo encanecido fue un viernes, 20 de enero de 2006, -otro viernes... nada casual, imagino- en un programa nocturno emitido en La 2, en el que proyectaron un documental dirigido por Montxo Armendáriz, titulado Escenario móvil y en el que Luis Pastor, junto a una compañera también cantante, -no recuerdo su nombre- recorría los pueblos de Extremadura durante los meses de verano, en una mini-gira que, en realidad, escondía la búsqueda de un mundo real pero desconocido para la mayoría: la triste situación de las gentes que han apostado por la vida rural.

A media tarde del viernes pasado intenté publicar una anotación con lo que llevo escrito hasta ahora. No pude: Blogia estaba haciendo mudanza y me resultó imposible entrar en la zona de administración. Por la noche, saltando de un canal de televisión a otro, me di de bruces, de nuevo, con el pelo blanco de Luis Pastor y ese gesto de hombre concentrado, atento a lo que le cuentan. La casualidad, una vez más. En esta ocasión, en lugar de mostrar lo complicado que resultar vivir lejos de la ciudad, su voz sirvió para relatar la triste historia de los muertos civiles en la zona de Extremadura, durante los primeros meses de la guerra civil, tras el golpe de Estado militar -tanto los asesinados por el bando republicano como los ejecutados por los sublevados-. El programa: "El laberinto español". El título del documental: Extremadura amarga (en la TVE Internacional lo emiten el domingo, 14 de mayo).

Me impresionó mucho escuchar el testimonio de un anciano que se libró, al parecer por puritita suerte, de acabar fusilado delante de la puerta de la catedral de Badajoz, en agosto de 1936. Cuando comenzó a hablar, apareció un texto sobreimpreso en la imagen, con una fecha: (1914-2004). Llevaba un dibujo en una mano, una especie de plano. La otra la empleaba para gesticular y reforzar sus palabras situando lo que relataba en el testimonio gráfico. Un tal teniente coronel Yagüe, que entró en la ciudad la tarde del 14 de agosto de 1936, al mando de dos columnas en las que la mayoría de los militares eran moros mercenarios, no tuvo bastante con los muertos caídos en el enfrentamiento por la toma de la Badajoz, que para sentirse satisfecho con su trabajo, asesinó sin ningún tipo de miramiento a cerca de dos mil personas en un día y un poco más. Destaco dos párrafos del largo documento que enlazo porque lo que cuentan también es mencionado en el documental:

"Mario Neves, como su diario y su Gobierno, era favorable al alzamiento y el periódico estaba sometido a la censura del Gobierno portugués, que participaba activamente en la guerra civil española. El sábado 15 de agosto, Mario Neves escribía: Escenas de horror y desolación en la ciudad conquistada por los rebeldes, Acabo de presenciar un espectáculo de desolación y de espanto que no se apagará de mis ojos, Junto a las paredes de la Comandancia Militar, la calle está salpicada de sangre, En las arenas se ven algunos cadáveres, En la nave central (de la catedral) dos cadáveres aguardan todavía la sepultura, Le preguntamos (a Yagüe) si había muchos prisioneros. Nos responde que sí (...). -Y fusilamientos... decimos nosotros. Parece ser que ha habido dos mil...

El comandante (sic) Yagüe (...), sorprendido con la pregunta, declara:

-No deben ser tantos (...).

Estas notas redactadas nerviosamente (...) no conseguirán dar una pálida idea del espectáculo de desolación y de horror que han visto mis ojos (...)."

" Pero el teniente coronel -y más tarde general- Yagüe ha respondido personalmente ante la Historia por lo menos dos veces de la gran responsabilidad que le incumbe. La primera, ya lo hemos visto, fue cuando Mario Neves le preguntó si había habido dos mil ejecuciones y dijo que no creía que fueran tantas. La segunda fue cuando el periodista John T. Whitaker, alarmado por lo que le contaba su colega y amigo Jay Allen, se presentó ante Yagüe y le preguntó si era verdad que habían sido asesinados varios miles de personas. Y el teniente coronel Yagüe respondió sonriendo:

Naturalmente que los hemos matado. ¿Qué suponía usted? ¿Iba a llevar 4.000 prisioneros rojos con mi columna, teniendo que avanzar contra reloj? ¿0 iba a dejarlos en mi retaguardia para que Badajoz fuera rojo otra vez?"

