Mamá, de mayor quiero ser artista
Pregunta: ¿Qué quieres ser de mayor, niña?
Pregunta: ¿Qué quieres ser de mayor, niña?
Pregunta: ¿Qué quieres ser de mayor, niña?
Respuesta: Artista, mamá, artista. Y a ser posible, artista maruja. Y si hace falta, me iré a vivir a un barrio de Móstoles, para sentirme identificada con las amas de casa que bajan a comprar el pan en batín y llevan chándal con el bolso de lentejuelas del Todo a cien*.
Duda existencial: Ser o no ser, ése es el dilema.
El desasosiego se ha hecho dueño de mi persona. Desde que sé que, casi con toda seguridad, Las Supremas de Móstoles van a representarnos este año en Eurovisión, vivo en un no sé qué: a ratos pienso que es una ridiculez de tomo y lomo y a ratos pienso que ¡qué coño!, ya era hora de que el pintorequismo en versión casposa inundará nuestras vidas, por aquello de que "Spain is different" y que nuestra vertiente esperpéntica, tan bien retratada en su momento por Valle-Inclán, saliera a flote, después de años y años en los que los intelectuales multi-culturetas han ejercido como únicos valedores de lo "gustosamente" correcto.
Los días 5 y 6 de marzo, Televisión Española emitirá dos galas para que sea el público el que elija, de entre todos los participantes previamente seleccionados, la canción que nos representará en el próximo Festival de Eurovisión, a celebrar en Kiev, a finales de mayo.
Parten como favoritas, al menos, eso parece, vista la atención que les está prestando la prensa. Hasta les dedican favorables columnas de opinión.
Con los antecedentes que tenemos, "Eres un enfermo" va a sonar en las emisoras de radio y en las sintonías de infinidad de móviles hasta el hartazgo. Tiempo al tiempo.
*Que conste que una de las cosas que más se me atragantan es el uso despectivo del término maruja... ya sé, ya sé, estamos en lo de siempre: hay que saber reirse de una misma. Pero... ¡qué le vamos a hacer!, jode mucho ver cómo se ridiculizan ciertos comportamientos -será porque tengo alma de maruja-.