Retomo la explicación del anciano: contó que los moritos -así los llamaba él- iban recogiendo gente de las calles y llevándolos hasta la plaza donde se encuentra la catedral. Allí, delante de la entrada, los fueron colocando y una vez alcanzado un número importante de prisioneros, los fusilaron. A la siguiente tanda, los asesinaron encima de los cadáveres de los anteriores y así sucesivamente, hasta formar un montón: el superviviente que relataba la espantosa escena los llamaba el "montón de los mataos", señalando con firmeza una especie de círculo rojo que había dibujado en su plano. El descalabro llegó al punto de que para que los apresados resultaran ser un mejor blanco, los hacían encaramarse a lo alto del montón y una vez allí les disparaban con ráfagas de metralleta. A la calle contigua a la plaza de la catedral se la conoce, oficiosamente, con el nombre de "la calle de la sangre", por el reguero que bajaba desde el punto de los fusilamientos.

¿Cómo no sobrecogerse con algo así?

La recuperación de la memoria histórica sí que es importante: no es algo que se deba dejar de lado, como se ha hecho hasta ahora. Ya no se trata de una cuestión de dignidad y de respeto hacia los muertos, a todos los muertos -que lo es, sin duda-, sino de que la brutalidad está a la vuelta de la esquina y parece ser que muchos se han olvidado de lo perverso que el ser humano puede llegar a ser.

Lo dejo aquí. Soy consciente de que mi zig-zag carece de coherencia, pero es lo que tiene el ir enlazando las palabras y las ideas a medida que aparecen, sin más.

Sin comentarios

"Respecto al montaje del altar en el puente de Monteolivete para que el Papa dé misa, contará con un total de 700 piezas metálicas que se revestirán con madera resistente al fuego."

El resto de la noticia -con vino incluido-: Alquilan mil pisos desde 300 euros para ver al Papa y venden vino con su cara

Que digo yo... no sé si decirlo, de tan evidente que es, pero bueno... ¿quizás temen que un pirómano oculto bajo el magnífico disfraz de fallero de pro, ansíe prenderle fuego al Papa para comprobar in situ que los Santos Hombres también gritan cuando saben que van a morir?

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Aunque llevo días sin escribir en la bitácora -en parte porque Blogia estaba migrando a otros servidores y en parte porque he andado literalmente de cráneo-, no me he olvidado de una de mis últimas aficiones: la "persecución" titularesca. Allá van algunos ejemplos de francachela periodística -si se me permite la expresión... :-D -:

Los jueces revelan que hay funcionarios que curran 4 h

6.000 personas dormirán en coles para ver al Papa

El 23% de los hogares de Valencia navega a todo trapo en Internet.

Los tres del mismo día -y no digo más-.

El premio -sin jurado ni nada, que yo me basto y me sobro para manejar el cotarro- se lo lleva otro sobre los tramposos:

Seis padres de Maristas denuncian a famosos por trampas para entrar.

Los famosos: la hermana de un Conseller y la hija de conocida diseñadora de modas valenciana. ¿Famosos? En su barrio seguro que sí...

Pon un aloe en tu vida

Iba a escribir una anotación sobre la próxima visita del Papa a Valencia en julio, pero se me han ido las ganas... Amargarme lo que me queda de día me parece una estupidez -es que el asunto tiene bemoles, de verdad: mañana comienzas los cortes de calles y desvíos de tráfico para los preparativos; menos mal que para ese fin de semana, si la cosa no cambia, estaré en Almagro disfrutando de unas cuantas raciones de teatro clásico-, por lo que sigo con las flores, que alegra la vista y, al menos a mí, me divierte bastante. En esta ocasión son de la planta-remedio por excelencia: el aloe.

El nombre en latín de la que aparece en la fotografía es aloe arborescens, una de las 350 especies que existen del género aloe. Dicen que es muy fácil cultivarlas: será que yo no tengo demasiada habilidad, porque una que me regalaron, acabó muriendo al poco tiempo. Una lástima, la verdad.

Si pulsáis sobre la imagen, os llevará al resto de las fotografías, publicadas en la bitácora de Milésimas.